Llegamos otra vez a Navidad, la pasamos sin que las predicciones, o mejor amenazas, de dar al traste con la "dictadura" sanguinaria que aquí han impuesto los "comunistas", cayera, y comenzaran los nuevos conquistadores a cortar cabezas y a emular lo que se viene practicando en países como Argentina y Brasil, donde sí pudieron lograr. lo que aquí les ha venido quedando cuesta arriba, lo cual, por cierto, por fuerza, tiene que servir de espejo para que allí se vean quienes aun piensan que este país sería la excepción y que con la llegada del fascismo al poder, todo va a ser color de rosa, va a cambiar de la noche a la mañana y los males, muchos de ellos inducidos, que padecemos van a desaparecer como por arte de magia, y entonces el petróleo se va a disparar de nuevo a más de 100, la inflación se irá en picada y el pueblo volvería a comprar una docena de lo que hoy solo compra una unidad, por el precio de antes, las pensiones y los pensionados se van a seguir incrementando, las casas de la Misión Vivienda se van a multiplicar y no van a ser insumos para que los bancos comiencen aquí, lo que a diario se repite en países como España donde los desahucios son el pan de cada día, las universidades fundadas por el comunismo van a ser acogidas por el nuevo régimen como hijas predilectas, el presupuesto de inversión social no va a pasar a ser un gasto, reducido al máximo, sino que más bien va a ser incrementado porque las misiones en lugar de desaparecer van a a ser repotenciadas, es decir la felicidad va a volver a los rostros de todos los venezolanos amargados, porque la gente decente y buena de este país llegó al poder otra vez, para salvar la Patria de los males por los cuales pasó, solo por el hecho de haber roto el romance con el imperio y aquí los especuladores se van a convertir de la noche a la mañana en niños sumisos y no van a continuar con una práctica perversa, asumida para apalancar la salida del régimen, pero que por esa vía se hizo cultura y se arraigó de manera tan fuerte, en la conducta de quienes nos proveen de lo necesario para la vida, que no habrá fuerza humana que les haga retroceder como sujetos parasitarios de la economía, propia de un capitalismo que lamentablemente persistió dentro de la "dictadura" como un tumor maligno que esta no pudo extirpar.
Iban a ser como todos los años de la Revolución, las últimas Navidades socialistas, ilusos quienes así pensaban y aun abrigan la esperanza de amanecer un día oyéndole a cualquier locutor de pacotilla decir "tenemos nuevo presidente", como si aquí no hubiese conciencia en mucho pueblo, de que tiene que defender sus conquistas, que han sido ejemplo para el mundo de algo posible, a pesar del terrible sabotaje interno y externo para mejorar con voluntad la calidad de vida de la gente, aun cargando con la rémora cargada de vicios que se resiste a soltar los privilegios obtenidos durante décadas, de los que participa hasta la cúpula de nuestra San Iglesia, apostólica y romana.
Estas Navidades pues, se suman a todas las de años anteriores, en las que tanto aquí como en los países capitalistas, a los que han huido como ratas quienes cometieron toda clase de delitos y disfrutaron de impunidad absoluta y protegida, juraban serían las últimas para una terrible "dictadura" que, aunque ellos lo traten de ocultar, ha sido tan sanguinaria, que en todo el mundo se habla de ella como un ejemplo digno a seguir, cosa que el imperio se desvive por evitar, hasta el punto que nos ha declarado un peligro para los intereses de los Estados Unidos, sin darse cuenta que, la gente lo que entiende en realidad es, que el peligro radica en que los pueblos se den cuenta de la enorme diferencia que existe entre dos modelos, uno cuya prioridad es acumular riquezas y conquistar territorios que les garanticen su supervivencia depredadora y consumista y otro que lucha por los seres humanos para garantizarle una vida digna, de solidaridad, equidad y amor entre hermanos, que habitamos un mundo que Dios nos entregó para hacerlo vivible y al servicio de la humanidad sin destruirlo, sin contaminarlo, sin hacer lo posible por exterminar la raza humana como es lo que está haciendo en varios frentes el imperio más genocida de la historia.-
Demos pues gracias a Dios que hemos superado otra Navidad, sin que las predicciones de los perversos, se hagan realidad y que comenzaremos un nuevo año en el cual es obligante fortalecer este Proceso, como la única vía para evitar que nuestra Patria caiga en manos de quienes pujan por robarnos, el poco de felicidad que hemos venido conquistando, cada vez para mayor cantidad, sobre todo de los invisibilizados por tantos años por un capitalismo que el mismísimo Papa Juan Pablo II, hoy Santo de la Iglesia Católica, llamó salvaje, con mucha razón y propiedad.-