Es probable que políticos, académicos y reflexivos estarían pensando, analizando y disertando, entre ellos y con otros, sobre la actual realidad por la que camina el "decadente-imperio-norteamericano" cuando, en su realidad internacional, se centra ante dos formidables oponentes cuales están demostrando, en sus propias políticas, las debilidades de ese imperio-anglo-histórico de algunos 70 años de existencia sí consideramos que, realmente, los EEUU de Norteamérica se convirtieron en el "imperio-de-la-modernidad" a la finalización de la Segunda Guerra Mundial.
Podrían ustedes adscribir las ideas de quien redacta estas líneas sobre la formación del "imperio yanqui" como ente geopolítico mundial, como el momento de su existencia histórica, cuando se acuerda y se suscribe el "Acuerdo de Puertas Abiertas" por las potencias mundiales en existencia para ese momento político, sustentando esa existencia en las bases fundamentales del capitalismo en expansión ¿pre-proto-imperialista?
La propuesta del acuerdo la propuso, en consulta oficial, Washington en el momento inmediato posterior al "Levantamiento de los Boxers" lo que permitió que los imperios, aún cuando se encontraran en decadencia avanzada, alcanzaran un "grado de aceptación" sobre el proceso de transformación profunda de la "vieja geopolítica" cual se la impusiera el Imperio Británico a posteriori de la "Primera Guerra del Opio"; la segunda y el subsiguiente estadio geopolítico mundial se manifestaría por la obligante e impuesta aceptación que emergiera a la finalización de la "Segunda Guerra Mundial" tanto en la Europa desgastada como por los efectos de las bombas atómicas que impactaron en Hiroshima y Nagasaki sobre el imperio japonés.
Entre los años 1900 a 1945 se desarrolló, en un espacio de tiempo, sui generis, un proceso geopolítico mundial cargado de contradicciones políticas e ideológicas, confrontaciones sociales, crisis agudas y profundas económico-financieras, enfrentamientos militares y de guerras tanto en las praderas y estepas europeas como en la Región del Asia-Pacífico junto con nacientes revoluciones; fue un casi medio siglo de profundas convulsiones mundiales.
En este lapso histórico se sucedieron la Primera Guerra y la Segunda guerras mundiales, un fuerte anarquismo militante que recorrió las naciones europeas (en la presente realidad es el "caos"), el inevitable triunfo de la Revolución Bolchevique, la confrontación del comunismo con las tesis contenida en la Encíclica Rerum Novarum, enfrentamientos que produjeron reacciones político-ideológicas y sociales, fundamentalmente en Europa, cuando el fascismo, el nazismo y la falange española llevaron a Europa a la Guerra Civil Española en su camino hacia la Segunda Guerra Mundial.
Surge una nueva geopolítica mundial inmediatamente posterior a la derrota del nazismo alemán y la derrota del imperio japonés; una nueva geopolítica con características diferentes a las precedentes (por ejemplo, con el Congreso de Versalles) cuando se conformaron, de facto, los dos bloques mundiales político-militar-económicos e ideológicos, los EEUU de Norteamérica y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Cabe preguntarnos sí sería aquella la primera vez en la modernidad que la geopolítica mundial se mostrara en dos visiones geopolíticas ideológicamente antagónicas.
La dialéctica comunismo-anticomunismo, aún en actos presentes, sería el eje central que moldearía la geopolítica global bajo la expresión político-ideológica de la "Guerra Fría" con existencia hasta la "Caída del Muro de Berlín", momento histórico aquel cuando comenzaría la abrupta decadencia y caída de la URSS como potencia mundial y el consecuente surgimiento del mundo unipolar liderado por los EEUU de Norteamérica. Quizás, podríamos considerar el "efecto Afganistán" como el catalizador de esa decadencia soviética.
En el marco de aquella realidad mundial surgió la "nueva geopolítica mundial" con la preeminencia sistémica del "imperio unipolar norteamericano" con todas sus consecuencias. El propio sistema capitalista ejerció sus propias dialécticas y contradicciones cuando se aceptó la política de China aprobada por el Partido Comunista Chino de "reforma y apertura" acompañada, curiosamente, por los efectos "positivos y negativos" de la perestroika y la glasnost.
En el marco de la "soberbia imperial como reacción a su decadencia", Washington ha reaccionado imponiendo el escenario global de Ucrania al tiempo que tratando de imponer con desparpajo la "democracia en Taiwan" buscando "cerrar el círculo de la presencia de la OTAN a nivel mundial".
¿Cuáles fueron los efectos reales (razones) que llevaron a la derrota a la Alemania nazi? ¿Cómo se gana una guerra? En un juego de ajedrez ¿cómo funcionaron las alianzas? ¿Cuáles alianzas y en cuáles zonas geográficas? ¿Aceptará Washington la nueva geopolítica que se viene imponiendo globalmente? En el marco referente de lo sistémico ¿Cuáles serían las fortalezas y debilidades ante las potencias a las que se podría enfrentar Washington ante una eventual guerra de mediana intensidad?
Geopolítica de los EEUU de Norteamérica con respecto a América Latina y el Caribe.
En fechas tempranas del mes de septiembre (2022), el Secretario de Estado de la Casa Blanca y del Pentágono, señor Antony J. Blinken, realizó una serie de visitas oficiales a varios países latinoamericanos: Colombia, Chile y Perú; casi inmediatamente posterior a la visita oficial del susodicho funcionario de Estado, se realizaron una serie de ejercicios militares aéreos donde participaron diferentes países latinoamericanos: Perú, Chile, Brasil junto con el Pentágono con la presencia de invitados especiales pertenecientes a la OTAN; es decir, en última instancia, la Casa Blanca buscaría el renacer de la "Doctrina Monroe 2.0".
Es de obviedad ante las nuevas realidades geopolíticas que los Estados Unidos de Norteamérica en su "nueva geo-estrategia mundial" necesita lograr alcanzar el "control total" de América Latina, por lógicas razones, sí desea mantenerse como "primus inter pares" lo que resulta de necesaria praxis política como imperio pero, a su vez, necesita considerar con objetividad sus realidades interno-nacionales cuyas sociedades están hablando otro lenguaje.
UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VISCTORIA.