He tenido la oportunidad de participar en unas jornadas de planificación en la cuales ha estado el Ministro Menéndez  y los gobernadores del Oriente del País. Sobre el ministro Menéndez ya escrito[i]  un par de notas en las cuales he plasmado las fortalezas, que como técnico y político  que tiene el ministerio de planificación. Menéndez, tiene plena conciencia del momento y de su responsabilidad[ii].

Las orientaciones que he oído de los gobernadores, también dejan muy claras evidencias que se cuenta regionalmente con un equipo de gobernadores que está claro de las fortalezas de esta región y dispuesto a conformarse en una mancomunidad regional con espacios subregionales ya casi definidos y algunos de ellos, calzan con la calificación de subregiones estratégicas para la región y para el país.

Sin embargo, deseo detenerme un poco en las ideas que en estos encuentros ha venido lanzado el gobernador del estado Sucre, porque siento que son muy claras orientaciones sobre algunos puntos fundamentales para el relanzamiento de la región a través de un plan. El Gobernador de Sucre nos ha hablado en varios momentos del tubo que baja de la parte este del estado sucre y viene para Anzoátegui. Ha insistido en varios momentos de la necesidad de recordarnos que Sucre se encuentra en la faja y en consecuencia debe ser incluido como un territorio de la faja y como un territorio petrolero.

En relación al tubo que baja del lado este de sucre y de la petición que nos ha planteado; no debería sernos ajenas a muchas de las comunidades de Anzoátegui. Hay comunidades de Anzoátegui que por años  han visto el trayecto de ese tubo, desde la zona sur del estado a la zona norte. Han visto el tubo venir desde el sur  y han sentido igualmente sus consecuencias.

Luis Acuña tiene la aspiración de no ver bajar el tubo hacia Anzoátegui solamente. Aspira y con mucha razón, que  a ese tubo se le permita abrir un “huequito” que deje un poco de esa riqueza en sucre. Es tarde ya para una petición de este huequito, pero aún es tiempo para que la gerencia de PDVSA responsable de ese proyecto, no repita el modelo de Anzoátegui que fue el modelo que impuso el capitalismo, cuyo único interés era llevarse el petróleo  a través a los puertos. Por esa razón; la zona norte del estado es “más desarrollada” que la del sur.

Efectivamente,  la faja está muy lejos de Sucre pero Sucre está muy cerca de la Faja y además, sucre es necesario para la faja. Luego si es así y la idea es “quebrar” el modelo de desarrollo y ciudad que nos impusieron desde la colonia pero que se acentuó más con la instalación de la democracia representativa; el asunto de la cercanía de Sucre a la faja es evidente y no admitiría ninguna discusión.

Es justa entonces, la aspiración de Luis Acuña en estos dos puntos. Hay otro punto en el cual, todos los gobernadores  y la gobernadora tienen perfecta claridad, pero Luis Acuña ha sabido recoger magistralmente esa coincidencia. Hay claridad  que para el oriente, la serranía del Turimiquire es un territorio estratégico. Ahí nacen por lo menos los cuatros ríos más importante del oriente. No hay mayor discusión en esto, pero Luis Acuña soltó unas ideas que son de esas ideas que aprietan.

Luis Acuña fue muy preciso en eso de plasmar y concebir el desarrollo de la serranía y nos formuló la advertencia. Dijo Acuña, que ese desarrollo debe excluir un mundo de cosas. Fue muy clara su idea y precisa su idea. Entendí que nos dijo: el Turimiquire necesita que le sembremos agua. Si esta expresión se le ve su trascendencia e importancia, ella marca razonablemente su (casi) única política de desarrollo. Sembrar agua, es sembrar café. Esta idea coloca el punto en la en el sitio correcto

Finalmente, Luis Acuña puso el dedo en un punto también clave para oriente. Siendo el oriente una zona con una vocación turística, la idea es aprovechar esta potencialidad pero con un esquema distinto al que heredamos. Sostuvo algo más o menos parecido a esto; el turismo se gana dando afecto y desde los hoteles cinco estrellas que concibió como corrales, no parece ser la estrategia adecuada. Más cerca al ideal nuestro  y de vincular el turismo con el afecto y la familiaridad del oriental están o pueden estar la posada y eso tiene socialmente otro sentido

Todo esto lleva a concluir, que Luis Acuña tiene riñones y esto se combina  con una justa aspiración para su estado y para la región.