Hace meses, desde el 2019 comienza un periplo de debates y discusiones relacionados con la necesidad histórica de cambiar no solo el escudo, sino el nombre del municipio que funge como capital del estado Bolívar. En ese momento se hace un llamamiento a participar a todo aquel que siente nuestra ciudad, la otrora Angostura, la de Bolívar, la del congreso constituyente que crea la tercera república, la de moral y luces como polos de una república. Un cambio de nombre, como respuesta al proceso Constituyente de Refundación Profunda que vive nuestro país y del nuevo ciclo que demanda revisión, rectificación y cambios para que se plasmen en la transformación y fortalecer nuestra identidad en defensa de la soberanía nacional. Bolívar, siempre Bolívar.
Ahora bien, después de ojo sacao, no vale santa Lucia, fueron meses de convocatoria para debatir esta fase histórica del municipio, fueron convocados Godos y Mantuanos, políticos de orilla, comerciantes, chavistas, CLAPS, funcionarios, en fin, todo aquel que hace vida en el municipio y quienes asistieron, tuvieron la oportunidad de participar en el convite. Fueron muchas las posturas como las expuestas por mi hermano abogado Alfredo Castro, quien jamás estuvo de acuerdo y presento sus alegatos, pero estaba solo y hasta ahí llego con su gallardía. Yo lo reconozco, pero no vale santa lucia. Reuniones que hizo la profesora Marisol Palacios con historiadores e investigadores para la profundización de elementos históricos y legales, estudiantes, profesores, radiodifusores, equipos políticos, foros abiertos y radiales, comunicadores alternativos entre otros miembros de la sociedad bolivarense sustentaron la propuesta, eso da carácter vinculante y caché, a la decisión tomada el 15 de febrero en el cuadrilátero de la historia.
Es importante resaltar que con este cambio de nombre al municipio, no se desconoce el legado del prócer Tomas de Heres, se mantendrá vigente en nuestra historia local como Angostureño, Secretario del Libertador Simón Bolívar en 1824, Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores de Perú en 1825 Gobernador de la Provincia de Guayana desde 1836 hasta 1840 y editor del Correo del Orinoco. Su legado se mantiene en los nombres de espacios, instituciones e iconos de nuestra Ciudad Bolívar, caso aeropuerto y, si tenemos que colocar su nombre completo en avenidas, calles y muelles, no titubearemos en hacerlo. Pero que quieran manipular, los mismo bagres de la política de siempre con este hecho, tampoco lo permitiremos. Los que llegaron tarde a este sarao político, lamentable por ellos. Debemos tener cuidado con las mentes pasivas y conservadoras y con los activistas de la parapolítica, porque jamás estarán preparados para ser progresistas.
Son tiempos de transformaciones. Hoy estamos convocados a las 3R de Valerio; Respeto, reconocimiento y reenamoramiento, así lograremos que entiendan en cada rincón de nuestro estado y del país, no solo el nuevo nombre del municipio capital, sino la necesidad perentoria de seguir profundizando la revolución de Hugo Chávez.
A LO INTERNO: Mosca con los Iscariote, la godarria y el mantuanaje. Son un peligro andante.