Hay realidades de nuestra vida en revolución cuyas razones y /o argumentos, hasta hoy, no conocemos o no entendemos y una de ellas tiene que ver con diversos acontecimientos en la vida del país, como es el significativo hecho de la seguridad de los bienes de la nación y de las personas.
Por lo menos, ¿como es que a sabiendas de que en todo nuestro territorio disponemos de estaciones de la electricidad, del suministro de agua, del aseo urbano de la empresa telefónica nacional, guarniciones policiales, militares y navales, de las instituciones de aplicación de la justicia, de nuestras fronteras, laboratorios de instituciones de investigación y mucho más, no son todas esas instancias sujetos de una fuerte y vigilancia tecnológica?
Y uno se hace esa pregunta porque sabe de noticias donde hacen de blanco del sabotaje dichas instancias y hasta donde se roban armamento de última tecnología. Para quien escribe no es fácil entender cómo pueden suceder estas cosas.
Y uno tiene que estar muy claro en todo esto porque la guerra que viene desatando la Derecha Empresarial Militar que gobierna a Estados Unidos, no es un asunto de meses sino de años y para ser más exactos de muchísimas décadas, algo muy bien planificado, con una variedad de acciones en diversos sectores que viene desde que comenzaron a meterse con el Libertador Simón Bolívar, a quien le desataron una guerrilla que incluyó lo mediático.
¡Nada descartable con lo que pudo haber ocurrido después con la muerte del guerrero caraqueño!
Los venezolanos y el resto de los latinoamericanos deben entender que lo de Estados Unidos contra nuestro Continente sureño es lo que conocemos con el nombre de una seguidilla. No han dejado de guerrear en varios estilos contra los latinoamericanos y con un propósito sencillo: Despojar al continente de sus riquezas con el disfraz de la libertad, la democracia y el desarrollo.
Por eso nada sorprende, por ejemplo, las volteretas que han dado varios regímenes en nuestras regiones. Aprecien bien las ocurrencias de Macri en Argentina, que anda como chofer loco, que no respeta viejos ni carajitos en su vía, como dice el refrán. Los ciudadanos -que al final son los culpables aporreados de la guerra capitalista- tienen las mentes bloqueadas a punta de gaseosas, del cine, de la moda, de los conciertos, de las hamburguesas, los helados y cualquier vaina tecnológica que se les ocurre producir para el mercado y todos promocionados fuertemente por las agencias de publicidad y los medios de incomunicación impresos.
Como el bloqueo mental es tan fuerte y la matriz impuesta parece pegada con cola de zapatero, hasta los niños andan moviendo sus manitas en los celulares con los más variados juegos como el Mycraft y otros y muy pocos tienen la oportunidad de hacer otras cosas de ingenio.
Basta ver lo que ocurre en Chile, de nuevo en las garras de Piñera, el mismo que dijo que, quien quiera estudiar que pague. Cualquiera diría que los chilenos no pueden pensar de esa manera, pero a fin de cuentas es posible porque ya Pinochet los masajeó por las buenas y por las malas desde hace mucho tiempo y lo que hizo fue pegar fuertemente la matriz de que ellos son la última gaseosa del desierto y se lo creyeron. Ahora, allí tienen a sus estudiantes protestando y a los ciudadanos trabajadores peleando por sus pensiones.
Ni hablar de Ecuador, un hombre en silla de ruedas al que le venían masajeando el cerebro desde hace años y Rafael Correa no detectó que la Derecha local y la del imperio ya le tenían cambiado los fusibles.
Si vamos a Colombia, los expertos dicen que EE.UU le regaló a Santos el Premio Nobel, porque cumplió con las instrucciones que le venían impartiendo desde el Pentágono, de facilitar la creación de siete (7) bases militares en su territorio -dicen que protectoras del narcotráfico- y quizá por su contribución a las acciones que desata contra Venezuela a los fines de promover una guerra.
Ni hablar de Honduras, que hasta la vacía OEA se pronunció porque realizaran nuevas elecciones en
ese país, muy controlado por USA desde hace décadas atrás, con una base militar, la misma que utilizaron para embarcar a Zelaya y sacarlo de su nación.
Hoy la historia se repite con nuevo guión.
Y pudiéramos mencionar a otras naciones como Brasil, afectada por otro payaso de la Derecha como Temer, las acusaciones contra Lula; Ni hablar de México que, como dicen para estar más controlada por el diablo y alejada de Dios.
Todo los países de este continente están obligados a cuidar científica y tecnológicamente de sus regiones, porque la Derecha Corporativa Capitalista y Militar de Estados Unidos, no ha dejado de pensar ni planificar sobre nuestros territorios y sus riquezas y para adueñarse de todo, utiliza las más variadas herramientas, pensadas y no pensadas también.
Por todo lo anterior es que uno se pregunta, ¿es que acaso los latinoamericanos nunca han pensado de lo que ha sido capaz Estados Unidos? ¿La humanidad entera, incluyendo sus organismos como la ONU, no se han dado cuenta del terrible mal que EE.UU le ha hecho al planeta?
¡Sería bueno que pensaran alguna vez?