La Tercerización: el cáncer de los trabajadores

El  ataque al Trabajo fue el blanco favorito de las políticas  neoliberales de las últimas décadas del siglo XX.  Originalmente se inició con el inofensivo nombre de “la flexibilización,” con el aparente pretexto  de moderar las defensoras medidas legales que beneficiaban y protegían derechos laborales resguardados por  la normativas laborales existentes,  pero en el fondo era el veneno con que el capital emprendió toda una campaña, principalmente en América Latina, para impulsar reformas laborales regresivas en el continente.

Flexibilización montada sobre el argumento de que el  marco jurídico establecido limitaba la acción empresarial, reducía las posibilidades de empleo y  comprimía el campo de las inversiones. De hecho era una estafa al Trabajo, un subterfugio cuyas verdaderas intenciones en realidad eran la desregulación, el regreso al dominio absoluto del autonomía de la voluntad de las partes y concultar la libertad de contratación.  Bajo este argumento  en 1997: patronos, gobierno y la cúpula de la CTV, aprobaron la  reforma  neoliberal de LOT, sobre la base de  instaurar  un ilusorio  nivel de "igualdad entre explotados y explotadores" en la mesa de negociación.

Desde el punto de vista laboral, la flexibilización se concentró en:

  • La restricción del ámbito subjetivo de la relación de trabajo, incrementando los motivos de exclusión y ampliando las posibilidades de  simulación y fraude a  la ley, encubriendo prestaciones de servicio de  carácter laboral calificadas como de carácter civil o mercantil, incrementando la tercerización y  negando la responsabilidad laboral de los usuarios del servicio.
  •  Negando espacio a la presunción de laboralidad, según la cual se presume la existencia de la relación de trabajo, salvo prueba en contrario por parte del empleador, en toda prestación de servicio en condiciones de ajenidad.
  • En la exagerada extensión de las llamadas zonas grises de la calificación laboral; ejemplos: franquicia o empleado, vendedores de helados, repartidores de cerveza, el teletrabajo, entre otras formas de explotación de la fuerza de trabajo.
  • En la eliminación de la presunción de contratación por tiempo indeterminado y ampliando el campo de la temporalidad contractual.
  • En la eliminación de la estabilidad en el empleo y de la exigencia de la causalidad del despido. Consagrando en cambio la reinstauración del despido.
  • En el abaratamiento  del costo del despido injustificado y abartándolo a favor del patrón.
  • En la restauración del vetusto concepto del salario como simple remuneración del servicio prestado, como el pago de una  mercancía que se ha comprado al servidor, rescatando con ello el principio del trabajo como simple mercancía.

Como consecuencia de lo anterior,  en la proliferación de los llamados “beneficios sociales de carácter no remunerativo”, mediante los cuales se desalarizan percepciones materiales de los trabajadores, como comidas, vivienda, reintegro de gastos médicos y farmacéuticos, provisiones de útiles escolares, juguetes, becas de estudio y especialización, gastos funerarios de familiares, guarderías infantiles y otros similares, que definitivamente dejaron de ser considerados como salario, salvo su aceptación como tales en convenciones colectivas o en contratos individuales.

A escasos 11 días del 1° de Mayo,  el país y los trabajadores  no  conocemos  el texto definitivo de la nueva Ley Orgánica del Trabajo, cuya aprobación es una materia pendiente del Gobierno Nacional desde hace 12 años cuando fue aprobada la actual Constitución. Los miembros de la Comisión Presidencial para su Redacción , Nicolás Maduro y Oswaldo  Vera, en declaraciones  este domingo al diario Panorama, exteriorizaron 20 puntos claves de la LOT, y de los cuales el tema "Fraude a la Relación del Trabajo", es decir Tercerización, constituye un "punto que marca la eliminación de los trabajadores tercerizados, en la nueva LOT se definirá con claridad qué es tercerización y no permitirá que el trabajador sea utilizado a través de terceros, como una empresa para eludir las responsabilidades laborales. Se mantiene la contratación de empresas, pero para servicios específicos, no para la producción".

Ante la imposibilidad que los trabajadores, sindicatos y el Pueblo Trabajador, pudiéramos conocer de antemano el proyecto elaborado por la comisión para poder dar la discusión, tal como lo establece la democracia participativa, esperamos que la nueva ley no venga, preñada de cabras mochas.

 



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