La nostalgia me envuelve, las añoranzas de mis años de infancia, jugueteando a las orillas del inmenso lago... Aquel lago cristalino al cual Baralt y Udon tantos poemas le cantaran..Si, ese maravilloso lago, que embrujo al de Ojeda y de donde nacería el nombre de nuestra querida patria Venezuela..El inmenso lago de Coquivacoa, donde aquella ancianita, encontraría la tablita con la sagrada imagen de la Chinita…Hoy se encuentra triste y abandonado y el humilde pescador confundido, lanza sus plegarias al cielo…
En sus riveras, se vislumbran manchones de ese liquido negro, que durante siglos a enriquecidos a unos pocos en Venezuela…Conciencia negra de todos aquellos, que durante largos años, han lanzados su miserias a sus aguas ya enfermas, gritando a todo pulmón, es en pro del progreso de Venezuela..La degastada súper estructura de concreto, que une a las dos costas, que luchan por su destino..Pasa el tiempo y este no perdona, cada día se aleja la esperanza de ver a nuestro lago otra vez limpio y cristalino.. No he querido hacer de este escrito un poema, pero, les digo, que lo que más me duele en toda mi alma, es que nosotros los zulianos nos jactamos de un gran regionalismo y a nuestras espaldas el inmenso lago se muere…
Conciencia Zuliano, en tus manos está el destino del lago, que tanto ha dado y poco ha recibido..