¿Quién es el culpable?

Sobre el caso de los alimentos descompuestos

Es claro que la derecha y sus secuaces, el estratega miserable que trajeron un tal rendón, sólo tiene en mente lo perverso; entre más daño y crisis pueda crear mejor, de ahí, que la línea trazada, inicialmente fue lo de la comida perdida, donde hicieron daño y trasmitieron para el mundo lo que quisieron decir, pero como no les funcionó han decido irse por el tema de la inseguridad, de ahí lo de bobolongo y otros medios, atacar pero en un solo camino, donde la prensa internacional, en componenda, pueda hacer daño, multiplicando las mentiras trazadas por los llamados estrategas del mal.

A pesar que lo de la comida perdida ha venido perdiendo interés, sería importante destacar algunos elementos en función de defender la importante política trazada en PDVSA, a través de MERCAL y PEDEVAL, haciendo las criticas debidas y asumiendo nuestras responsabilidades. Pero entendiendo siempre que “PDVSA es una gran empresa. Su desempeño no tiene comparación a nivel mundial, ninguna empresa del mundo es más humana, ninguna se importa más por la gente. Es pilar fundamental del socialismo, por eso la atacan, y el deber de los revolucionarios, de los patriotas, de los hombre de buena voluntad, es defenderla siempre, sentirse orgullosos de ella”. Así mismo, es importante destacar lo esgrimido por Rosa Tristán “PDVAL ...nació y opera hasta hoy en situación de guerra, de enfrentamiento con los capitalistas, que usan el desabastecimiento como arma, concluiremos, sin dudas, que PDVAL, es una creación heroica

Para una mejor comprensión del problema, es necesario saber que para el mes de agosto de 2007, uno de esos siniestros conspiradores, directivo de fedecamaras y presidente de CAVIDEA, Alfonso Rivas, llamó al pueblo venezolano a prepararse para la lucha. Eran los meses de la campaña sobre el referendo aprobatorio de la Reforma Constitucional. La lucha fue planteada con un boicot alimentario, por ello desaparecieron muchos productos de primera necesidad, sobre todo en los supermercados de las clases medias; también desaparecieron medicinas y alimentos esenciales, en especial para niños lactantes, diabéticos, hipertensos y enfermos crónicos entre otros.

Las redes MERCAL, incipientes y precariamente extensivas en todo el país, paliaron la grave situación de desabastecimiento. Sin embargo, cientos de miles de toneladas de alimentos y medicinas fueron acaparadas, de ahí que la oposición anunció que la del 2007 sería una navidad sin hallacas. Como lo sabemos, perdimos el referendo, no hubo hambre y nos comimos nuestras tradicionales hallacas, acompañadas de una buena bebida, es indudable el extraordinario esfuerzo de importar y distribuir alimentos en calles y plazas de toda Venezuela.

La reacción del Gobierno no se hizo esperar. El 8 de enero del 2008, Chávez anuncia la promulgación de la Ley de Seguridad y Desarrollo Alimentario y crea PDVAL, donde gira instrucciones para que el Ministro Rafael Ramírez asuma la dirección de este nuevo compromiso. La Ley crea un fondo de reserva de alimentos equivalente a tres meses de consumo y los tecnócratas de PDVAL, en desconocimiento absoluto de que se estaban metiendo con uno de los sectores estratégicos controlado en su totalidad, por la embajada estadounidense, en Caracas, ignoraron por completo que la seguridad alimentaria de Venezuela se encuentra atada de pies y manos al sistema de seguridad alimentaria de USA. Con prepotencia estudiaron el asunto de la dependencia alimentaria de Venezuela, su falta en elemento ideológico les impidió entender el problema en su totalidad. Se fueron por lo aparente, por lo pseudo concreto, cuando el problema era de mayor envergadura.

Necesario entender que Venezuela importa un promedio de 330.000 toneladas mensuales de alimentos, a través de 87 empresas o holdings, las cuales integran a CAVIDEA, con el agravante que la totalidad de esas empresas tienen capital norteamericano, incluida la tan mentada POLAR, de modo que ABBOT LABORATORIES, HEINZ, KELLONGS, COCACOLA, PEPSICOLA, KRAFF FOOD, MEAD JOHNSON, en si todas procesan para Venezuela unas 786 marcas de productos que consumimos los venezolanos diariamente.

