Si bien es cierto que sobre Mujer y Familia existe leyes que buscan asegurar derechos y estabilidad, sin embargo y en la actualidad hay un aspecto que todavía no se le ha puesto atención como lo es El Horario Laboral de las Madres que Trabajan. Esto se debe a que precisamente por presiones que provienen desde nuestros lugares de trabajo, nos vemos obligadas a desprendernos de nuestros hijos todos los días, en horas tempraneras, inclusive aún no abren las guarderías cuando las madres dejan a los niños desesperadas por CUMPLIR CON EL HORARIO LABORAL, y si no llegasen a tiempo como corresponde a su horario por cumplir con sus deberes de madre , pasan por la inquisición de la Gerencia de Recursos Humanos, que cada día son menos humanos, en donde se les exige responder, indicándoles con esta frase lapidaria : “Sus deberes y derechos maternales son su problema, mi problema es que usted llegue a la hora, de lo contrario será sancionada, etc..” Esta frase que un día me golpeó mis derechos a ser madre, me hizo reflexionar acerca, si realmente esta situación por la que atravesamos las madres que trabajamos, no era un problema de estado.
Todos sabemos que mientras más atención les dejos a nuestros hijos, habrá más amor, comunicación, creando una situación armoniosa entre padres e hijos. Esa atención viene acompañada de más tiempo para la calidad de vida entre las partes. Demás esta hacer la observación que mientras más calidad de vida tenemos con nuestros hijos, menos tendrá que invertir el estado en policías.
Pero en la forma acelerada en que vivimos, todos los días acortamos el tiempo para nuestros hijos, inclusive para responder a nuestros horarios hasta los entregamos a terceros, que pueden ser abuelos (las) hasta vecinos, para que estos corran con nuestro santo deber de vigilar certeramente su entrada y permanencia en guarderías o colegios.
Todos los días me encuentro con historias de madres que en su desespero por cumplir con ambos roles, están enfermas de estrés, que se les transforma luego en otro mal de salud. Es mucha la carga que llevan las mujeres en la actualidad, el tener que trabajar ya es imperativo, y cumplir efectivamente como madres, esposas, etc. Y esta situación se agrava cuando su lugar de residencia y trabajo es distante, más estrés y menos salud para nosotras.
En otros países como Alemania esta situación se ha solventado. Las mujeres inician su día laboral cuando ya han cumplido, como corresponde y es meritorio, con su sagrado deber de madre: hacerles su lonchera, dirigirse a las guarderías y entregarlos a una persona fiable, conversar diariamente con las maestras del desarrollo cognoscitivo del niño, etc. Etc. De igual manera cuando corresponde retirarlo a un horario preciso.
Por cierto y es muy importante indicar, cada año las guarderías se ponen más exigentes, para decir una palabra, con la salida del niño, si el representante no acude en el horario que corresponde a la salida se le sanciona con cierta cantidad de dinero que deben pagar: si han pasado 15m son 15Bs, si han transcurrido 30m, son 30Bs, y así sucesivamente, es decir, que tenemos que tener otro sueldo para encima pagar la tardanza, en ciudades que ya sabemos el trafico es imposible, imagínense entonces el estrés diario de la madre cuando trabaja lejos del lugar de residencia.
Estoy consciente que con esta problemática solo asomo la punta del iceberg, hay muchas más situaciones que estoy segura que se sumarán cuando pongamos en la mesa de la reflexión, del conocimiento y las ideas esta problemática.
Por todo lo antes expuesto solicito SE REVISE EL HORARIO LABORAL DE LAS MADRES QUE TRABAJAN, considerando según la Ley de la LOGNA que un niño lo es hasta los 12 años. Que es preciso que el Estado intervenga a través de leyes laborales aminorar la carga de la mujer, haciendo efectivo su labor rectora de niñas y niñas para una República con republicanos, en un país de preceptos socialistas de inclusión y de derechos humanos.
Lic.
Funcionaria del Ministerio de la Cultura
CNAC
aldana.mariajose@hotmail.com