09 de Junio.- El hombre que reveló a The Guardian que la NSA (Agencia Nacional de Seguridad) de EEUU, a través del programa "Prisma", obtenía data de los usuarios de Google, Skype, Yahoo, Microsoft y Apple, una de las mas importantes fugas de información en la historia política de EE.UU., solicitó al diario que revelara su identidad.
Se trata de Edward Snowden, de 29 años, ex asistente técnico de la CIA y actual empleado de la contratista de defensa Booz Allen Hamilton. Snowden ha estado trabajando en la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) los últimos cuatro años, como empleado de varios contratistas externos, como Booz Allen y Dell.
The Guardian, después de varios días de entrevistas, revela hoy su identidad a petición de éste. Dice que desde el momento en que decidió dar a conocer numerosos documentos de alto secreto para el público, que estaba decidido a no optar por la protección del anonimato. "No tengo ninguna intención de ocultar lo que soy, porque sé que no he hecho nada malo", dijo.
Snowden pasará a la historia como uno de los denunciantes más importantes de los Estados Unidos, junto a Daniel Ellsberg y Bradley Manning. Es el responsable de la entrega de material de una de las organizaciones más secretas del mundo, la NSA.
En una nota que acompaña a la primera serie de documentos que presentó, él escribió: "Entiendo que sufriré por mis acciones", pero "me daré por satisfecho si la federación de la legislación sobre secretos, perdón desigual y poderes ejecutivos irresistibles que gobiernan el mundo que amo, son revelados por un instante ".
A pesar de su determinación de darse a conocer públicamente, insistió en repetidas ocasiones que quiere evitar la atención de los medios. "No quiero la atención del público porque no quiero que la historia se centre en mí. Yo quiero que se centre en lo que está haciendo el gobierno de EE.UU.".
No teme las consecuencias de darse a conocer, dijo, sólo que sabe que al hacerlo va a distraer la atención de las cuestiones planteadas por sus revelaciones. "Sé que a los medios de comunicación les gusta personalizar los debates políticos, y sé que el gobierno me va a demonizar".
A pesar de estos temores, mantiene la esperanza de que la revelación de su identidad no desvíe la atención de la sustancia de sus revelaciones. "Realmente quiero que el enfoque sea en estos documentos y que el debate que espero que esto de lugar en los ciudadanos de todo el mundo, sea acerca de en qué clase de mundo queremos vivir" Y agregó: "Mi única motivación es informar al público sobre lo que se hace en su nombre y lo que se hace en contra de ellos".
Snowden dice que él ha tenido "una vida muy cómoda" que incluía un salario de aproximadamente $200.000 anuales, una amiga con quien compartía una casa en Hawaii, una carrera estable y una familia que ama. "Estoy dispuesto a sacrificar todo eso porque no puedo en conciencia, permitir que el gobierno de EE.UU. destruya la intimidad, la libertad de Internet y las libertades fundamentales de las personas alrededor del mundo con este equipo de vigilancia masiva que están construyendo en secreto". "No tengo miedo, porque esta es la decisión que he tomado".
Hace tres semanas, Snowden hizo los preparativos finales que resultaron en la serie que la semana pasada se constituyó en una de las noticias más taquilleras. En la oficina de la NSA en Hawai, donde estaba trabajando, copió el último grupo de documentos que tenía intención de revelar.
Luego solicitó a su supervisor de la NSA, estar fuera del trabajo por "un par de semanas" con el fin de recibir un tratamiento para la epilepsia, una condición de la que se enteró que padece, tras una serie de ataques el año pasado.
Como hizo las maletas, le dijo a su novia que tenía que estar fuera durante un par de semanas, aunque dijo que fue vago acerca de la razón. "Eso no es algo poco común para alguien que ha pasado la última década trabajando en el mundo de la inteligencia".
El 20 de mayo, abordó un vuelo a Hong Kong, donde ha permanecido desde entonces. Eligió esta ciudad porque "tienen un enérgico compromiso con la libertad de expresión y el derecho a la disidencia política", y porque creía que era uno de los pocos lugares del mundo que quería y podía resistirse a los dictados del gobierno de los EE.UU.
En las tres semanas desde su llegada, se instaló en una habitación de hotel. "He dejado la habitación tal vez un total de tres veces durante toda mi estancia", dijo. Se trata de un hotel de lujo y, con el consumo de comidas en la habitación, le ha quedado una enorme cuenta.
Está profundamente preocupado de ser espiado. En la puerta de su habitación de hotel pone almohadas para prevenir escuchas ilegales. Se pone una gran capucha roja sobre la cabeza y en la computadora portátil para ingresar sus contraseñas para evitar que alguna de las cámaras ocultas pueda detectarlas.
A pesar de que puede sonar como paranoia para algunos, Snowden tiene buenas razones para tales temores. Trabajó en el mundo de la inteligencia de EE.UU., durante casi una década. Él sabe que la organización más grande y más secreta de vigilancia de los Estados Unidos, la NSA, junto con el gobierno más poderoso del planeta, lo está buscando.