Cuando estudiamos el comportamiento dialéctico de la oposición venezolana, en diferentes momentos de la historia y sus parecidos con la actual coyuntura, para tratar de comprender y descifrar su rumbo, aparece un elemento común que la caracteriza como irresponsable y de poco fiar, carente de liderazgo y de programa estratégico. Así es esta oposición, pero si queremos aproximarnos a su comportamiento en las mesas de diálogo, veamos lo que cuenta un relato popular africano sobre una rana muy generosa que vivía en las orillas del rio Níger. Cuando llegaba la época de lluvias, ella ayudaba a todos los animales pequeños que tenían problemas para atravesar el rio, debido a la crecida. Un día se le acercó un escorpión que quería atravesar el rio y no sabía nadar, pidiendo que lo llevara sobre su espalda. La rana, que sabía la conducta del escorpión, dudo en hacerle el favor, porque al hacerlo, este le inyectaría su veneno letal y la mataría. Al final la rana aceptó y llevó al escorpión en su espalda. Todo iba bien, la rana nadaba con soltura, poco a poco le fue perdiendo el miedo y le agarró confianza al escorpión. Llegaron a la mitad del rio y frente a ellos se divisaba la orilla a la que debían llegar. La Rana hábilmente sorteo un remolino… Fue aquí cuando el escorpión pico a la rana. Ella sintió un dolor agudo y sintió como el veneno se extendía por todo su cuerpo. Comenzaron a fallarle las fuerzas y su vista se nubló. Mientras se ahogaba, le quedaron fuerzas para gritarle al escorpión: Lo sabía pero ¿Por qué lo has hecho? El escorpión respondió: "No puedo evitarlo. Es mi naturaleza". Y juntos desaparecieron en medio del remolino del rio Níger.
Así pareciera comportarse el sector violento de la oposición venezolana, actúan conforme a lo que su naturaleza les dicta. Es así, como aún cuando existe un llamado al diálogo y el gobierno crea las mejores condiciones para que se puedan discutir y llegar a acuerdos políticos, en función de detener el Boicot a la economía y resolver el problema de desabastecimiento inducido de productos, el respeto a la constitucionalidad y el establecimiento de un cronograma electoral, como ha sido nuestra vocación profundamente democrática, el incremento de la inversión social y las políticas de inclusión que nos han permitido dignificar a la inmensa mayoría de los venezolanos; no obstante y de acuerdo a la naturaleza del escorpión, desde la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional se desarrolla un venenoso ataque a la política de soberanía energética que ubica a PDVSA y al Presidente de la empresa desde el 2004 al 2014, como blanco de tal agresión, para propiciar un vulgar y criminal bloqueo para paralizar la principal industria del país, hoy de todos los venezolanos. Implica aislamiento financiero e impedir que podamos recibir préstamos, realizar operaciones, transacciones, pago a proveedor para traer materia prima e insumos, manipulando para ello las calificadoras de riesgo y de esta manera, como la naturaleza del escorpión, insistir en el derrocamiento del Presidente Maduro.
Esto explica suficientemente la actuación de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, al presentar un informe amañado con ocho casos de presunta corrupción en la gestión del presidente de la empresa, entre los años 2004-2014, periodo en el cual se gestó la exitosa política de soberanía energética diseñada por nuestro comandante infinito Hugo Chávez, a favor de los más humildes y de la verdadera integración latinoamericana y caribeña.
Cuando nos detenemos a revisar minuciosamente cada uno de esos casos nos encontramos con que no existen pruebas fehacientes, solo presentan largos artículos de prensa de periódicos norteamericanos o europeos que dan cuenta de fantasiosas historias y operaciones encubiertas de la CIA, para presionar a empresarios vinculados a PDVSA para que se declaren culpable de delitos de extorsión y puedan ser acogidos por la justicia norteamericana. No presentan una sola prueba de que PDVSA o su presidente posean cuentas en paraíso fiscales, ni tampoco hay evidencia de daño al patrimonio de PDVSA en operaciones con bancos internacionales sometidos a procesos normales de intervención, en las cuales se le ha garantizado a Venezuela hasta el último euro o dólar, sin que implique en modo alguno perdida a la nación, así como se le quiere imputar a Ramírez responsabilidades por decisiones que tome algún funcionario del Holding público compuesto por más de 245 empresas domiciliadas en Venezuela, EEUU, Centro y Suramérica, región del Caribe, África, Asia, y Europa, que poseen sus juntas directivas y de acuerdo a las leyes, son responsabilidades personalísimas en cuanto a la administración de fondos públicos y estas juntas directivas son órganos colegiados en donde las decisiones del presidente no son unipersonales, salvo excepciones en las que no está ninguna de las señaladas.
PDVSA, por su magnitud e importancia (quinta más grande del mundo), es de las empresas más auditadas e investigadas nacional e internacionalmente, cuenta con plataforma SAP para registrar y controlar las operaciones de las grandes empresas, existen auditorias programadas, rendición de informe financiero trimestral, semestrales y anuales publicados en la página web de acceso universal, auditorias de prestigiosas firmas internacionales como KPMG, aprobación de la memoria y cuenta todos los años en la Asamblea Nacional y haber acudido a aclarar denuncias directamente, pero por si fuera poco, existe sentencia del TSJ, de fecha 25 de octubre de 2016, declarando procedente la medida cautelar innominada solicitada por este caso.
Sí está suficientemente claro que PDVSA y su presidente en el periodo 2004-2014 fueron revisados y auditados rigurosamente y no se consiguió nada que se les vinculara a hechos de presunta corrupción, ¿Por qué hoy, cuando el funcionario investigado no está en funciones dentro del holding público, sino ejerciendo de manera soberana la representación ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, se desarrolla toda esta operación escorpión contra PDVSA y la política de soberanía energética de Venezuela?
Es evidente que la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, que preside Voluntad Popular, se ha convertido en el lobby al servicio de la Exxon Mobil y sus intereses energéticos en la región, además de jugar un papelillo de oficina extorsionadora y matraquera que ahora recibe lineamientos del senador republicano por Florida, Marcos Rubio, quien les ordenó que sancionaran a Ramírez y a PDVSA, para elevar la solicitud al saliente presidente Obama en su inefable decreto bajo la orden ejecutiva 13692, para bloquear financieramente a PDVSA.
Esta es la verdadera intención de la extrema derecha venezolana. Atacar no propiamente a Ramírez, sino la política de soberanía energética diseñada por Hugo Chávez, que viabilizó el proyecto de integración de la patria grande, para enfrentar como bloque, las agresiones y la ofensiva neoliberal en el continente.
Creemos urgente y necesario levantar un frente nacional en defensa de la política de soberanía energética de la patria, que recorra y levante la moral de los trabajadores petroleros venezolanos y se pueda sumar a los esfuerzos que en toda la república se hacen para moralizar y llenar de contenido las luchas del pueblo que hoy se levanta para defender sus logros, sus conquistas y los sueños de ser libre y verdaderamente independiente.