I.
La historia de la humanidad registra que todas y cada una de las formaciones sociales, independientemente su ubicación geográfica, población y desarrollo científico, desde tiempos inmemoriales hasta el año 1945 (fin de la segunda guerra del capitalismo) consolidaron sistemas de salud basados en un régimen típico de alimentación y medicina (productos naturales y terapias) que les permitía mantener una salud integral (todos los sistemas funcionando en armonía) para garantizar una larga vida en condiciones dignas y poco vulnerables.
Esta es la razón esencial por la cual existen en el planeta miles de diferentes sistemas de salud (muchos invisibilizados, perseguidos y atacados) cuyo factor común es ser pensados y desarrollados desde cada realidad (ambiental, territorial, corporal, mental y espiritual) con el fin de garantizar la vida colectiva. Esto los hace eficientes y eficaces, apropiados y apropiables porque son "hechos a la medida" de la necesidad.
Después del año 1945 se impuso la colonización del pensamiento (pensar la solución de problemas con ideas extranjeras fuera de contexto) y en consecuencia los sistemas de salud pasaron a depender del capitalismo, quien impuso en toda su área de influencia, como pensamiento único la salud moderna, soportada en la comida industrializada (chatarra, rápida, light) y la medicina alopática (cirugía y fármacos).
Pero este sistema de salud moderna, impuesto por el capitalismo, después de 70 años no garantiza la larga vida en las condiciones dignas y poco vulnerables que aspira toda sociedad, ya que no alimenta, solo alivia y no cura enfermedades, crea dependencia, tiene múltiples efectos secundarios, es costoso, los elementos patógenos se hacen invencibles y no ha eliminado los grandes males que afectan a la población mundial.
II.
Las cifras de mortalidad en los sistemas de salud moderna en el mundo, crecieron de manera alarmante, independientemente de cantidad e intensidad de fármacos, cirugías y productos industriales comestibles, creados y aplicados a los pacientes.
En Venezuela se replica ese terrible panorama con el agravante que hay un bloqueo económico. Gente que no tuvo acceso a la medicina moderna, ni a otra medicina, murió o se deterioró aceleradamente.
Sin embargo, un sector de la población que por diversas razones, se mantuvo lejos o con poca influencia de la medicina moderna y la comida industrializada, pero la sustituyó por alimentación sana y medicina natural, ha visto mejorar su salud, ya que dejó de consumir excesos de azúcar, colorantes, harinas refinadas, preservantes, fármacos, grasas, carnes. Por otra parte, rescató el uso de plantas medicinales para potenciar las defensas y potenciar el funcionamiento de algunos órganos del cuerpo humano.
En consecuencia, dejó de ser obeso, hipertenso, diabético y de sufrir otros males del modernismo.
Hay un aprendizaje colectivo sobre las potencialidades que tenemos en Venezuela para recuperar y consolidar la salud integral en base a la tradición y la diversidad de plantas medicinales y alimenticias que hay en nuestro territorio. A eso se le suma el talento y la sabiduría para sanar que hay en las entrañas del pueblo.
Estos elementos son valiosos a la hora de construir una perspectiva.
III.
Considerando los resultados exitosos obtenidos por nuestro pueblo en medio de una guerra económica, la organización popular por la salud, la política pública por la salud natural y la seguridad que el imperialismo seguirá adelante con sus políticas para enfermar a todo el mundo, vemos como perspectivas para consolidar la salud integral en Venezuela:
a) Fortalecimiento del sistema público de salud incluyendo el Plan de Salud 100% Natural. Siguiendo el ejemplo de Nicaragua y sus clínicas de medicina natural.
b) Publicación del catastro nacional de plantas medicinales y alimenticias. Por ejemplo, Municipio Falcón del Estado Falcón productor de Bledo (Amaranto) y Anamu (Mapurite).
c)Taller itinerante sobre Medicina Natural en caso de catástrofes (guerra y desastres naturales) para dictar a GMHP, Cocineras de la Patria, Clap y milicia.
d) Creación de la Licenciatura en Etnosalud como carrera universitaria.
e) Desarrollo del Congreso Nacional de Salud Integral.
f) Desarrollo del Plan de formación en acupuntura.
g) Incorporación de la Medicina Tradicional Venezolana en el texto constitucional.