Recientemente algunas personas se sorprendieron cuando una organización popular ventiló una serie de planteamientos como parte de sus condiciones para el apoyo al candidato del PSUV en Nueva Esparta.
Hay que decir que fue una sorpresa bastante similar, aunque con menos alharaca, de cuando el Partido Comunista de Venezuela inscribió inicialmente a un militante comunista como candidato a la gobernación del estado.
Sobre aquellos días de la inscripción del camarada Luis Rojas guardo una colección de conversaciones y de "chats" de whatsapp, donde el producto de la prepotencia dejó registrado materiales que será interesante utilizar para futuro.
Ciertamente con tan pocas horas y con tanto en juego, el PCV no se podía arriesgar a quedarse sin activar la tarjeta con un candidato. Ya era suficiente con el hecho de casi llegar ilegales para estas elecciones, como para además quedarse afuera de la contienda.
El caso es que el PCV siempre está ocupando los espacios que considera prudente para dar la pelea, es decir cualquier escenario para actuar en favor de que la clase trabajadora construya su camino al poder.
Pero volviendo a este fin de semana de inicio oficial de campaña, la digna posición de una organización de pobladores que ha venido denunciando (con pruebas) los maltratos de que son víctimas los pobladores por parte de funcionarios de la Sala Situacional de la Gobernación en el Órgano Estadal de la Vivienda, ha dejado sobre el tapete una realidad que aunque resulte espinoso tocar para quienes estamos militando en organizaciones cuyas decisiones son colectivas, la verdad es que no es una locura EXIGIR GARANTÍAS PÚBLICAS AL PSUV, para poder apoyarle en su candidatura regional en Nueva Esparta.
Y la verdad es que no se trata de pedir cargos, ni reales, ni carros, ni celulares, ni comida. Se trata, como lo hizo el MPC de exigir se cumplan las mismas cosas que ha venido reclamando desde hace más de un año. Y lógicamente que eso implica también RESPETO.
El MPC en sus exigencias públicas resume la necesidad de que el actual gobernador, Carlos Mata Figueroa, a través de sus políticas públicas respete las leyes vinculadas a la GMVV, las leyes del poder popular y el derecho a la autodeterminación de las organizaciones populares que luchan por una vivienda y que organizados (y hasta engañados puedo decir) desde antes de la campaña anterior le apoyaron y lucharon por los votos que le llevaron a ser hoy gobernador.
Los pobladores hoy día son uno de los colectivos organizados más leales al proceso revolucionario, que más pateados han sido por el gobernador, con una efectividad de atención de menos del 0,5%. Esto porque de 26.000 viviendas que dicen se construyeron, sólo poco más de 300 han sido asignadas a estos compañeros (8mil censados) de lucha que se organizan (o desparraman) en algo más de 50 organizaciones.
Ya escribí sobre estos números vergonzosos en artículo anterior, pero no podía dejar sin argumento de peso la ya argumentada posición de los pobladores.
El tubazo es que en este momento varias organizaciones de pobladores y de otras características, están suscribiendo esa exigencia pública, entre otras cosas porque como lo han expresado algunos voceros de las mismas, no se puede dar un cheque en blanco a quien poco a cumplido.
Es sorprendente como la gente ha respondido positivamente, ante la contradicción que representa no tener garantías de que se cumplirán sus demandas, y se han puesto a la orden para llamar al voto revolucionario.
Me queda un buen sabor de boca. Creo que podríamos lograr algo bueno esta vez en Nueva Esparta. Lo digo en serio...
Muchos se pararán frente a la máquina y le darán a votar con calentera, pero se sentirán mejor cuando recuerden que no dieron un cheque un blanco, que exigieron públicamente, que pusieron sus condiciones como debe hacerlo un revolucionario. Que no regalaron su lucha, que no defraudaron a los compañeros. Que no dejaron de ser coherentes. Que no se vendieron. Que no se salvaron y se quedaron inmóviles al borde del camino, como dijo Benedetti alguna vez.
Vaya el mensaje a todas las organizaciones que tengan en su lucha exigencias al candidato que nos presenta hoy la historia, para que las hagan públicas. Háganlas llegar aunque no las firme recibidas, que nos enteremos todos. Así, al final, estaremos todos pendientes de que existe una agenda de trabajo por la cual luchar todos juntos, y si cumple, cumple. Y si no lo hace que la historia se lo cobre con intereses.