Cuando escuché decir al moderador de uno de esos tantos programas de opinión del Zulia, que: "Hay que votar por Omar para apoyar a Guanipa", recordé el catálogo de contradicciones que con derecho de autor y todo, tiene registrada la oposición en el libro record guinness. Pero esta en particular, es una expresión muy sustantiva que contiene el quiebre de dos sectores y el asentimiento de la derrota política. Refleja además, la desidentidad y el no reconocimiento mutuo entre los miembros de la casta dirigente, cualidades que, sumadas a factores tutelares exógenos bien conocidos, les imposibilitó consensuar en torno a estrategias para llegar al poder, y menos para intentar presentar una mediana propuesta de gobierno creíble.
Esa rivalidad manifiesta en el llamado a votar por Omar para apoyar a Guanipa, entiéndase para que pierda Rosales, como efectivamente debe pasar sin esa "ayudadita", persigue castigar a Manuel por desoír la solicitud abstencionista de los jefes del norte en la vocería criolla, castigo que tendría como pena máxima, dar al traste con su pretendida búsqueda de la candidatura presidencial.
Ante ese marasmo de indecisiones opositoras, de un paso hacia adelante y uno atrás, en el contexto de una guerra demencial que hace mella en el pueblo, muy a pesar de esto último, la pelota está de este lado de la cancha. Y el chavismo se presentará en estas elecciones en el Zulia con una candidatura robusta, vigorosa, cargada de pueblo y esperanza.
La candidatura encarnada en Omar Prieto, quien con su gestión y carisma ha conseguido labrar un nuevo liderazgo en las filas del chavismo en el Zulia, abre un nuevo compás a la esperanza, que algunos comparan con aquella incubada en el imaginario de los zulianos cuando Luis Hómez fue candidato en; con mucha razón por ser el primer candidato de izquierda a la gobernación con opciones reales. Hoy con muchas razones también, las expectativas son enormes, por lo que los sectores, frentes, movimientos sociales, trabajadores, estudiantes, intelectuales hombres y mujeres con mucha emotividad propician encuentros para ofrecerle respaldo y acompañarlo. Se ve la posibilidad de tener un gobierno regional más allá del claustro del palacio de los cóndores, que gobierne en y con las comunidades, abriendo espacios para bibliotecas, canchas, propiciando y respaldando los mercados populares y la producción, así como parándole la oreja a todos los sectores, en fin haciendo un gobierno del pueblo y para el pueblo.
Así muchos vemos al futuro gobernador, por lo que, sin sectarismo, todos saldremos a votar, como lo hemos venido haciendo en los momentos de mayor incertidumbre sobre los destinos de la nación, y este es uno de esos momentos. Se trata de salvaguardar los intereses inmediatos de los más necesitados, así como de salvaguardar la integridad geopolítica desde el Zulia.
