¡Guerra! ¡El “Nobel”, quiere guerra! ¡Saciar su sed! Destruyendo Siria, país que resiste por más de dos años fuerzas mercenarias apoyadas por él, su industria guerrerista y secuaces. ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia…, Santiago: 4:1-2.
El “Nobel, para lograr su objetivo ha usado máximas de sus amados mentores, Satanás y Goebbels: Individualizar al adversario en un único enemigo; Reunir diversos adversarios en una sola categoría; Cargar sobre el adversario sus propios errores o defectos; Exagerar y desfigurar la realidad; Construir argumentos a partir de fuentes diversas; Repetir una mentira para que acabe convirtiéndose en “verdad”; Convencer a mucha gente que se piensa como todo el mundo.
Acusa a Bashar al Asad de 1429 muertes, 426 niños, utilizando armas químicas. Obtiene mayoría en su congreso, quienes reciben cada uno, 728.497 $, de la industria militar, para atacar Siria. Logra apoyo de Francia, Inglaterra, Turquía y aliados árabes. Maneja sus mass media y medios satélites para convencer a la gente de la realidad desfigurada y obtener legalidad del Consejo de Seguridad.
Pero, al águila negra guerrerista disfrazada de paloma paz, le sale al paso el Oso Rojo Justiciero. Quien, al parecer, no va a dejar atacar a sus aliados, desmontando la farsa imperial: Putin, advierte a Obama “que piense muy bien antes de tomar la decisión” y le recuerda “que las acciones militares anteriores no trajeron paz ni democracia a los países intervenidos”. Le pregunta “¿Acaso se resolvió aunque sea un sólo problema en Afganistán, Irak o Libia?” “¿Tienen derecho los estadounidenses a destrozar una vez más el sistema de seguridad internacional, las bases fundamentales del derecho internacional? , y exige presentar pruebas.
Por su parte, Lavrov, canciller ruso, afirma que “todo es una puesta en escena”. Al Jaafari, embajador sirio ante la ONU, desmiente la información clasificada que presentó Kerry, secretario de estado gringo. De la Croix, una religiosa siria, constató que los videos del supuesto ataque son falsos. Cooper, un mercenario tarifado, es capturado enviando imágenes falsas a CNN. Incluso, Mc Donough, jefe del Gabinete de Obama, admitió que no poseen pruebas confiables, ni irrefutables.
En cambio Rusia, sí entregó pruebas a la ONU. Mercenarios apoyados por EEU, utilizaron armas químicas.
Los norteamericanos dicen: “Obama es igual o peor que Bush”. “Quiere acabar con el cristianismo sirio”. “60% de nosotros no queremos guerra”.
El “Nobel” sabe, que en la guerra, solo gana la industria de la guerra.