Si le preguntáramos a Tarek William Saab, sobre qué esperaría de la gestión del camarada Aristóbulo Istúriz, seguramente respondería que desearía que Aristóbulo mejorara sus resultados.

Como militante del PSUV, deseo y estoy plenamente convencido que Aristóbulo Istúriz reúne las condiciones personales y políticas para emprender una labor que culminará en su cuarto año con situaciones y resultados importantes y positivos para el estado Anzoátegui. Mientras mejor gestión hagan nuestros gobernadores, gobernadoras, alcaldes y alcaldesas, la viabilidad del proyecto político ideado por Chávez tendrá una mejor ruta para realizarse. Gestiones buenas, fortalecen a la revolución.

¿Qué tiene Aristóbulo para hacer realidad una buena gestión?

No son buenas las comparaciones y no pretendo alzar más el un muro entre el camarada Tarek William Saab y Aristóbulo Istúriz, pero producto de análisis y conversatorios en los cuales he participado, puedo decir, que he oído –por ahora-, que Aristóbulo luce con mejor capacidad para oír, dejarse oír, reunir voluntades y comunicar. Tiene Aristóbulo además, una situación que no se le observó al camarada Tarek William Saab. Aristóbulo tiene contactos en Caracas y parece que hace uso de esos contactos para encontrar apoyo a su gestión. Tarek creo que en esto se aisló mucho. Pensó –quizás- que en todas partes tenía adversarios.

Todas estas condiciones la reúne Aristóbulo, pero este camarada debe saber que estas condiciones deben entrelazarse con otras buenas situaciones de colaboradores inmediatos y menos inmediatos para producir el efecto deseado: excelente gestión. Percibo de lo oído y registrado, que Aristóbulo reúne –en cuanto a condiciones- los puntos para superar la gestión de Tarek William Saab, que es una situación que todos deseamos porque cada nueva autoridad, debe y tiene la responsabilidad de hacer un esfuerzo por superar a los que le precedieron. Esto no tiene nada de egoísta o revanchista. Debemos ser cada día mejores.

Tengo la costumbre por formación en el campo metodológico, de cargar con una libreta para registrar situaciones con las cuales pueda reconstruir un “perfil situacional o de vida”, que en algunos paradigmas de las ciencias sociales se le denomina “historia de vida”. En estos conversatorios y reuniones en las cuales se trata de la gestión y expectativas de la militancia sobre Aristóbulo, surge un “dato” que puede convertirse en un escollo

En estos conversatorios y discusiones aparece muy seguidamente y en la voces de muchas personas, la palabra “prepotencia”. No para colocársela al Camarada Aristóbulo, sino para calificar a funcionarios y funcionarias de mediano rango que se encuentran en oficinas claves y de mucho contacto con personas y funcionarios del propio gobierno. El término “prepotencia” es una “cualidad” de alguien que es “prepotente” y viene asociado a un abuso, producto del poder que cree tener.

Cómo podrá notarse; el término es contrario a un valor que debería ser propio de un funcionario socialista. Ser “prepotente” no aporta mucho en ese proceso de darle al camarada Aristóbulo la oportunidad de hacer una gestión igual o mejor que la realizada por el Camarada Tarek William Saab. “Prepotente” es una persona con un oído poco desarrollado y esto lo induce a creerse que es mejor que lo demás y que la responsabilidad que le asignan no es para resolver y apoyar en resolver situaciones, sino para ejercer la “cualidad” de ser prepotente: O sea, ejercer la prepotencia.

En estos relatos orales, la frecuencia con la cual aparece la palabra “prepotencia” viene asociada a una organización que cubre funciones en direcciones. No tengo la idea y el interés de colocar a esta organización en mala posición; el objetivo, como se dice coloquialmente es designar el pecado y no al pecador, como una vía para aplicarle una de las “R” dejadas por el comandante Hugo Chávez Frías y podamos superar esta situación. Es un punto de inflexión que puede perturbar el desarrollo de una buena gestión por parte del Camarada Aristóbulo.

La prepotencia que es una “cualidad” de un ser “prepotente”. Si estos camaradas prepotentes están instalados en puntos clave en nada ayudaran a la gestión, porque la prepotencia es de alguna manera, una forma de ser indiferente ante las situaciones. No se calcula el riesgo que una actuación “prepotente” tiene para el buen desempeño de una administración.

La idea no es molestarnos por que se diga esto y hacer insultos, así no resolvemos nada. La idea es entonces precisar si la aparición con regular frecuencia de la palabra “prepotencia” en estos converstarios o discusiones, es una situación que puede generalizarse o se capta únicamente en pocos sitios.

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@ClaudioElcuaco