La IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata concluyó con más pena que gloria para el imperio. El hijo de Mr. Bush, es decir, el Jr., abandonó la Cumbre (¿borrascosa?) por el portón trasero, no sin antes dejar las instrucciones a sus lacayos para oxigenar la fórmula hegemónica imperialista del ALCA.
En principio, la convocatoria a la Cumbre era para la creación de trabajo y así combatir la pobreza, el hambre, el fortalecimiento de las democracias en el Continente y proteger el medio ambiente. Pero como buenos tahúres, el imperio sacó su As, -pobre As por cierto- por medio de sus serviles lacayos quienes con denuedo y efervescencia colocaron sobre la mesa la discusión sobre el proyecto ALCA, qué, aunque no estando en Agenda apareció como centro de las discusiones, para ello, salieron las marionetas, orquestadas y entusiastas, adiestradas para la pantomima.
De los 34 países convocados (con la excepción de Cuba) sólo cinco iniciaron una muy importante alianza e impidieron la imposición que el país más poderoso de la tierra quiso someter bajo la mayor presión su fórmula avasalladora y hambreadora, objetando que no están dadas las condiciones para aceptar tales propuestas. Por todos es conocido que el imperio del norte está urgido de nuevos mercados ante la crisis que está sufriendo, con déficit en las balanzas fiscal y comercial y con un dólar que día a día va en caída libre así como las erogaciones billonarias que ha generado la invasión a Iraq, guerra que de seguir así, resultará ser más larga, triste y onerosa que la Guerra de los Cien Años o la Guerra de las Dos Rosas.
Por contraste, el fortalecimiento de la gestión del Presidente Hugo Chávez fue evidente, tanto por las multitudinarias manifestaciones de apoyo a su gestión de gobierno como por los logros alcanzados en el ámbito de la región y mundial. He ahí la “inmensa preocupación de Washington”. Un poco antes de la Cumbre un asesor del presidente Jr., el señor Stephen Hadley, manifestó que -esta cumbre no es sobre Chávez- pero resulta que sí fue, una cumbre por y para Chávez aunque les duela.
La mayor preocupación del imperio es que en los próximos doce meses habrá varias elecciones en la Región, en Chile, Nicaragua, Bolivia y otras más, donde los candidatos de las izquierdas están punteando de acuerdo a los sondeos. ¿Se imaginan la preocupación del imperio que ahora no sólo tendrán que soportar a Chávez, Fidel, Kistchner, Lula y Vásquez, sino que tendrá que tolerar las futuras democracias de izquierda?. Eso les preocupa, pero… ¡sin duda alguna!, Chávez sigue siendo el más peligroso, tanto por la dimensión gigantesca del líder como por el hecho de que Venezuela sea el principal y más seguro proveedor de crudo de su nación, además, el precio del petróleo, aunque más o menos estabilizado, no bajará más nunca a los precios de hambre en que sus manipulaciones lo colocaron por casi un siglo, algo realmente preocupante. Además, Chávez es un revolucionario con los “bolsillos llenos”, argumento de quienes aseguran que está comprando voluntades y conciencias para poder seguir con su hegemonía de tirano dictador. Para nada han sido vistos con buenos ojos los acuerdos firmados por Argentina, Ecuador, Chile, Colombia y otras naciones con la República Bolivariana de Venezuela, así como la venta de petróleo subsidiado a los Países del Caribe Mar, quienes aún no han podido deslastrarse del cintillo imperial y se postraron también ante la solicitud el imperio en Mar del Plata.
De todos modos, hay quien perdió con razones y hay quienes perdieron hasta la dignidad. Quienes si que quedaron bien mal parados fueron esos recaderos que todos conocemos y por respeto a sus pueblos no menciono. Se fueron con “las tablas en la cabeza” y la cara dispuesta para enfrentar la ira de sus propios pueblos. ¡De que los hay, los hay!
...Finalmente y como siempre evocando las palabras del Genio de América quien decía “UNIDAD, UNIDAD, UNIDAD O LA ANARQUÍA NOS DEVORARÁ...”
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