Venezuela es la puerta de entrada hacia todas las naciones del sur del continente americano junto con ser el país de América Latina con la fachada más extensa sobre el Mar Caribe compartiendo esa realidad con la costa meridional de los Estados Unidos de Norteamérica. Ambas realidades tienen un real-impacto en la geopolítica en lo que significa, geográficamente, todo el continente americano desde el estrecho de Bering hasta la Patagonia con sus lógicas asimetrías en considerando las variables, en lo geográfico y lo político, de algunos países que componen y conforman nuestro continente americano en el marco del impacto de las geo-estrategias particulares de cada nación.
En lo relacionado con los gobiernos que han ejercido el poder en Venezuela se nos presentan dos recientes realidades en lo geopolítico venezolano en curso tanto durante el siglo XX como en los presentes años del siglo XXI. Es de precisar que en éste, nuestro análisis, nos permitimos dejar en el tintero los primeros 60 años de gobiernos venezolanos que se ejercieron durante el siglo XX, por ahora. En ese orden, podemos afirmar que se exponen dos conceptos en sus praxis, es decir, en el ejercicio de la geopolítica, cuando nos acercamos a sus análisis tanto durante los gobiernos de la Cuarta República como durante el desarrollo actual de la Quinta República que se expresan con profundas diferencias sustanciales que nos definen dos modelos con impactos transversales en las realidades de Venezuela.
En esa línea, trataremos de explicar cómo observamos esas diferencias que exponen las profundas asimetrías ante ambas praxis geopolíticas de las mencionadas dos repúblicas venezolanas en sus relaciones, por demás inevitables, con la realidad objetiva que influye en todo nuestro continente americano como es la presencia y el ejercicio del Poder imperial de los Estados Unidos de Norteamérica como Estado y nación sobre la base real de sus intereses geopolíticos como imperio mundial. Ello significa que dicho país del norte del continente americano en su realidad como nación-miembro diseña y aprueba en decisión de Estado la política denominada "Doctrina Monroe" cual, en su significado, en precisas palabras, se la conoce en la frase político-ideológica de "América para los americanos".
En esa línea de reflexión, las particularidades existentes de corte geográfico-naturales e históricas de Venezuela se confrontan, inevitablemente, con las propias realidades geográficas, políticas y estratégicas de los EEUU de Norteamérica en su proceso histórico hacia convertirse en un poder mundial; ellas, las particularidades existentes, están marcadas por las visiones a corto, mediano y largo plazo que cada uno de los diferentes gobiernos temporales en ambos lados del Mar Caribe han tenido y tienen con respecto al otro con lo cual la geopolítica de cada uno se ve influida por los objetivos políticos y geo-estratégicos como también temporales y circunstancial-históricos, no solo a nivel bilateral como también en sus relaciones binacionales en lo continental y mundial. Ello nos obliga a definir, con precisión y objetividad, como podemos definir esa relación tanto durante el desarrollo de la Cuarta República como en las presentes circunstancias de la Quinta República. ¿A qué nos estamos refiriendo?
Nos atrevemos a definir a la visión que Washington tenía y ejercía sobre la República de Venezuela durante los diferentes procesos político-presidenciales de la Cuarta República como una muy particular relación semi-colonial de características diferentes tanto en lo político-jurídico como financiero-comercial a aquellas realidades de semi-colonia que se ejercían en China por las potencias mundiales desde la segunda mitad del siglo XIX (Primera Guerra del Opio y Tratado de Nanking) hasta el 1° de octubre de 1949, tiempo de la declaración fundacional de la República Popular de China.
La realidad propuesta en el marco de las relaciones bilaterales venezolano-norteamericanas ha estado signada no solo por el control del petróleo venezolano como también, por ejemplo, por la importante y extensa presencia de diferentes propiedades de Nelson Rockefeller en todo el territorio venezolano. A esa realidad inobjetable debemos incluirles las muy particulares relaciones bilaterales en lo geo-estratégico continental cuales se manifestaron con precisión oficial durante la Segunda Guerra Mundial (tránsito de buques de guerra norteamericanos por aguas territoriales venezolanas) además de las muy particulares relaciones bilaterales venezolano-norteamericanas en cuanto nos referimos a las relaciones geo-estratégicas en su marco militar-ideológico con todas las naciones del Caribe y Centroamérica durante la Cuarta República.
En esa base demostrativa, Venezuela, en los diferentes gobiernos de la Cuarta República, se convertiría en la "punta de lanza" de las políticas anti-comunistas acordadas por los diferentes gobiernos de ambos países; es decir, nos referimos al diseño de una precisa geo-estrategia anti-comunista como base político-ideológica fundamental del desarrollo de la Doctrina Monroe en su nueva versión histórica dentro de lo significado de la "Guerra Fría" sí la comparamos con aquella que fuera ejecutada por los EEUU de Norteamérica durante su expansión territorial durante los años del siglo XIX.
