Los lameculos deTrump

Tenía que lucirse, además de convencer. Donald Trump estaba frente al Comité Nacional Republicano, el equipo que cuida políticamente a su partido y recauda fondos. En particular, debía combatir esa especie que afeaba su estrategia de imponer aranceles a medio mundo, tildada de peligrosa. 

Y lo dijo, a escasas horas de entrar en vigor su andanada de impuestos. Le están besando el culo un montón de países, clamando por negociar y eliminar los aranceles [aplausos]. ¡Ahora sí chillan y claman por respetar a los Estados Unidos! «Por favor, por favor, señor, haga un trato. Haré lo que sea. Haré lo que sea, señor», dijo Trump que le rogaban. Se presume que fueron 75 los lameculos, esos que, desesperadamente, llamaron a Gringolandia para “negociar”.

Horas después, luego de que Wall Street se derrumbara y gente de su propio partido republicano alarmara con daños a la economía mundial, Trump reculó y pausó durante 90 días sus aduaneros impuestos. Adujo piedad ante el nerviosismo que manifestaron algunos “histéricos” que “se pasaron de la raya” con su miedo. No obstante, se presume astucia de su parte, acostumbrado a amenazar y luego recoger la red para descubrir quién ha caído en su jugada. 

Y en esta ocasión el objetivo no pareció querer desatar guerra mundial alguna, sino descubrir a los “chorreados” de siempre, como se dice en Venezuela, o a los lameculos, acepción de la Real Academia Española, y saber hasta cuánto extorsionarlos. Presuntamente fueron 75 los del tal oficio que llamaron a Trump para comerciar acuerdos.

El primer lameculos en llamarlo fue el líder de Vietnam, To Lam, quien desea sacudirse el arancel de 46% que le aplicara; acto seguido llamó Shigeru Ishiba, de Japón, quien le recordó haber sido por cinco años consecutivos el as inversor en su país; después sonó el timbre de Han Duck-soo, Corea del Sur, quien ofreció comprarle mucho gas licuado, invitándolo a invertir en navíos. Según noticias, la Meloni italiana se apresura a viajar para copar el cuarto puesto.

De acuerdo con Trump, son lameculos aquellos sus principales socios comerciales, como la UE, y Brasil por Suramérica; no lo son, los que tienen un superávit a su favor en el comercio bilateral, como Venezuela y China.

En fin, habrá que entender que tales oxiuros disponen del plazo dicho para ofrecer mejores caricias negociadoras.

Dícese que el tenaz de Trump espera por un milagro desde Venezuela, cuyo mandatario rehusó semejante acto de coprofagia.



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Oscar J. Camero

Escritor e investigador. Estudió Literatura en la UCV. Activista de izquierda. Apasionado por la filosofía, fotografía, viajes, ciudad, salud, música llanera y la investigación documental. Animal Político https://zoopolitico.blogspot.com/ https://www.tiktok.com/@comentario_politico?_t=ZM-8tvLQcVBhNX&_r=1

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