Como siempre, después que se escucha alguna declaración por parte de algun vocero u organismo yanqui que atente contra el estado venezolano o algunas de sus empresas, este enseguida produce mucho ruido para hacer ver que somos un pais libre y soberano, pero por ninguna parte genera las nueces para defenderse. Y esto es lo que está sucediendo con las sanciones impuestas por los gringos contra Pdvsa: mucho ruido y pocas nueces. No hay duda alguna que esas sanciones son inaceptables por parte de un estado libre y soberano. Que tenemos que hacerles ver a la Clinton y a Obama, que nosotros tenemos relaciones diplomáticas y comerciales con el pais que se nos antoje. Que se metan sus sanciones por el trasero, o que los dos pueden irse a la mismísima mierda.
Ajá, todo eso está muy bién, ¿pero eso es todo? O sea, puro bla, bla, bla y más bla. Como siempre, pasan unos días y se acabó la función revolucionaria. ¡Coño! el gobierno no puede seguir en este jueguito: los gringos jodiendo y nosotros solo vociferando y marchando. ¿Por que el gobierno no le aplica la misma medicina ellos? ¿Es que acaso aqui en Venezuela no existen empresas yanquis a las cuales se les puedan aplicar las mismas sanciones? ¿Por que no les dejamos de enviar aunque sea unos 500.000 menos de barriles de petróleo?. Si ellos con esas sanciones lo que buscaban era nuestra reacción, Entonces, ¿por que no hacemos lo mismo, para ver como ellos reaccionan?
¿Se puede ser paciente en estas cosas? hay que recordar, que muchas veces el paciente se muere en el quirófano por no haber luchado contra la enfermedad. ¿Vamos ha necesitar que nos operen? ¿O es que acaso los otros 700.000 barriles, no tienen mercado seguro? ¿Por que no se los enviamos a Iran, y así les demostramos a los gringos que somos libres y soberanos de verdad? ¿A que se le teme? ¿Por que no pueden tomar una acción que perjudique los intereses de los yanquis? ¿Por que el gobierno sigue actuando en forma tan cobarde cuando ladran los perros de norte? Si seguimos defendiendonos solo con palabras y comunicados, estámos bién jodidos. Los gringos necesitan petróleo, y muy pronto, vendran por el nuestro. La única forma de alargar en el tiempo esta agresión, es contra atacando cuando ellos nos agreden. No hay otra
Mostrarle debilidad a los yanquis, es abrirle las puertas para una futura invasión. Ellos solo agreden al débil, a los que hablan mucho, pero no hacen nada. A los pueblos donde no existan una ferrea unidad, a paises en donde haya una quinta columna que poco a poco les vaya preparando el terreno para esa agresión. A los que sientan culillo, cuando les nombran la sexta flota, a los que les temen a la ONU, y a su consejo de seguridad, a los que le tienen pavor a la CPI y a los que sienten miedo cuando escuchan el rotor de un helicóptero yanquis en nuestras costas (tal como sucedió el 12-4-2002
Estas pequeñas sanciones impuestas a Pdvsa, solo es el comienzo de otras más fuertes que vendrán. Si, no nos ponemos los pantalones y nos defendemos con hechos y no con palabras, el gobierno y nosotros estaremos violando nuestro juramento de defender la patria, antes de que llegue el enemigo. Por que si dejamos que lleguen y ponemos nuestra defensa en las manos de la Unasur, de la OEA (¡mierda! si esta vaina no sirve para nada) del nuevo CELAC que esta por nacer o de la ONU, nuestro petróleo pasará irremediablemente a las manos de los gringos: nadie nos salvará, nos dejarán tan solos, tal como han dejado al histórico y aguerrido pueblo de Libia.
En estos momentos, cuando estoy escribiéndo este artículo (ojalá tenga la suerte de que lo publiquen) son las 7.30 AM. Después de las nueve de la mañana, veremos a miles de militantes del Pesuv, marchando hasta la plaza Ó Leary donde se hará una concentración y en ella veremos a sus principales líderes y personeros del gobierno lanzándo las más duras consignas contra el gobierno de los Estados Unidos. Consignas que por cierto no harán meya alguna en ninguno de sus miembros, pués todos seguirán durmiendo tranquilos, sabiendo que el millón doscientos mil b/p seguirán fluyendo diariamente desde nuestros pozos hasta sus agotadas refinerías, para saciar su inmensa sed de energía. Así cualquiera se hace dueño del mundo, ¿no lo creen ustedes?
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