En una oportunidad en la cual, Aristóbulo estaba al frente de un evento y en sus primeros días como gobernador, le oí comentar una experiencia de su campaña que según entendí, lo alentaba para introducir cambio en la llamada Direcciones de Misiones Sociales –DIMISO- para hacerlo distinto y colocar a este ente en fila directa con los lineamientos de la revolución.
Decía Aristóbulo, que estando en campaña pudo resolver muy económicamente muchas situaciones que le hubiesen costado a DIMISO cientos de millones y que se imponía, un cambio en la manera en que este organismo venía tratando las solicitudes de asistencia social indiscriminada y precisamente en los casos más costosos, sin ninguna orientación social o con una muy sesgada.
DIMISO en la época de Tarek engordaba las clínicas privadas, pero además de eso, escondía muy hábilmente varias cositas. Escondía –y aún esconde- ciertas ineficiencia en entes públicos de salud, esconde increíblemente solapamiento de funciones que deben ser competencias del ente de salud y esconde veredas verdes para hacer operaciones que favorecen a las clínicas, a los que compran los equipos y no sabemos, si alguna intervención clínica, es un “acomodo” entre un posible paciente, un medico que ofrece una factura a un costo y otras personas. Por esa vía se “fugan” recursos cuantiosos.
En ese evento que se hizo en unas de las instalaciones de polideportivo y al cual pude asistir acompañando a un coordinador Municipal de la zona Sur del Estado; Aristóbulo atinó a plantearse que esa situación debía cambiar. Sostuvo que con los recursos que destinaba DIMISO para este tipo de situaciones, podían hacerse desde las propias instalaciones del gobierno y a un costo mucho menor, muchas más cosas. En su discurso dijo más o menos esto: si puede resolver situaciones sin ser gobernador, ahora tengo más razones para hacerlo.
Un reto de Aristóbulo para compartir y acompañar efectivamente que lo colocaba de cara y conectado con el discurso del proceso. Si algo no se parece en nada a una misión es DIMISO. Es una institución, que tal y como está diseñada distorsiona el sentido de un proyecto y con ello, no deseo sostener que su función de asistencia social, deba desaparecer. Debe mantenerse bajo un cambio de direccionalidad que evite favorecer la privatización de la medicina y permita que las deficiencias en el sistema de salud se curen.
Tomando como referente la actuación de esta dirección de misiones, que creo, es un punto importante para dar el giro; la situación luce hoy bajo el mismo patrón que le impuso Tarek William Saab. Atrás va quedando la necesidad de dar el salto con giro y va imponiéndose en una de las direcciones más importantes del ejecutivo regional, el trabajo de ser una especie de SALUDANZ chuiquito, MERCAL chiquito y una línea de restaurantes que servirse indiscriminadamente. Para una cosa tan sencilla como dar medicamento tenemos a DIMISO y está SALUDANZ, que debe ser el órgano competente para ello, pero como continúa la sombra de Tarek en la Gobernación; DIMISO continúa siendo ineficazmente un ente paralelo a este otro ente de salud.
Este es un ejemplo, pero muy en el fondo en la gobernación del estado Anzoátegui no ha acontecido nada para que podamos captar que Tarek ya no está. Es casi la misma gobernación, con algunas variantes interesantes como el gobierno de calle, pero con el mismo esquema.
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@ClaudioElcuaco