Tengo el honor de dirigirme a Usted en la oportunidad de saludarle y hacerle llegar las siguientes líneas, ofreciendo disculpas por la tardanza y esperando le sea útil para caracterizar la situación de municipio Cabimas.

Tengo 44 años, nací en Cabimas y tal vez se me dificulta un poco aproximarme a las aspiraciones de lo que trata de indagar.
Siempre recuerdo que Alfredo Maneiro decía que para mejoras algunas cosas "con solo retroceder un poco es suficiente".

La Cabimas en la que yo nací y ruego me disculpe por escribir en la odiosa primera persona: tenía como fuente principal de ingreso la industria petrolera que estimulo el movimiento de pobladores de otras regiones del País, incluso del extranjero.

La mayoría de los muchachos crecía con el sueño de algún día trabajar en Lagoven y hasta algunas señoras soñaban con casar a sus hijas con un trabajador petrolero. Quienes ya estaban resignados a no ingresar jamás se dedicaban a la pesca, caza, comercio informal, domésticos y algunas actividades artesanales como la construcción, carpintería y otros.
El comercio era monopolizado por el antiguo pasaje Sorocaimá que antecedió al Centro Cívico y posterior desarrollo del centro viejo con múltiples centros comerciales donde se prestan diversos servicios.

La actividad industrial era capitaneada por la industria petrolera que al mismo tiempo generaba un ejército de trabajadores tercerizados dependientes de contratistas que le prestaban servicios ocasionales de mantenimiento, transporte acuático y alimentación a la industria petrolera.
Cabe recordar que en la época de la antigua industria petrolera se puso de moda "las colas" que actualmente la oposición le atribuye a la revolución; yo era un carajito de apenas 13 años y tenía que irme a las 6pm del día anterior al comisariato de La Salina a hacerle la cola a mi mama para que pudiera comprar al día siguiente, era TODA una calamidad y recuerdo que compartía esa larga noche de insomnio con jubilados, señoras y jóvenes que nos sacrificábamos por comprar "lo que había".

Fuera de la industria petrolera estaba muy cercana por la cantidad de trabajadores y por el auge de la misma, SIDEROCA, que fue comprada por el consorcio que tenia la "concesión" de la hoy Siderúrgica Alfredo Maneiro, resulta que ese consorcio compro SIDEROCA para cerrarla porque la lógica del capitalismo es la reducción de personal y la consolidación de mercados cerrando la competencia.

Otra industria con mucho auge fue la avícola; aquí funciono un frigorífico industrial llamado Longimar que fue vanguardia en la producción de pollo y postura de gallina, tenía un complejo bien extenso con granjas avícolas en una extensión que se extendía por toda la avenida 42 con sus respectivas intersecciones.

Del cierre de SIDEROCA y la Avícola Longimar se origino el despido de miles de trabajadores que dejaron de aportar al desarrollo del país y lógicamente, de nuestro espacio natural, con el agravante de dejar de producir para nuestra satisfacción y competir en mercados foráneos.
Otra fuente de ingreso y empleo muy fuerte es la Alcaldía, solo que hemos corrido con tan mala suerte de no contar con un verdadero Alcalde Revolucionario que ponga la gestión a favor del Poder Popular; ya hemos experimentado diversas formas de Gobierno local, desde el extinto Distrito Bolívar cuando el pueblo votaba y no sabía por quien lo hacía, hasta la entrada en vigencia de la extinta Ley de Régimen Municipal que nos permitio hacer la elección uninominal de Gobernadores y Alcaldes a partir de 1989.

Esto genero un campo de lucha sistemático por llegar al poder con el único fin de acumular capital económico sobre el infortunio de las mayorías, mediante el cobro de comisiones, la asociación para delinquir y el concierto con contratistas, atenuado con él sobre abultamiento de nominas para sostener la base política de apoyo del gobernante de turno, incluso, reeditando la odiosa figura del nepotismo que solo se ve en gobiernos de carácter hereditario.

En 2008 le propuse al Alcalde de Cabimas la activación de un plan para tramitar la reactivación de SIDEROCA y EL Frigorífico Longimar, esto reactivaría nuestra economía, la producción y generaría empleo, pero nada dijeron, nada pensaron de la propuesta.

Desde el año pasado venimos planteando la necesidad de crear, como quería Chávez y lo dejo plasmado en las siete leyes del Poder Popular, los CLPP, esta política permitiría la continuación del proceso Constituyente iniciado en 1999 por el Comandante eterno.

Se trata de darle más poder al pueblo para que ejerza su derecho a equivocarse, para que piense, planifique, ejecute y controle la creación del nuevo modelo productivo, de distribución y control.
Camaradas, no sé si orine fuera del pone con lo que trate en estas líneas, pero esto es lo que puedo decirle "por ahora" más adelante profundizare por cada uno de los sectores, misiones y funcionariado.

Espero que se encuentre bien.