El título en propuesta se define en sí mismo; el objetivo a tratar es como los Estados Unidos de Norteamérica nunca jamás "han bajado la guardia" en el marco definido como su "patio trasero" en una propuesta teórico-práctica de precisar a los imperios europeos que ese espacio geográfico que lo han denominado "América" es solo y solo si, su base fundamental imperial de camino hacia convertirse en un "imperio-moderno" alejado de los paradigmas conceptuales que se ejercieron, fundamentalmente, durante el siglo XIX, para poder convertirse en un diferente y evolucionado imperio moderno comparado con sus "ejemplos a seguir" en lo histórico, en lo político, en lo militar como también en lo religioso en el marco referente de lo significado como Poder Real con el objetivo geopolítico de su expansión territorial hacia los mares del Pacífico afectando, significativamente, a la histórica realidad de México como nación y país. En tiempos pasados.
Ello no fue una expansión indefinida, lo contrario, viéndose en el espejo de su "Patria-madre", nos referimos al Imperio británico de la Gran Bretaña, Escocia, Gales e Irlanda, en aquellos tiempos pretéritos, los "Padres Fundadores" alcanzaron acuerdos a lo interno-político de las clases dominantes y cultas de las "13 Colonias" para comprender que para ser "Imperio-Potencia" la conquista de territorios en el territorio "americano" era una condición sine qua non a diferencia de la expansión británica cual se realizó hacia "mercados aspirados";
Es decir, en última instancia, era la necesidad estratégica de consolidar los "espacios colindantes" a que hubiera y exigiera la necesidad última.
En el obligado análisis demostrativo nos lleva al camino en expansión. La necesidad de la expansión hacia el oeste del continente norte-americano aún no definido, era de obligación la de ir "conquistando a sangre y fuego" aquellas tierras y habitantes que pudieran interferir en el "camino hacia Pacífico" del proto-imperio como así lo fueran los pueblos originarios mal llamados en la actualidad como "natives". Aquel transitar proto-imperial se encontró con un pueblo aguerrido, el mexicano, como bien lo expuso el "imperio estadounidense" en la película jolibusense "El Álamo". Una vez superados esos escollos, se alcanzaron las "aguas pacíficas del Pacífico", en sus costas, con lo cual pudieron definir el territorio-nación-país denominado como "los Estados Unidos de América".
Hasta ahí todo "sobre ruedas".
Una corta historia. La presencia del "ser neogranadino en lo venezolano" cuando instaura una república, una constitución y una bandera en tierras correspondientes a la española provincia de La Florida, acto histórico muy bien investigado y expuesto por el Dr. José Gregorio Linares, obligó al "norte washingtoniano" a enviar tropas para "la reconquista" del territorio independizado. Ese "hecho histórico", quizás, pudiera haber contribuido y reafirmado la necesidad del control absoluto y total de los espacios meridionales del aspirado nación-país en referencia.
El concepto, por demás histórico, en su praxis expansiva en lo que se definió como "patio trasero", significaba la definición de la necesidad de confrontar a las "potencias europeas" con presencia en los espacios geográficos del denominado como Mar Caribe. Voila!...Doctrina Monroe como geopolítica.
Nos encontramos transitando el año 2024 cuando osamos mirar algunas décadas pasadas incluso del siglo próximo pasado cuando la praxis de la "Doctrina Monroe" se manifestó en sus máximas capacidades, con sus dramáticos escenarios, particularmente, desde aquel año 1947 en Bogotá cuando se "incendiaron las calles" en presencias de Fidel Castro Ruz y Rómulo Betancourt cuando y durante la bendecida Organización de Estados Americanos hacía su entrada oficial a la praxis anti-comunista militante.
La tranquilidad imperial se vio profundamente alterada con la llegada al Poder, de manera constitucional, de Hugo Rafael Chávez Frías acompañado, en tiempos diferentes, por un grupo de líderes latinoamericanos que fueron imponiendo maneras diferentes de gobernar, de gobernar más, mucho más cercana a los pueblos continentales y con influencias demostrables en los pueblos del imperio.
Todo era felicidad y gloria.
Quizás, pensando en aquellos tiempos, se produjeron errores al descuidar aquello de la "Doctrina Monroe" y el "patio trasero". Aquellos descuidos no percibieron nuevas formas de expresiones contrarrevolucionarias, dramáticas y sangrientas, produciendo tristezas pero no derrotas en los pueblos continentales.
Pero la dialéctica histórica es precisa, justa y cambiante, produciendo, de nuevo, cambios evolucionados, sustentados en las pasadas y dramáticas experiencias quizás comenzando con el triunfo en México de AMLO.
Nuevas formas de praxis, nuevas maneras de gobernar.
Pero el imperio nunca duerme, siempre se encuentra en alerta, siempre observando las esquinas oscuras por donde transitar como "ladrón en la hora del burro".
El imperio, en las presentes circunstancias globales, se encuentra muy preocupado, seriamente, realmente, objetivamente, porque se han agrandado las conciencias de los pueblos globales quienes han aprendido y comprendido el significado del "fascismo evolucionado", en la actualidad denominada como "neo-fascismo 4.0". Esas sociedades motivadas están observando cómo se están agrupando todas las derechas globales cuando, en muchos, quizás demasiados casos, la social-democracia les está sirviendo tanto de comodín como de catalizador.
La actual arremetida es dramática como supremamente peligrosa lo cual nos retrotrae a aquellas décadas europeas de los años 20, 30 y 40 del siglo próximo pasado. Observamos que los enemigos de entonces como los perdedores se están alineando como estrellas en los cielos ya que están profundamente preocupados en sus potenciales presencias imperiales cuando están sintiendo que lo que está, realmente, en crisis es el propio sistema capitalista.
En esa línea de reflexión de las derechas alineadas "a lo Metternich", en lógica consecuencia, necesitan de "enemigos y escenarios". En esa línea de acción aparecen en los escenarios internacionales Vladimir Putin, la República Popular China, los palestinos y Nicolás Maduro Moros.
¿Qué hacer?
UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.