La votación de esta Resolución se produjo un día después del atentado con bomba contra la cúpula militar del gobierno de Siria en la sede de la Seguridad Nacional en Damasco, que costó la vida al ministro y viceministro de Defensa, además de a un asistente presidencial.
El proyecto de resolución votado fue presentado por Reino Unido, EE.UU., Francia, Alemania y Portugal con la idea de incrementar la presión sobre el régimen (como lo llaman ellos) de Damasco mediante la amenaza de sanciones diplomáticas y económicas, algo a lo que Rusia y China, se opusieron frontalmente.
El texto, que también preveía el mandato de la Misión de Observación de Naciones Unidas en Siria (UNSMIS) por 45 días más, amenazaba con la aplicación de sanciones bajo el Capítulo VII de la Carta de la ONU, en determinar la existencia de toda amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz, si el gobierno no replegaba antes de diez días sus tropas de los centros urbanos y detenía el uso de armamento pesado por parte del ejército de Siria.
Igual que en los dos anteriores vetos ejercidos por Rusia y China en octubre de 2011 y febrero 2012, los países occidentales reaccionaron desmedidamente a través de los medios de comunicaciones internacionales en contra de Rusia, llegando a afirmar que tanto Rusia como China y la complicidad de Irán, eran culpables del derramamiento de sangre en Siria.
Ya los países Occidentales, luego del veto de la segunda resolución en febrero de 2012, habían reaccionado al margen de las leyes internacionales, tanto así, que Estados Unidos, a través de su Secretaria, Hillary Clinton, calificó de farsa el veto ejercido por Rusia y China y amenazó redoblaresfuerzos fuera de las Naciones Unidas junto con los aliados y socios que apoyaban el derecho del pueblo sirio a tener un futuro mejor, dijo: Trabajaremos para buscar sanciones regionales y nacionales contra Siria y fortalecer las que ya tenemos. Se aplicarán con gran rigor para secar las fuentes de financiación y las entregas de armas que mantienen la máquina de guerra del régimen.
El 24 de febrero de 2012 y por iniciativas de Estados Unidos y Francia se realizó en Túnez, la primera reunión de Amigos de Siria con la participación de 150 países y organizaciones internacionales para supuestamente hallar soluciones al conflicto sirio, sin la presencia del Gobierno de Damasco que no fue invitado, y con la participación del ilegítimo Consejo Nacional Sirio (CNS), que exigió a los presentes ayuda militar.
Dicha reunión solo sirvió para dos cosas: Primero: Reconocer al Consejo Nacional Sirio (CNS) como el máximo organismo opositor del gobierno de Siria. Segundo: crear un fondo económico para pagar los salarios y armar a los mercenarios del autollamado Ejército Libre de Siria, brazo armado del Consejo Nacional Sirio. Todo esto al margen de las leyes internacionales.
Esta era la alternativa paralela presentada por los países occidentales al segundo veto ejercido por Rusia y China a la Resolución del Consejo de Seguridad en contra de Siria.
Posteriormente a esta reunión de los supuestos amigos de siria, no del gobierno, Rusia organizó en Ginebra Suiza en junio de 2012, mesas de trabajo para proponer salidas a la crisis de Siria.
En esta reunión se alcanzó un principio de acuerdo para la creación de un gobierno de transición, con la inclusión de miembros del actual gobierno del Presidente Bashar Al Assad y la Oposición extranjera e interna de Siria, como elemento esencial para la pacificación del conflicto armado del país.
El acuerdo final, conocido como Acuerdo de Ginebra, fue suscrito por los miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Rusia, Estados Unidos, China, Gran Bretaña y Francia), asimismo por Turquía, países miembros de la Liga Árabe, la ONU y la Unión Europea.
La actuación de Rusia en el ámbito diplomático internacional en defensa de Siria ha sido constante y sin vacilaciones, esto ha hecho que la propia institucionalidad del gobierno de Siria no se haya fragmentado, sino que muestre, al transcurrir los meses más cohesión.