La llegada a Miraflores del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías como máximo responsable del ejercicio del Poder del Estado venezolano ha tenido un profundo impacto estructural en la realidad transversal en Venezuela cual no fuera esperado menos calculado por analistas y expertos junto con muy débiles análisis publicados por parte de los opositores al nuevo mandatario venezolano antes como durante y a posteriori de su triunfo electoral como sería el "Golpe del 11 de Abril". Su propuesta de realizar cambios profundos en la estructura del Estado, llevó a definir a la "nueva República" bajo la denominación de República Bolivariana de Venezuela.
Titular como "Bolivariana" a la "nueva República" significaba, en última instancia, rescatar la Historia de Venezuela a través del significado de la figura histórica de Simón Bolívar en toda su extensión real y objetiva cual significaba el rescatar, al tiempo, todo el ideario de El Libertador tanto en lo referido a lo interno nacional como continental y, preferentemente, en las relaciones bilaterales y continentales con los Estados Unidos de Norteamérica en toda su significación real.
Ello obligaba, en lo concreto de nuestro escrito, a rediseñar toda la realidad geopolítica del Estado venezolano y, por consecuencia, en el desarrollo de una geo-estrategia cónsona con las nuevas realidades político-históricas en sus praxis bajo la dirección de las nuevas tesis de carácter revolucionario-nacional con sus correspondientes e importantes impactos sociales. Es decir, la puesta en efecto a la "Doctrina Bolivariana" se contiene en tres grandes áreas de desarrollo, a saber: 1) Su aplicación en el escenario nacional; 2) Su impacto a nivel continental en espejo a las realidades libertadoras ejercidas durante los procesos independentistas; y, por último, el desarrollo de un "gran diseño geopolítico" confrontado con el imperio yanqui en su desarrollo geo-estratégico-transversal-continental,
En ese orden, la "nueva geopolítica bolivariana" requería de paulatinos acercamientos a "países equilibrantes" con respecto a las realidades significadas del imperio yanqui; es decir, un acercamiento que fuera permitiendo "un pautado y pausado alejamiento" de Washington, alejamiento de aquellas realidades que se habían ejercido durante el mencionado proceso de "praxis semi-colonial" lo que significaba el ir desarrollándose hacia la construcción de un frente político contentivo de "mutuos intereses nacional-continental".
Dos sucesos obligaron a ir desarrollando esa construcción de Política de Estado bajo la "nueva geopolítica nacional-venezolana": El primero de ellos, inesperado y doloroso, el tránsito del Comandante Chávez a lo Eterno; el segundo lo significado de la elección de Nicolás Maduro Moros como continuador y máximo responsable del proceso revolucionario bolivariano y, por supuesto, de la evolución paulatina de la "nueva geopolítica revolucionaria".
La actual segunda etapa del proceso en evolución perfectible de la revolución bolivariana bajo las responsabilidades de Maduro Moros es diferente a las previas circunstancias, diferentes a aquellas desarrolladas durante la dirección del Comandante Chávez. Las actuales están en consonancia con el proceso en curso por la lógica dialéctica de la Revolución Bolivariana y Chavista y, en consecuencia, las reacciones provenientes desde Washington son y tienen que ser, inevitablemente, más duras y dramáticas en sus consecuencias sobre la sociología venezolana en toda su significación sin importar las ideologías junto con sus impactos en la globalidad.
Ello es consecuencia de las actuales realidades geopolíticas que se vienen desarrollando worldwide en momentos cuando se están agudizando y profundizándose las contradicciones y confrontaciones de Washington, acompañado de sus "socios y aliados", con los poderes reales y fácticos tanto de Moscú como desde Beijing. En consecuencia los escenarios internacionales se vienen reestructurando al mejor estilo de aquellos momentos versallescos que caminaron hacia la 2da. Guerra Mundial. Querríamos decir con nuestro argumento que nos encaminamos ciegamente hacia una conflagración mundial. Aparentemente en lo íntimo de esa confrontación las derechas mundiales pareciera que están decididas a tomar graves decisiones maltusianas a través de dicha confrontación nuclear.
¿Por qué estamos dirigiéndonos hacia esos derroteros? Consideramos que están íntimamente relacionados con dos factores cuales, en comunión permanente, se encuentran, históricamente, asociados; es decir, por un lado lo significado real de cómo funciona el sistema capitalista en su realidad real-histórica en términos marxistas, mientras que, en segundo lugar, conlleva una interpretación teológica de lo natural-creado, es decir, la praxis histórica de la religión judeo-cristiana-occidental en su absoluto ego de ser, sus dirigencias, dirigentes y conductores del "Edén creado" según la doctrina bíblica en la globalidad terrícola. En ese orden de ideas, Chávez Frías y Maduro Moros se les han considerado como el factor negativo para la supervivencia del sistema capitalista.
UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.