“Locura es hacer siempre lo mismo

y esperar resultados distintos.”

Albert Einstein

Tiempo de Navidad… tiempo de regocijo, tiempo de alegrías y compartir, tiempo de solidaridad, tiempo de buenos propósitos, tiempo de zulianidad, pero de la verdadera, en que podamos decir, no como dijo Napoleón (que de bravo nada tenía): “tenemos nuevo gobernador, gobernador para rato, gobernador de la esperanza, gobernador de acción, gobernador a tiempo completo, que prácticamente ya venía cumpliendo las labores de gobernador, desde hace más de dos años”.

La pluma de este escribidor ha estado inquieta, muy inquieta, exigiéndole que plasme en el papel todas las emociones y sentimientos de estas últimas semanas, en las que la contienda política llegó a su clímax. En ella se debatieron dos posturas a saber: la “zulianidad” y la esperanza de un colectivo por un futuro mejor y fue el pueblo quién decidió cual de las dos apoyar, porque éste entendió que ya no podía dejarse manipular por los intereses de un grupito de “Heraldos Negros” (como los llamó César Vallejos) y funcionarios corruptos, que deseaban seguir “engordando” a expensas de los dineros públicos, que a ellos, en forma de obras y servicios, le correspondían.

Y… ¿qué significaba para este grupúsculo la “zulianidad”?

Bueno, a pocas horas de haber tomado posesión de la gobernación el equipo de “Pancho”, empezaron a aparecer los entuertos y el vacío en las arcas del erario regional. El dinero del pueblo, que debía estar destinado a obras para la comunidad y a pagos de aguinaldos de empleados fijos y tercerizados del Gobierno Regional, no aparece por ningún lado, de acuerdo a lo informado en rueda de prensa por los secretarios de Gobierno y de Administración y Finanzas, Blagdimir Labrador y Salvador González, respectivamente. Esto obliga a los trabajadores de la misma a tener que esperar, hasta principio del año que viene, por el pago del 50% restante de sus aguinaldos. Según declaraciones del Secretario de Gobierno, Pablo manejó más de 18 billones de los viejos en cuatro años y no fue capaz de apartar para los aguinaldos de los trabajadores. Y me pregunto ¿Le habrá pagado el dinero de las jerarquías, que estaba en las arcas del Estado desde Mayo, a los policías? ¿Qué habrá pasado con los fondos para el aporte patronal a SANIPEZ? o ¿Dónde están los recursos para cubrir la deuda con el “Sindicato de Jubilados, Pensionados y Activos de la Gobernación”? ¿Dónde están los recursos para las obras que no se ejecutaron? ¿Estarán en Panamá, las Islas Caimán, Aruba, Curazao?... Puedo seguir preguntando, pero, quién tenga oídos que oiga y quién tenga ojos que vea. Pero sobre todo… que busquen respuestas.

Mucho cacareaban acerca de la “zulianidad” y el “regionalismo” con aquello de que “nos quitaron el Puente, el Aeropuerto y el Puerto de Maracaibo” y resulta que lo que les “quitaron” (a ellos, no a nosotros) fue la administración de esos Institutos, pues la recaudación la manejaban como “la caja chica” para lo que les venía en ganas, menos para obras que beneficiaran a la comunidad. ¿Recuerdan cuando se compraban los puestos de “recaudador” para los peajes del Puente Rafael Urdaneta? Según el ruido de las calles, esos eran unas minas.

Yo soy zuliano, maracucho específicamente, y estoy muy orgulloso de serlo. Además, soy regionalista, pero del regionalismo que trata de los intereses del colectivo y no del de unos cuantos que se llenan la boca con él, para así llenar sus cuentas bancarias. Y aquí quiero preguntarles: ¿Están ustedes de acuerdo que gente como los diputados Alfonso Marquina, Delsa Solórzano, Enrique Márquez, William Barrientos, Elías Matta, Alfredo Osorio, Stalin González, Julio Montoya y Angel Emiro Vera, (algunos del Zulia y otros no) que cobraban sus sueldos como parlamentarios, cobraran además sueldos en la gobernación que oscilaban entre 13 mil y 17 mil bolívares mensuales, del dinero que debía estar destinado a obras para las comunidades? Eso, además de 3 mil personas que cobraban como parte de la estructura de la organización política Un Nuevo Tiempo, según declaraciones dadas, en rueda de prensa, por el Secretario de Administración y Finanzas. Y esto es apenas una revisión preliminar. ¡Cómo será cuando llegue la Auditoría y Contraloría! ¿Se quedarán a responderle al Zulia por su “zulianidad”?

Señaló Salvador González: (sic) “Encontramos casos como el de una Secretaria (de una dependencia de la Gobernación) que tenía a su hija con una beca trabajo, creo que estaba por España, cobrando 13 mil bolívares mensuales desde el año 2003 hasta la fecha, es decir, 10 años con una beca trabajo, no sé qué beca estaba haciendo, suponemos que era un estudio para la creación de un reactor para ganar elecciones. Esa sola persona nos costó al Estado, en términos viejos, mil 500 millones de bolívares”. ¿Por qué no le pagaban así a los beneficiarios de las becas JEL, que algunos tuvieron que salirse del programa porque no tenían recursos, ni igualdad de condiciones para continuar? Así como ese caso, mencionó el de algunos actores políticos como: Maritza Bastidas Sánchez, Ivon de Ocando, Ricardo Alarcón y Adalberto Pérez Perdomo.

Y para muestra, un botón: Hoy, la “zulianidad”, que ellos tanto decían defender, ustedes la ven reflejadas en el pésimo estado en que se encuentra la Residencia Oficial, la edificación del Palacio de Gobierno, así como otras estructuras que forman parte del Patrimonio Histórico del Zulia. La “zulianidad”, para ellos, era saquear las arcas del Estado. Nuevamente quiero preguntarte zuliano. ¿Esa es la “zulianidad” que tú quieres? ¿Es ese el “regionalismo” que tú quieres? ¿Es esa Maracaibo sucia, llena de huecos, con la delincuencia desbordada y un “Chiquero Las Pulgas”, tu Maracaibo? Cuando escucho el jingle de “Maracaibo mía”, de la alcaldesa, se me paran los pelos de punta de pensar que aun nos quieran pintar “pajaritos preñaos”.

Sí, sí, hay un camino… un camino para recuperar el Zulia; un camino del que no hay vuelta atrás. Y la clase media, al lado de los sectores populares organizados, con sus profesionales, técnicos y empresarios jóvenes, jugarán un papel importantísimo, junto a “Pancho”, en volver a hacer del Zulia la región más pujante y exitosa del país. ¡El pueblo ya conoce a quienes han sido sus verdugos y por eso les dijo en criollo: Chao!

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