En febrero pasado, el Juez del ayuntamiento español Eloy Velasco dictó un auto contra Venezuela, que vincula al Gobierno de Hugo Chávez con una supuesta alianza con ETA y las FARC A pesar de no existir una prueba que relacione a Venezuela con grupos de resistencia y “terroristas”, a nivel internacional se desató una campaña “sucia” a través de las redes oligopólicas de los medios de comunicación, con la finalidad de crear una matriz de opinión pública negativa para afectar las relaciones y las simpatía que mantienen los pueblos progresistas del mundo hacia este país suramericano.
Esta matriz de opinión prefabricada entre el Partido Popular (PP) de España y el hoy candidato presidencial por el Partido “U” de Colombia Juan Manuel Santos, buscaba, como dijimos, distraer a la opinión pública internacional por dos razones: La Primera, desviar la atención del pueblo español sobre las investigaciones adelantadas por el Tribunal Superior de Justicia del “CASO GURTEL” tipificado como el caso de corrupción más grande de la historia española y donde está involucrado gran parte de los miembros del Parido Popular (PP). Segundo, desviar la atención del electorado colombiano residentes en varios países del mundo, para “amortiguar” las investigaciones que relacionan al candidato presidencial de Colombia, Juan Manuel Santos, con los “FALSOS POSITIVOS” o el asesinato de unos miles de civiles colombianos para hacerlos pasar por guerrilleros de la FARC, cuando este ejercía funciones de Ministro de la Defensa en el gobierno de Álvaro Uribe.
Esta aberrante conspiración contra el gobierno de Venezuela, se fue diluyendo cuando el periodista español Pascual Serrano develó -con documentos y fotografías- las relaciones del Juez Eloy Velasco y el Partido Popular (PP) con Raúl Reyes, segundo jefe de la FARC -para ese entonces-. Los medios de comunicación internacional, el gobierno de Zapatero y de Álvaro Uribe, así como el Departamento de Estado de Estados Unidos no emitieron ningún pronunciamiento del caso y solaparon la mencionada verdad, con otras noticias que estaban en el tapete internacional, como el caso de pederastia cometida por los sacerdotes de la iglesia católica o noticias tediosas a involucrar al pueblo Palestino de agredir con piedras a los soldados de Israel.
Pero lo que no saben muchos, es que el Partido Popular español –a parte de proponer asesinar al Presidente venezolano Hugo Chávez- mantuvo reuniones y conversaciones en Madrid con miembros del Mossad y la CIA, planificando un acontecimiento que pudiese generar una reacción en cadena contra Venezuela y otros países de la región de Medio Oriente, y fue la de introducir un cargamento de droga en la aerolínea venezolana CONVIASA que cubre la ruta de Venezuela – Siria – Irán, para generar una matriz noticiosa que diera la vuelta al mundo y condenar a estos países como plataformas del narcotráfico internacional. Algunos militares y ejecutivos del gobierno de Uribe, se comprometieron suministrar la droga y hacer los respectivos contactos en el aeropuerto internacional de Maiquetía de Venezuela, para ubicar a un agente de la aerolínea o aduana venezolana con el fin de facilitar la logística del cargamento. El plan estuvo en marcha, pero por razones de seguridad implementado por el Ministerio del Interior de Justicia del gobierno venezolano en todo el territorio nacional, por políticas de combatir el narcotráfico, la operación fue frustrada y engavetada –posiblemente- para otro momento.
No es en vano señalar los apresurados viajes en el mes de marzo, realizados por los miembros del Partido Popular español -encabezado por Mariano Rajoy- por algunos países de Suramérica, con el supuesto objetivo de informarse de fuentes fidedignas de Colombia de las inventadas relaciones de ETA – FARC con el gobierno de Venezuela.
Es evidente, al destaparse la hoya de corrupción en el que está implicado gran parte de los miembros del Partido Popular español en el “Caso Gürtel”, sumario que cuenta con sus nombres propios señalados en unas cincuenta mil páginas y que está en la mesa del Tribunal Superior de Justicia, donde quince miembros del PP que ejercían cargos públicos, han tenido que cesar, y que a pesar de todo el poder mediático que este partido ostenta, no pudieron debilitar y hacerle daño a la Revolución Bolivariana. Sin embargo, hay que tener cuidado con la arremetida mediática que desde Colombia y Estados Unidos, se pudiera estar tramando, que pudiera implementarse durante las elecciones de Colombia.
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