En estos últimos días del mes de septiembre, se han registrado eventos de gran trascendencia en el ámbito petrolero internacional, que anticipan la alegría propia del mes decembrino y refuerzan la esperanza de vencer toda suerte de dificultades y romper con el cerco financiero internacional. Es de resaltar como positivo que el UNIÓN BANK, de un total de 41 entidades financieras en el mundo, aceptaron trabajar con PDVSA a pesar de las malintencionadas acciones de la parcializada calificadora de riesgo Standard and Poor's, al pretender declarar en default a PDVSA por desarrollar la correcta política financiera de canje de los bonos senior de 5,250% con vencimiento en el 2017, por nuevos bonos senior de 8,50% con vencimiento en el 2020, por 7.100 millones de dólares. Cabe destacar que esta invitación a participar se hizo de manera pública y voluntaria a todos los tenedores de bonos y que serán soportados con una garantía prendaria de primer grado sobre el 50,1% de las acciones que conforman el capital social de Citgo Holding INC. y serán garantizados de manera incondicional e irrevocable por PDVSA, S.A. Son los bonos de mayor rendimiento en el mercado bursátil.
Esta operación soberana no califica como contrato de interés público nacional, ya que no es celebrado por la República sino por PDVSA, como lo establece de manera firme la sentencia del TSJ y, en consecuencia, NO requiere de la aprobación de la Asamblea Nacional, prevista en el artículo 150 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
En vista de la brusca caída de los precios del petróleo y el cúmulo de obligaciones de deuda financiera en el 2017, por el orden de 7.100 millones de dólares, es una jugada económica acertada ejecutar esta operación de canje de bonos y trasladar a los años 2018, 2019 y 2020 el pago de dichos bonos, donde los compromisos financieros no son de gran importancia y se obtendría una holgura en el flujo de Caja para acometer proyectos de expansión en función de ampliar las perspectivas del mercado petrolero internacional y fortalecer la salud financiera de PDVSA, la quinta empresa más grande del mundo y poseedora, en nombre de la República Bolivariana de Venezuela, de las mayores reservas energéticas del planeta.
La intención de la oposición venezolana era hacerle el juego a los fondos buitres para que los tenedores de bonos se asustaron y terminaron vendiéndolos a precios de gallina flaca y que PDVSA no lograra el éxito que obtuvo con esta jugada maestra y disponer de un importante flujo de caja.
Pero no solo vencimos en esta importante batalla contra el cerco financiero internacional, sino que después de Argel (Argelia), se anuncia el histórico acuerdo informal que será oficializado en la cumbre de Viena (Austria), a celebrarse en noviembre, de reducir en casi un millón de barriles diarios la producción OPEP, con acuerdos importantes con países no OPEP. Creemos oportuno citar al Dr. Bernard Mommer, quien señala:
“cabe observar que el mercado mundial de petróleo de todas maneras seguirá siendo intrínsecamente inestable. Ello se debe a la presencia de dos fuerzas opuestas, ninguna de las cuales puede imponerse definitivamente, los países productores y los países desarrollados consumidores”
Si hay dialogo entre ambas y se reconocen y respetan los acuerdos, entonces la recuperación de la demanda será cuestión de tiempo. Del stock se encargará el duro invierno que se avecina y finalmente los precios del petróleo se recuperaran a niveles justos entre 55 y 65 dólares por barril.
Finalmente, para completar la exitosa faena y el cierre del mes de septiembre, destacamos la aplastante victoria de Venezuela en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, donde el gobierno corrupto del empresario Horacio Cartes, de Paraguay, presentó una resolución contra la patria de Bolívar y Chávez, acusándonos de ser violadores de derechos humanos, por instrucciones expresas de Washington y se llevó una paliza de 80% contra 20% y, por el contrario, se aprobó una resolución de respaldo a nuestro país.
Fueron por lana y salieron trasquilados.