La resistencia y la constancia de Rusia para tratar los temas diplomáticos, a pesar de la gravedad, ha hecho que los países de occidente minimicen la posibilidad de la aprobación de una Resolución del Consejo de Seguridad, que sancione a Siria y que luego, pueda servir para una intervención armada de la OTAN o países aliados.
Podemos afirmar, que desde hace algunos meses de lo que va del año 2013, las posturas internacionales han cambiado a favor de la diplomacia del gobierno de la República Árabe Siria, esto se debe a tres hechos principales: UNO, las derrotas continuas que vienen sufriendo los brigadas mercenarias en todo el país. DOS, la inclusión del grupo mercenario Al Nusra, por parte de EEUU y la Unión Europea, en la lista de grupos terroristas. TRES: La fragmentación de la Coalición Opositora de Siria en el extranjero. Estos factores, sumado al continuo apoyo de Rusia, han hecho recular algunas políticas internacionales en contra de Siria.
El 22 de mayo de 2013, se realizó una segunda reunión de los amigos de Siria en Amman, donde asistieron de 150 países de la primera reunión en Túnez, sólo once, sumando al país anfitrión, esta vez Jordania. En dicha reunión no se habló, como en la primera, de buscar métodos fuera de las leyes de la ONU para invadir a Siria, sino que se elaboró una estrategia para participar en la Conferencia de Paz para Siria o reunión de Ginebra II, propuesta por EEUU y Rusia, a comienzos del mismo mes de mayo de 2013 y bajo los principios del acuerdo de la reunión de Ginebra I y donde deben participar, según el acuerdo, miembros del gobierno del Presidente Bashar Al Assad y de la Oposición Política y armada de Siria.
De igual manera la Liga Árabe, quien en el mes de noviembre de 2011 suspendió la membresía de Siria de esa organización y que en marzo de 2013 ofreció la silla a la Coalición de la Oposición Siria en el extranjero, hace algunos días manifestó que la República Árabe Siria mantenía su asiento y que ellos no se la han entregado a la oposición Siria.
Los cambios políticos en Egipto, con el derrocamiento del Presidente de la Hermandad Musulmana, Mohamed Mursi por parte del ejército, es otro síntoma de recuperación de espacios diplomáticos con Siria en los escenarios internacionales, ya que Mursi, semanas antes de su derrocamiento, había roto todo tipo de relaciones con el gobierno de Siria. Sin embargo, el nuevo Presidente interino, Adli Mansur, está estudiando el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y comerciales con Siria, y para ello, ha ordenado la reapertura de los vuelos comerciales desde El Cairo a Damasco.
Estas posturas políticas y diplomáticas de los últimos meses, tanto de los organismos internacionales, como de algunos países hacia Siria, donde ya no piden la dimisión del Presidente Bashar Al Assad, y aceptan las reglas del juego de Rusia, hacen pensar que tanto Rusia como Siria están obteniendo una victoria en el ámbito diplomático, y que, los acontecimientos en la guerra interna de Siria y los hechos de revueltas populares en Turquía y Egipto, favorecen a la diplomacia de la República Árabe Siria, a pesar de casi dos años y medio de crisis armada.
A pesar de estos avances positivos en el ámbito internacional, no podemos dejar de lado, la reciente sanción de la Unión Europea al partido político de resistencia armada del Líbano, Hezbolá, al ser incluido dentro de la lista de grupos terroristas y que los gobiernos de Estados Unidos e Israel inmediatamente apoyaron. Este hecho, de criminalizar al Partido de Dios o Hezbolá, que viene asistiendo militarmente al gobierno de Siria, seguramente, traerá, en el terreno internacional, la puesta en práctica de nuevos artilugios de occidente para legalizar una invasión o el derrocamiento del Presidente Bashar - Al Assad.
El juego de ajedrez geopolítico y de la guerra sigue en marcha en la República Árabe Siria, no es de extrañarse que los escenarios cambien día tras día, pero, en los ámbitos diplomáticos y en el terreno, Siria y Rusia, con apoyo de Irán, avanzan a pasos de vencedores.
Twitter: @RoaJavier
JAVIER ALEXANDER ROA. Es poeta, escritor, diplomático, analista político.