Estuve unos días por Caracas para ver a mis nietos y a mis viejos camaradas de los setenta en la UCV que se sembraron en la capital. Tenía casi un año que iba venía a Caracas y el trato directo con estos viejos camaradas, era a puro teléfono y mensaje.
Tuve un largo encuentro con estos amigos, muchos de los cuales están trabajando aún en importantes entes del gobierno nacional. En estas reuniones siempre tengo acceso a informaciones importante sobre el Estado Anzoátegui, que es uno de los puntos preferidos de los artículos que publico por Aporrea.
Me facilitaron un extenso documento sobre el estado Anzoátegui, elaborado por la Dirección de Desarrollo Estadal del viciministerio de planificación territorial del Ministerio de Planificación y Finanzas. Al documento me lo devoré en casi media hora y entre su contenido tiene una parte 3 de unas 16 páginas en formato tabla y en cabezal de cada tabla pude leer un título que me entusiasmo mucho, pero que al ir detallando los datos contenidos en esas tablas; el guarapo, como decimos por oriente, se me fue enfriando. El título dice así: Inversión Pública en Proyectos de Infraestructura, Productiva y de servicios años 2013 - 2018 del Estado Anzoátegui. Hermoso título me dije y muy esperanzado, comencé a echarle un ojo a los datos.
Los datos se referían a proyectos de PDVSA y son parte de las inversiones que la empresa tiene para la zona de la Faja. A medida que leía los datos, iba apareciendo en mi mente una película y ahí veía surgir las comunidades de Los yaqués, Las Delicias, Monte Cristo de Puerto la Cruz y las comunidades de El Viñedo y la Ponderosa.
¿Por qué me aparecieron estos barrios al leer el documento?
Porque aunque tengo viviendo en Anzoátegui como 20 años, he conocido de la formación de esas comunidades y ese crecimiento urbanístico de Puerto la Cruz y Barcelona, no es posible entenderlo sin la indiferencia de la vieja PDVSA o CVP, que se limitaba únicamente a construir una lindas urbanizaciones para su nómina mayor, unas viviendas distintas para lo que operaban la refinería y para el resto mayoritario de la población que supuestamente era dueño del petróleo; la opción era acomodarse en comunidades que crecían anárquicamente y sin servicios básicos producto de invasiones.
Para resumirle la información y verle el sentido a esta Inversión pública, me permito decirle que las tablas precisan de más de 120 proyectos y la inversión publica en dólares de $ 82.835.530.426,28. O sea, una gandola de billetes en dólares. Lo interesante o más bien preocupante, no es esta gandola de dólares, lo que llama poderosamente la atención fue ver el destino de esa inmensa cantidad de recursos.
En mi caso, no tuve que desguañangarme los sesos para entender que si no hay un pare para revisar esta inversión pública, tendremos en la faja una copia de Puerto la Cruz y Barcelona y esa copia incluirá clones de Las Delicias, El Viñedo y de la Ponderosa.
Resumo de 123 proyectos que contiene esta inversión pública, existen 2 para la educación, 3 proyectos para salud, 3 proyectos para ambiente, 2 proyectos para agricultura y 6 proyectos para vivienda. Un total de 16 proyectos de índole social y hay que meterle el ojo, porque no sabemos si los seis proyectos de viviendas son para los trabajadores que irán llegando a la zona, en la medida que avanza el proceso de activación de la Faja para sacar la riqueza. Con una simple regla de tres que aprendí en segundo grado; concluyo que sólo el 13% de los proyectos son de carácter social.
Me dije cuando leía el documento, que esa cantidad de proyecto no estaba reñida con la calidad y la direccionalidad de esta inversión. Me equivoque. En la aplicación de una simple y elemental regla de tres, me percaté que de ese monto de Bs. 521.863842.315,53 y de esa gandola de billetes; sólo el 3,3% se destina a lo social. O sea, veo clarito en la faja petrolífera del Orinoco clones de Monte Cristo, la Ponderosa y el Viñedo. ¡Ojo Aristóbulo!
¡Ojo Aristóbulo! Su idea de hacer de Anzoátegui un estado potencia, pasa por meterle al ojo a este tipo de inversión que deja un gran pasivo social, como el de la ponderosa y el viñedo en Barcelona.
Nota: Ya en la zona y con unos días para hacer consulta sobre el punto, contacté a camaradas que conozco y sé que están bien informados sobre estos puntos y me plantearon que esa información se tiene en la zona, pero que no se ha discutido. ¡Ojo Aristóbulo!