¿Crisis Colombo Venezolana por la OTAN? ¿La geopolítica Venezolana agresiva contra el enemigo Imperial y suave con sus vasallos?

¿Tenía que participar Capriles en una reunión con Juan Manuel Santos para prestar atención en mirar nuevamente como un Estado vasallo a Colombia y oír las declaraciones de un posible pliegue del Gobierno Neogranadino con la OTAN para recordar quienes son el enemigo? Creo que esos son los típicos pifeos de la diplomacia y geopolítica Venezolana que hemos vivido en 14 años de Revolución.

La cooperación ambivalente entre Colombia y Venezuela siempre será de interés económico, más que estratégicos y por unión a los fines históricos que claramente evidenciaron en su tiempo traiciones y rupturas de relaciones diplomáticas. Hay quienes se extrañan del recibimiento de Santos a Capriles en reunión política (privada) cuando ambos vienen y fueron formados en esa burguesía rancia que se apoderó poco a poco de los medios de comunicación para poder llegar a donde siempre han querido estar, en la cúpula del entreguismo y actuar como vasallos de las potencias Imperiales, de este, nuestro mundo actualmente globalizado.

Debemos recordar, que la OTAN tiene presencia (en la actualidad 47 bases más la IV Flota Estadounidense) en Latinoamérica y el Caribe, incluso mucho antes de la Crisis de Misiles. Poco a poco han actualizado sus programas de cooperación técnico militar en la región a través del Comando Sur y los países que se sienten amenazados por ese virus de libertad esparcido por los Gobiernos Progresistas durante 10 años; Colombia no se quedó atrás, ya que en su país hay 7 bases militares a la disposición de dicho Comando Estadounidense para combatir con un poder bélico convencional (utilizado según las doctrinas de guerra para la defensa o ataques ofensivo contra otras naciones) el narcotráfico y guerrilla, cuando en la actualidad incluso se llevan diálogos y mesas de paz para resolver su conflicto interno. Son este tipo de incongruencias, cuando se pretende utilizar un país de la plataforma continental Suramericana para cercar y amenazar la continua estabilidad social que se viven en estos tiempos transformadores y de justicia política, que se peca de omisión y aceptamos las ‘’buenas y bellas’’ palabras diplomáticas para mantener relaciones amistosas que nos terminan afectando más que beneficiando.

La realidad que debemos aceptar.

Es Colombia una AMENAZA POLITICA y como amenaza debemos combatirla propiamente bajo los lineamientos diplomáticos; primeramente somos la plataforma económica y alimentaria de su Norte, tanto así, que producto de los subsidios aplicados por el Estado Venezolano, estos con sus artimañas logran extraerlos y afectar a la población Tachirense, Apureña, Zuliana y del Amazonas; ¿beneficioso para la tranquilidad del Venezolano? NO. Segundo, su cultura bastante desformada producto del adormecimiento de las masas con la música, vanidades, incluso de los flagelos sociales impulsados por el narcotráfico y contrabando, han convertido en producto admirado en nuestros barrios como modelo de vida; ¿Nos beneficia culturalmente? NO. Tercero, las malas políticas migratorias de Venezuela, frente a 5.000.000 de ‘’desplazados’’ recibidos sin problema alguno, dándole incluso la nacionalidad de una manera más rápida y sencilla incluso violando normativas de sociedad establecidas por la ONU, donde claramente se establecen limites de recibimiento para evitar problemas étnicos muy parecidos a los que se vivó en los Balcanes con los Albanokosovares en Serbia trayendo como consecuencia la secesión y el establecimiento de una nueva república (la infame Kosovo), ¿Nos beneficia su carácter social y genera tranquilidad en la política interna? NO. Tener apuntaladas las bases de Malambo, Apiay, Palanquero y Cartagena (las más cercanas a Venezuela) todas hermanadas a las bases génesis de Hatos (Curacao) y Reina Beatriz (Aruba) donde se ha constatado y denunciado un sin numero de incursiones ilegales para estudios tanto de inteligencia y espionaje violando la Soberanía Venezolana ¿Nos beneficia tener vecinos así? NO.

De las acciones a tomar.

Es por eso que hay cierta decepción, porque nos guiamos con políticas diplomáticas suaves frente el verdadero enemigo que los tenemos tanto al lado como al frente y debajo de nuestra Venezuela, permitiendo que traidores y desestabilizadores (Capriles y secuaces dixit) nos sigan marcando la agenda de accionar diplomático para tomar medidas y correctivos en Pro a la defensa y estabilidad nacional; el pueblo Colombiano no tiene la culpa de los errores de sus Gobiernos, pero hay que generar presiones a través de respuestas contundentes donde se vean afectados sus intereses para que reclamen a sus autoridades entreguistas y esto se traduzca a llevar a un cauce de verdadero respeto las relaciones con ese país (diplomacia de músculos), de lo contrario, nos seguirán viendo como un país de envalentonados socialistas que en la teoría somos agresivos pero en la practica diplomática somos blandengue. Para finalizar este ligero escrito, debemos retomar en este tiempo las delimitaciones pendientes con el vecino país, esto como parte de las nuevas estrategias geopolíticas; veamos un ejemplo claro la crisis sobre los Monjes y la Crisis de la Corbeta Caldas, que nos permitieron en su tiempo ser contundentes y respetados en poder no solo frente a Latinoamérica sino a la misma OTAN.

*Comisionado para los Asuntos Internacionales de la JPSUV Caroní, Estado Bolívar.

Twitter: @DanielRamirezG

Correo: danielramirez@psuv.org.ve


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Daniel Jesús Ramírez González

Comisionado de Asuntos Internacionales de la JPSUV Caroní, Estado Bolívar.

 danielramirez@psuv.org.ve      @DanielRamirezG

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