Los pueblos eligen a sus propios líderes, esos que se forman y están en contacto directo con su gente. En política las imposiciones solo causan molestias y divisiones y a la hora del sufragio se asoma el fantasma de la abstención. Eso pasó en Anzoátegui.
Trajeron a Aristóbulo la primera vez para luego, después de ser elegido como gobernador, llevárselo para Caracas como vicepresidente, le dan un cargo en un ministerio bufo, lo lanzan a la constituyente, queda electo como constituyentista para de nuevo traerlo e imponerlo como candidato a la gobernación del estado. Ya estaba como un cohete quemado. El descontento de los camaradas Anzoatiguenses era obvio, el candidato que la mayoría aspiraba era a Nelson Moreno, que de haberlo sido hasta la misma oposición dice que hubiera ganado, pues Nelson en toda su trayectoria política no ha dejado de tener contacto con la masa, esa que conforma la mayoría, los más humildes. No fue un alcalde de oficina como tampoco lo fue como gobernador encargado. Sin ninguna duda era el candidato natural, pero en el PSUV no entendieron esto o se impuso una mano peluda. No voy a asegurar que con Nelson Moreno teníamos asegurado el triunfo, pero si hubiésemos perdido con él como candidato la gente estaría más conforme, los foráneos nunca son bien vistos en estos casos, aparte que la maquinaria publicista no funcionó como debía. En todos los barrios de Puerto La Cruz y Barcelona, por ejemplo, destacaba mucho los afiches de Barreto Sira, mientras que los de Aristóbulo brillaban por su ausencia.
Aristóbulo en esta campaña no visitó ningún barrio de Puerto La Cruz o Barcelona, donde está la mayoría votante sobre todo del chavismo, eso le molestó a la gente de esos sectores, lo que le permitió a los adecos colarse por una rendija a la chita callando y allí están los resultados, perder con un candidato que tiene un rabo de paja más grande que el cometa Halley.
¿Qué queda ahora por hacer? Lo primero es que los alcaldes se pongan pilas y trabajen porque lo que se avizora es un sabotaje a sus gestiones para la derecha (los adecos), apoderarse de las principales o todas las alcaldías y así si es verdad que estaremos bien jodidos, A mi no me cabe la menor duda que las guarimbas volverán, no solo en Anzoátegui, sino en todos los estados ganados por la oposición, recordemos cual fue su oferta electoral:"sacar a Maduro del poder" y comenzarán por hacerle imposible la gestión a los alcaldes chavista.
Lo que viene no es nada halagador, el despido de funcionarios públicos será masivo y para ello utilizaran el maltrato, vejaciones y la amenaza de la venganza estará latente. Todas las obras y logros sociales realizados por la revolución en esos estados serán pulverizados. Esa es una costumbre muy adeca, no dejar un solo recuerdo de lo hecho por gobiernos anteriores a ellos, incluso las obras sociales. No quiero ni pensar que pasará con los CDI, ya veo a esos humildes compatriotas que madrugan para recibir atención médica en esos centros de salud creados por el gobierno revolucionario pasando penurias porque estos centros han sido eliminados prácticamente al dejarlos en el abandono, a menos que el gobierno nacional se encargue para que continúen funcionando..¿ y que pasará con los colegios públicos controlados por las gobernaciones y con los comedores populares?. Les aseguro que no exagero, pero el arrepentimiento de haber elegido a un candidato de derecha como gobernador será mayor que el que tiene los que impusieron a un foráneo como candidato en Anzoátegui.
Pero pensemos en un futuro no muy lejano. No tengo ninguna esperanza en un gobierno adeco, menos con el gobernador electo, así que hay que ir aceitando bien la maquinaria y hacer los preparativos para un referéndum a mitad del periodo de estos gobernadores opositores, tal como lo reza nuestra constitución y que no nos vuelvan, al menos en Anzoátegui, imponer candidatos, aquí hay suficientes lideres para ser elegidos, gente que ha pasado años trabajando por el proceso revolucionario y conocen muy bien las necesidades del pueblo.. Esperemos que aprendan la lección.