En grabaciones secretas obtenidas ésta semana por el investigador estadounidense Jeremy Scahill, el presidente de la conocida empresa de mercenarios, Blackwater, reveló planes para ejecutar guerras clandestinas en varios países del mundo.
En las grabaciones, Erik Prince, fundador y presidente de Blackwater, (ahora conocido como “Xe”), explicaba que Blackwater enviaría mercenarios armados, contratados por el gobierno de EEUU, para luchar contra “terroristas” en Nigeria, Yémen, Somalia y Arabia Saudita. Específicamente, el objectivo de esas misiones sería combatir la influencia de Irán en la región, confirmó Prince en sus declaraciones.
Según Scahill, Prince también reveló información sobre las operaciones clandestinas que Blackwater está actualmente conduciendo a través de cuatro bases de “operaciones de avanzada” controladas por la empresa contratista en Afganistán. “Nosotros construimos cuatro bases militares, las equipamos y las manejamos”, dijo Prince, explicando que están ubicadas en las zonas norte, sur, este y oeste de Afganistán. Una de las cuatro bases operadas por Blackwater, FOB Lonestar, está justamente a menos de 10 kilómetros de la frontera con Pakistán. “¿Quién más ha construido una base de operaciones de avanzada cerca a la ruta de infiltración del Talibán?” preguntó Prince, orgulloso de sus operaciones.
Permitir a una empresa privada operar “bases militares” en un país extranjera en el contexto de una guerra está en plena violación del Convenio de Ginebra y las leyes internacionales que regulan a los conflictos armados. No obstante, Washington no ha suspendido las operaciones. Hasta la fecha, las agencias de Washington han hecho contratos por encima de los dos mil millones de dólares con Blackwater, desde el 2002.
El presidente de Blackwater también mencionó su trabajo en Pakistán, lo cual desmiente la línea oficial de Washington sobre su supuesta ausencia en el país asiático. Prince admitió que Blackwater está realizando operaciones secretas dentro de Pakistán, financiadas por el Pentágono y la CIA, como parte de la “guerra contra el terrorismo”.
En cuanto a Irán, Prince reveló que Blackwater está activamente ejecutando un plan “maestro” para organizar una rebelión Shia en la región. “No van a poder lograr resolver el problema (de Irán) con unos soldados uniformados. Es demasiado sensible. El sector privado puede operar allá con huellas casi invisibles”, dijo Prince, agregando que el uso de contratistas privados para conducir esas operaciones contra Irán sería mucho más económico que una guerra tradicional.
AMÉRICA LATINA
Desde el 2004, Washington también ha mantenido un contrato con Blackwater y otras empresas contratistas para el uso de 500 mercenarios “latinos” (o que hablan español) que están permanentemente preparados para ejecutar acciones clandestinas en América Latina. De estos 500 mercenarios, un equipo está específicamente dedicado a Cuba y forma parte de los esfuerzos de Washington para promover un "cambio de régimen" y una "transición" en la isla caribeña.
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