Donald Trump ha anunciado la "edad de oro" norteamericana. Ha dicho que comienza ahora y ha declarado la emergencia en varios lugares del mundo donde aguardan los objetivos de sus intereses. Pero de esto, nada será en beneficio de su país como muchos lo imaginarían.
Su red de empresarios la mayoría está en sus cargos ejecutivos, y estos sueñan en los contratos de construcción, ejemplo; la declaratoria de emergencia nacional en la frontera con México. De nuevo el muro, su extensión y construcción.
Trump hizo retumbar por treinta minutos la rotunda del Capitolio con aplausos. Todo lo dicho ha quedado muy claro en el paseo global de lo que se imagina como un planeta a sus anchas y ganas sobre sus pies.
Como si fuera verdad, o al menos algo que él mismo llegara a creerse, ha señalado peligrosamente sobre un mundo que a partir de su mandato el país florecerá y volverá a ser respetado en todo el planeta. Ha recalcado ser la envidia de todas las naciones, y como si su gobierno fuera el único poderoso y los demás sean tontos útiles. Afirma que no permitirá que sigan aprovechándose tras cada uno de los días que dure su administración, sencillamente pondrán a Estados Unidos de primero.
No habla de restablecer la soberanía de Estados Unidos, sino de imponer. Promueve parte de una falsa crisis para arremeter contra muchos países. Ahora hablan de equilibrar la balanza de la justicia, y como si fuera una verdad absoluta, y contradictoriamente su Departamento de Justicia pondrá fin al armamentismo despiadado violento e injusto. Sin modestia se van confesando.
Lo de justicia y paz es más de la misma retórica. Su máxima prioridad será crear una nación orgullosa, próspera y libre. Estados Unidos pronto será más grande, más fuerte y mucho más excepcional que nunca. Pacientemente veremos, o esperaremos a cuantos derrocarán para lograr esto.
El resto entra en un guión para la victoria, como un Oscar; y dice volver a la presidencia con la confianza y optimismo de encontrarse en el inicio de una nueva y emocionante era de éxito nacional. Asegura que una marea de cambio está barriendo a su país, y que tienen la oportunidad de aprovecharla como nunca antes. Los honestos serán aniquilados. Esto será algo que el mundo presenciará.
Hasta más pronto…