Este monopolio norteamericano controla absolutamente el mercado y la competencia del consumo de alimentos importados y para hacerlo científicamente disponen de una empresa (como en su oportunidad lo fue INTESA para PDVSA), esta empresa se denomina AGB Panamericana de Venezuela Medición C.A., la cual realiza los estudios de posicionamiento de marcas, niveles de consumo, campañas para incitar consumos, incluso sacar del mercado venezolano aquellas marcas que no pegan. Tienen incluso una empresa que garantiza la producción de todos los envases, etiquetas, tapas, en su totalidad de plásticos denominada Envases Venezolanos C.A., también norteamericana. Esto les permite fijar precios de comercialización de los alimentos en Venezuela, desde USA.

Para distribuir 330.000 toneladas  de alimentos importados mensualmente a través de CAVIDEA, desagregados en millones de envases contentivos de líquidos y semisólidos, los norteamericanos cuentan con la Asociación Nacional de Suministros Alimenticios (ANSA), eficiente holding de 3.200 supermercados y abastos, 8.000 panaderías y bodegas, 27 cadenas de frio, 96 frigoríficos, incontables patios de almacenamiento, depósitos y centros de acopio y un parque automotriz que puede estar en el orden de los 60.00 vehículos de carga pesada y liviana.

Así las cosas, ignorando a ese gigante cuyos operadores en Venezuela con CAVIDEA y ANSA, nuestros camaradas de PDVAL se fajaron, en primer lugar, a reunir el millón de toneladas métricas que era necesario importar para cumplir con el mandato de la Ley de Seguridad Alimentaria; menos mal que apenas llegaron a 550.000 toneladas, de la cual una gran parte logró distribuirse a través de la red Mercal, la cual no cuenta con cadenas de frio y no tiene por aproximación la red ANSA ( todavía no habían sido nacionalizados algunas redes: Éxito y CATIVEN) y por impericia cayeron en la trampa tendida por CAVIDEA y ANSA, que negaron la cooperación para almacenar y distribuir la masa de alimentos importados en paralelo por PDVAL; en una primera etapa, porque simplemente en el año 2008 soltaron al mercado venezolano los alimentos que tenían acaparados desde el año 2007; en el año 2009 se dieron cuenta de la incapacidad de PDVAL de procesar la etapa final de envasado para distribuir y esperamos que las precarias cadenas de frio (containers, refrigeradores alquilados) colapsaran, se perdieron los alimentos o vencieron la fecha de consumo, para que entrara en funcionamiento la eficaz maquinaria mediática que tiene el imperio instalada en Venezuela.

A pesar de los errores, la renta petrolera, gracias a PDVSA, ha tenido una distribución popular, ahora esa renta debe utilizarse para construir el socialismo. Esto es lo que el imperio no perdona y desearía que Venezuela fuese como México, donde  Pemex para 2000 a 2009, registró ventas acumuladas por ocho billones 841 mil millones de pesos y pagó impuestos por seis billones 185 mil millones de pesos, es decir, el equivalente a 70 por ciento de sus ventas, de modo que al estado le entró  437 mil millones de pesos, cifra que representa cinco por ciento de sus ventas totales.

 Como vemos USA no quiere saber nada de lo señalado por López Obrador en su libro ´La mafia que se adueño de México…y el 2012´ “…Estados Unidos devora a dentelladas un país hermano de este hemisferio, al que ya una vez arrebató más del 50% de su territorio, las mayores minas de oro con altísima ley, y la riqueza petrolera explotada intensamente durante más de un siglo, de la que se extraen todavía casi tres millones de barriles diarios".

La Revolución en Venezuela presenta fallas pero es la única alternativa que la América Latina tiene para poder construir la Patria Grande. Patria socialista o Muerte.   

fernandocaro69@hotmail.com



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Asdrúbal Fernando Márquez


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