Nueva York, noviembre 13 - Miembros del Consejo de Seguridad de la ONU analizan hoy la situación de Venezuela en una reunión informal promovida por Estados Unidos como parte de su cruzada contra el gobierno de ese país sudamericano.
Se trata de un encuentro bajo la llamada Fórmula Arria, que no constituye una actividad como tal del Consejo, no se celebra en su salón de reuniones ni obliga a todos los integrantes del órgano de 15 miembros a participar en el mismo.
De cualquier manera, constituye una maniobra peligrosa de Washington y sus aliados, con el objetivo de buscar respaldo internacional e involucrar a Naciones Unidas en los esfuerzos para derrocar a la Revolución Bolivariana.
El evento organizado por Estados Unidos con el apoyo de Italia, que preside el Consejo de Seguridad este mes, incluye entre sus oradores a funcionarios y activistas con una postura crítica y en algunos casos muy agresiva hacia Caracas.
La lista de invitados presenta, entre otros, al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, al alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra´ad Al Hussein, y al coordinador de la organización no gubernamental Foro Penal, Julio Henríquez.
Almagro ha sido punta de lanza en los ataques contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, al que acusa de antidemocrático y de violar los derechos humanos.
Zeid, por su parte, alega que las fuerzas de seguridad venezolanas pudieron cometer crímenes de lesa humanidad durante violentas protestas opositoras en meses pasados, las cuales dejaron más de un centenar de muertos.
Caracas insiste en que está en curso una cruzada internacional liderada por la Casa Blanca, cuyo objetivo central es apoderarse de las mayores reservas de petróleo del planeta, escenario denunciado por el embajador venezolano aquí, Rafael Ramírez, en una reciente entrevista con Prensa Latina.
En mayo pasado, Estados Unidos llevó la situación de Venezuela al Consejo de Seguriad bajo el acápite 'cualquier otro asunto', pero varios países rechazaron que el tema formase parte de la agenda del poderoso órgano, el único con carácter vinculante en sus decisiones, bajo el argumento de que no se trataba de una amenaza a la paz y la seguridad internacionales.
Ramírez calificó entonces de fallido el intento de Washington y sus aliados de escalar en la agresión contra la nación sudamericana y rechazó la injerencia que enfrenta.
Sobre el resultado de la reunión de hoy con la modalidad de la Fórmula Arria no hay duda alguna: nuevas acusaciones e iniciativas para aumentar la presión sobre Venezuela, pese a que su gobierno dialoga con la oposición y acepa una mediación que no transgreda su soberanía, independencia y autodeterminación.
La Fórmula en cuestión debe su nombre al exembajador de Venezuela Diego Arria, quien la introdujo en 1992, durante la gestión 1992-1993 de Caracas en el Consejo de Seguridad, para abrir las puertas del hermético órgano a personal externo, en aras de ayudar en la discusión y el análisis de desafíos globales.