Parece necesario aclarar a Marea Socialista que el conflicto planteado no es entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó. No, simplificar el asunto de tal manera es una manipulación.
Guaidó no ha sido más que un instrumento de Trump y de la política injerencista para poner sus manos sobre los recursos de nuestro país. Intentaré explicarlo a continuación.
Si el diputado Juan Guaidó se hubiese "autojuramentado" como lo hizo el 23 y los funcionarios del gobierno de Estados Unidos, incluido su Presidente, no hubiesen ofrecido el apoyo político a este "tirano", al que llaman "presidente interino", hoy Juan Guaidó sería simplemente un prófugo de la justicia venezolana, porque al aplicársele las normas más elementales se le podría encarcelar; si los Estados Unidos no estuviesen embargando patrimonio venezolano (Citgo) de considerable valor económico y estrechando el círculo del embargo económico y financiero como consecuencia de que ellos decidieron, desde hace unos meses atrás, que el gobierno de Nicolás Maduro es "ilegítimo" y que por tanto debían derrocarlo este 2019, no estaríamos ante un inminente riesgo de una invasión con las terribles consecuencias que ello supone para todos los habitantes de nuestro país; si el gobierno de Trump, no tuviera la complicidad de todos los gobiernos de Europa y América Latina que apoyan el derrocamiento de un Presidente Constitucional, el intento de derrocamiento tendría el rechazo unánime de la comunidad internacional y el gobierno de los Estados Unidos tendría dificultades para imponer su política al mundo, especialmente considerando el contrapeso de China y Rusia.
Juan Guaidó no solicitó la intervención norteamericana en Venezuela, ni diseñó el plan que hay en marcha para derrocar al gobierno de Maduro, todo lo contrario, el gobierno de los Estados Unidos diseñó y estructuró en cada uno de sus detalles un plan que el 23 de enero se activó mediante la "autoproclamación" de un "presidente interino", el escogido fue un señor llamado Juan Guaidó, pudo haber sido cualquier otro. Este señor apenas está cumpliendo con la tarea que le asignaron. Dicho plan contempla inclusive la intervención militar en Venezuela, si fuera el caso, a los gringos nunca les ha temblado el pulso para imponer sus políticas a cañonazos en el mundo.
Al gobierno de los Estados Unidos, ni a los gobiernos europeos, ni a los gobiernos de los países de América Latina cómplices en el intento de derrocamiento del gobierno venezolano, no les interesa ninguna consulta democrática ni electoral al pueblo venezolano, así que suponer que con un "referéndum consultivo" vamos a resolver el conflicto de un país pequeño enfrentado a una potencia decidida a conquistarlo es el razonamiento más falaz que se haya expuesto al respecto.
Un pueblo realmente decido a ser libre como el venezolano debe estar dispuesto a pagar el precio que sea por su libertad. El imperio de los Estados Unidos y sus cómplices, están dispuestos a cobrar un alto precio y los anuncios de intervención militar más que acobardar y amilanar al pueblo heredero de las glorias de Bolívar, obligan a plantarnos como en 1902 los hicieron los patriotas comandados por Cipriano Castro para enfrentar y derrotar el bloqueo de las potencias imperiales europeas.
Quienes duden de la valentía del pueblo de Bolívar y de Chávez, están invitados a preparar sus maletas y a correr por sus vidas. Sin patria los venezolanos no queremos vida, bastante ejemplo nos dejaron nuestros antepasados libertadores de cómo enfrentar y derrotar imperios.
