Entre el chikungunya, depresión escuálida, colas y precios exorbitantes, lo que faltaba, se ha corrido como pólvora por todo nuestro municipio y otros lares por allí, según cuentan las lenguas maléficas, la aparición de un ser con cara de ángel, peludo, con cola de lagarto y largas pezuñas, en los llamados centros nocturno o comúnmente llamadas discotecas.
Según, lo que se comenta por ahí, es que este espeluznante ser, medio cuerpo hombre, medio cuerpo humano, aparece y desaparece por arte de magia, además viste elegantemente y su cara, como dicen las chicas de hoy, es muy linda, y no es solamente lo lindo de sus talante, si no también es su trato cordial y finos modales, y además, es que el condenado, a pesar de sus largas y horrorizadas pezuñas, baila como una pluma, toda clase de ritmo, hasta ese que está pegao, que nombran el “reggaeton”.
Todo este performance de este romántico y anochezco personaje, en sus acostumbradas visitas a estos lugares, tiene a más de una chica “Light”, a los papuches de la otra acera que allí convergen, con los ojos claros y sin vista, ¡ahh! y a más de uno, que otro papito celosísimo…Por allí lo bautizaron como el hijo de la noche, pero a mi, no me quedan dudas, que este debe ser, aquel llamado “chupacabras”, ya conocido, se recuerdan, eso si, con algunos retoques faciales, que posiblemente, se haya cansado de esa vida pueblerina y de estar andando por esos montes, chupando toda clase de bicho y haya querido cambiar de ambiente o mas bien, a lo mejor, será un pariente de este..¿Quien sabe..? O será que tanta chupadera de Smirnoff y de otras clases de aguas locas, ligadas con esas otras sustancias, acostumbradas a ser ingeridas por algunos, para alebrestarse la vida, no digo yo, que se imaginen, no solo a este diabólico y discotequero personaje, sino a quien sabe, que otra cosa rara también…cosas y casos que pasan, en este, cada día mas virtual y enredado mundo…mosca pues, mis acelerados y etílicos visitadores nocturnos..
