Es bonita, de eso no hay dudas, yo diría que bella y hasta se me antojaría decir que hermosa. Pero todos esos atributos físicos quedan opacados por ese rictus de odio que proyecta. Quizás ella no es así, pero lo cierto es que da a entender que no le agrada estar rodeada de chavistas o revolucionarios, como buena opositora adeca recalcitrante que es. ¡Ojo!, no la estoy atacando como dama, no lo haría ni con el pétalo de una rosa, como se dice y tiene que ser. Pero en política no hay distingo de sexo ni de clases cuando de hacer críticas se refiere. Lo cierto es que para sacarle una sonrisa a esta dama, gobernadora del estado fronterizo Táchira, es más difícil que darle un pellizco a un cascabel enrollado, (María Corina se queda atrás) pero Maduro casi lo logra, sobretodo cuando comenzó a repartir aquella catajarrea de cobres para los estados en el consejo federal de gobierno. Ella estaba circunspecta, pero casi la traiciona el subconsciente y cambia su acartonado rostro denotando una inocultable alegría cuando el presidente lee lo que le corresponde al Estado Táchira; 82.085 millones para el estado y 37.623 millones para la gobernación, una pelusa
Cuando el presidente Maduro invitó por primera vez a los gobernadores de oposición para un diálogo ella no asistió justificando que tenia otros compromisos, pero esta vez no falló y llegó puntualmente a la cita con el mandatario. Por la plata baila el mono, como dicen por ahí. Maduro los recibió y despidió con un apretón de mano y al parecer (dicen, yo no lo escuché), que le dijo "sonríe chica". Ahí está la grandeza de Maduro, siempre dispuesto a tender su mano, o las dos.
Vamos a ver que hacen estos gobernadores, incluyendo los revolucionarios, con esa montaña de real. No hay excusas para que las calles y avenidas continúen llenas de huecos y basura, para que no se ejecuten obras de envergadura y se solucionen los problemas que aquejan a las comunidades y cancelen las deudas a sus trabajadores. Esperemos que esos recursos no vayan a parar al bolsillo de los corruptos e infiltrados que pululan alrededor de las instituciones cual buitres hambrientos de satisfacer sus apetencias personales.
Esperemos también que la zona fronteriza con el "hermano" país vecino no se convierta ahora en un transitar de paracos, contrabandistas y toda clase de bichos de mal vivir e igual deseamos que la dama acartonada sea fiel a su juramento en la Asamblea Nacional constituyente y no reivindique el guerimbeo en ese estado y lo mantenga en sana paz, que es lo que queremos todos los venezolanos y ver si de esas cuatro gobernaciones sale una oposición seria que sin cambiar sus ideales trabaje en colaboración con el gobierno revolucionario para sacar al país adelante, porque lo que tenemos ahora es una banda de cagapatios como opositores que son los propios analfabetas políticos, que no acaban de entender que en política al enemigo se combate con ideas y no con violencia.
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