Por fin, después de largos años de elecciones, de depositar el pueblo su confianza en políticos inescrupulosos, en sujetos que después de haber sido electos y desempeñado los cargos para los cuales fueron designados han terminado su gestión en un amargo y frustrante fracaso, o peor aún, en la cárcel por corruptos, los zulianos podrán elegir un gobernador a la altura de sus más urgentes y perentorias necesidades. Porque eso es Omar Prieto: un fiel y cabal interprete de las preteridas y escamoteadas ansias de progreso de su querido estado Zulia.
Un Estado que después de haber producido una enorme e incuantificable riqueza, que después de haber hecho los mayores y más importantes aportes a la economía nacional, todavía está esperando a quien, desde la primera magistratura regional, o sea, desde la gobernación, le haga justicia; que le resuelva, en algunos lugares de su generosa y dilatada geografía, como es la de Maracaibo, por ejemplo, el secular y antiquísimo problema del agua.. Afortunadamente, esa larga y frustrante espera por alguien que se doliera del Zulia, por quien sintiera un mínimo de aprecio por su pueblo, en suma, por quien sintiera como propias sus necesidades y aspiraciones, terminó. Y terminó porque esa persona, la que por tanto tiempo han estado a esperando los habitantes de esta región, ya llegó y se llama Omar Prieto.
Y en cuanto a Manuel Rosales, hay que ver que este sujeto carece por completo de vergüenza. Porque un individuo que como él participó en un golpe de estado contra la democracia y contra el chavismo, que estuvo preso por haberle metido mano a los dineros del Estado, lo cual confirmó con su huída apresurada y clandestina al exterior, en lugar de aspirar de nuevo a la gobernación para continuar robando, lo que debería hacer, si tuviera un mínimo de respeto por la gente decente de esta región, que rechaza sin contemplaciones a los delincuentes, sería permanecer callado y escondido en un inmundo albañal, que es el habitat natural de individuos tan bandidos como él.
En cambio de eso, como si no hubiera hecho nada ilícito y repudiable, como si los gigantescos desfalcos que perpetró contra la gobernación, que fue un desfalco contra el pueblo, hubiera sido una singular hazaña, una hazaña digna de un clamoroso aplauso, anda, con un cinismo propio de quienes han caído en la mayor depravación, pidiéndole el voto a la gente, como si esta fuera tan inmoral, pero sobre todo tan idiota, que sería capaz de descender a los niveles de ignominia a los que Manuel Rosales ha descendido. Y como si no bastara todos los desafueros que contra la cosa pública perpetró, ahora este inescrupuloso sujeto, en el colmo de su desvergüenza, anda tratando de convertir la réplica de la Chiquinquirá que construyó, en cómplice de sus innumerables latrocinios.
Por eso, quienes creemos que el Zulia merece un destino mejor que el que le podría deparar un triunfo de la corrupción y el delito, en este caso representados por Manuel Rosales, ex-prófugo de la justicia, votaremos masivamente por Omar Prieto y por los demás candidatos de la esperanza.
INSÓLITO: No estamos de acuerdo con lo expresado por Diosdado Cabello en su programa "Con el mazo dando". Este alto dirigente del PSUV, entre otras cosa a favor de Manuel Rosales, dijo, en el mencionado programa, que este ex-prófugo de la justicia había resurgido como político. Y lo dijo, sólo por haberse postulado como candidato en las próximas elecciones para gobernador en este Estado. El connotado corrupto hubiera resurgido del ignominioso pantano en el que se hundió por sus numerosas y repugnantes fechorías cometidas contra los dineros de la gobernación, si hubiera ganado las citadas elecciones. Pero eso no ha ocurrido ni ocurrirá, porque el ganador por una aplastante ventaja en esos comicios será Omar Prieto, quien le dará al corrupto un a formidable paliza. Te lo apuesto, Diosdao.