El Gobierno de Venezuela condenó este viernes la nueva extensión de la ilegal “Orden Ejecutiva” del 8 de marzo de 2015, firmada por Joe Biden, este 3 de marzo de 2002, y mediante la cual Estados Unidos (EE.UU.) continúa con su política agresiva hacia el país al considerarlo una amenaza a su seguridad nacional.
En un comunicado emitido por la cancillería venezolana se sostiene que luego de seis años de agresiones injustificadas, dicha normativa, firmada por Barack Obama, deviene excusa para que la Casa Blanca continúe aplicando medidas coercitivas unilaterales, las cuales constituyen crímenes de lesa humanidad contra los derechos humanos de los venezolanos y venezolanas.
En tal sentido detalla el documento que “después de tanto tiempo empleando dicho instrumento para perpetrar múltiples violaciones del derecho internacional por parte del Gobierno estadounidense y sus aliados, el pueblo de Venezuela reafirma su espíritu de lucha y resistencia, y su firme e irrenunciable convicción de defender su soberanía”.
Ante un bloqueo sistemático y abusivo, expresado en disímiles mecanismos de los cuales la nación suramericana sostiene continuará defendiéndose mediante métodos pacíficos a tenor de los principios de diplomacia internacional, los cuales nunca deberían ser catalogados como amenaza para nación alguna.
A lo que se agrega el hecho de ratificar la disposición por parte de la República Bolivariana de restablecer las relaciones diplomáticas bilaterales entre ambas naciones, siempre y cuando se construyan sobre bases de respeto mutuo entre Estados soberanos y bajo el marco del Derecho Internacional.
A raíz de esta orden ejecutiva rubricada en 2015 por el entonces mandatario Obama, Washington recrudeció su cerco sobre Venezuela, con el propósito de hacer colapsar su economía, e impulsar un cambio de régimen.