En uno de mis últimos artículo, hablé de un viaje a Cantaura (Freites) para acompañar a Cesar Ramos, conocido en la Liga Socialista como Evaristo. No conversé con Cesar Ramos nada de Marlene, que es su esposa, pero en el trayecto pensé en esta Marlene que conocí por esos años 70 y después resultó siendo pareja de Cesar Ramos. Marlene de Ramos en aquella época, era un “tractorcito” y con ello quiero decir, que era una terca luchadora y emprendedora. Era tan emprendedora que le quitó los “brinquitos” a Cesar Ramos.
La llegada de sus dos morochas la frenó un poco, pero luego volvió a tomar el ritmo de trabajo. Recuerdo, que Marlene sufrió en el alma, el accidente y muerte de Alí Primera. Eso habla mucho de cómo está compuesto su corazón y alma: Puro cariño y solidaridad.
No conversé nada de Marlene con Cesar Ramos porque, aunque tengo años que no la veo ni hablo con ella, sé por otros camaradas de sus andanzas. No aspira a nada ni aspirará (estoy seguro de eso) a una concejalía para lo cual tiene suficientes credenciales de lucha. Esta Marlene sigue dando batallas y tengo referencia de sus trabajos en diferentes mesas técnicas. Marlene de Ramos, es de acuerdo con las informaciones que me llegan de viejos camaradas, continúa siendo un “tractorcito” con monta carga “pegaó”: Una autentica Luchadora social.
Hoy la evoco y recuerdo su perfil de luchadora porque se insiste en continuar viendo a los consejos comunales en planillas, registro y censo, que es bueno que se haga. Es importante hacer los censos, pero persite la figura de la “taquilla única”. Esta Marlene de Ramos que conocí, es una Marlene de Ramos, clave para un movimiento comunal en movimiento y no en planlla.
La última vez que tuve contacto con ella, casualmente me la encontré conversando con el gran amigo del alma, Anselmo Pericaguan, que lamentablemente hace unos cinco o seis año nos dejó. El viejo Anselmo disfrutaba y gozaba de la compañía de Marlene.
Pero aunque mi interés en este artículo en parte, es para recordar y saber de esta Marlene de Ramos que conocí, no es sólo sobre esta Marlene de Ramos que deseo escribir. El título de este artículo se inspiró en su lucha y tenacidad y en la insistencia burocrática en ver los consejos comunales en planillas. Pero además de esta idea, estoy consciente y reconozco que en el país y en Anzoátegui hay muchas Marlene. Hay cientos de miles en la misma lucha y con los mismos ánimos de tractorcitos o tractoristas. Siento a estas miles de Marlene con nombre de María, Lila, Juana, Luisa, Lilian, Petra, Carmen y otros muchos nombres más en ese trajinar diario intentando construir un país nuevo y con un movimiento comunal organizo y en MOVIMIENTO. No es que la otras mujeres del proceso no sean tenaces y luchadora. Todas son así de luchadora y tenaces, pero hoy rescato el perfil de esta Marlene, porque unas cuantas Marlene organizadas, serán suficiente para pasar de un movimiento comunal en planilla y en registros a un movimiento comunal en movimiento.
Lo que percibo, es que estas Marlene con otros nombre y ubicados en otros contextos están desconectadas y así; el trabajo no es efectivo. Necesitamos consejos comunales y comunas en movimiento y no simple registros. Siento que hay mujeres organizadas y luchando intensamente, pero siento que las Marlene que observó con un perfil muy particular, no lo están tanto y desearía estar equivocado, porque con estas Marlene organizadas, sería más fácil un trabajo para el definitivo fortalecimiento del Poder Popular, que no es nada más una registro administrativo de consejos comunales y comunas. Estas Marlene que no conozco con nombre de Julia, Ana, Eva y Trina, pero con el mismo perfil de Marlene Ramos, son o serían un importante aporte para el trabajo de organización comunal y activarse con la política de derrotar el golpe al estilo de Chile.
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@ClaudioElcuaco