Denuncian los trabajadores que la transnacional Masisa, empresa maderera de capital chileno en Venezuela, viene tratando de dilatar y entorpecer el proceso para ir a elecciones de Delegados de Prevención y que aplica el "psicoterror" para forzar renuncias o impone retaliaciones con la supresión de beneficios y pago de salarios o bonificaciones a trabajadores, especialmente a quienes se quejan o protestan.
Estas son algunas de las situaciones que se vienen haciendo recurrentes para la conversión de Venezuela en un país maquila, donde definitivamente la peor parte es para la clase trabajadora, ante la indiferencia o complicidad pro-patronal de las autoridades del Trabajo y del Sistema Judicial. Así opina Jean Mendoza, trabajador maderero de base de Masisa, que viene promoviendo la auto-organización y movilización obrera en Guayana.
Reporta Mendoza que recientemente fue convocada y efectuada, de manera urgente, una asamblea general de trabajadores de la maderera, por motivos relacionados con las condiciones laborales y salariales de los trabajadores que allí laboran, la falta de organismos de seguridad, prevención y salud laboral en conformidad con la ley y también debido a la preocupación por sus hermanos de clase que están siendo objeto de acoso, retaliaciones o represión, tanto en Masisa como en Guayana y en el resto del país.
Están muy preocupados porque desde el 16 de julio se le llevó a la empresa una comunicación que solicita cumplimiento de una serie de requisitos, como la lista de trabajadores, para poder proceder a la elección de Delegados de Prevención, con el debido apoyo físico con espacios y material de oficina para la actividad electoral, los permisos remunerados para la Comisión Electoral y otras obligaciones patronales, que no están teniendo la debida y oportuna respuesta: "La empresa pelotea, ha dejado pasar ya tres semanas y pone trabas o dilaciones, como pedir requerimientos y certificaciones que no están dispuestas en la ley".
En la asamblea se evaluó e hizo seguimiento de la demanda por incumplimientos salariales de la empresa. "Gerencia y sindicato se hacen de oídos sordos y los trabajadores se reafirman en la necesidad de su autoorganización y participación, claridad en sus ejes de lucha y posición firme frente al psico-terror empresarial", dijo el vocero.
Entre el rosario de violaciones anti-laborales indicó que "por levantar la voz reclamando derechos usan la excusa de la pandemia para no convocar al trabajo y excluir al trabajador del bono de asistencia y con esto al que reclama se le aplican retaliaciones".
También lo hacen -dice JM- aprovechando de suspender el salario a los trabajadores que viven en los pueblos más alejados y menos informados, además de hacerles llamadas de amedrentamiento y presionar para renuncias forzadas, anticipadas. Al que no firma la renuncia le suspenden el salario. Esto es entendido por los trabajadores como extorsión. Y se acompaña de amenazas judiciales, con supuestas citaciones desde Fiscalía (simuladas), con acusaciones diversas y amenazas de judicialización con falsos motivos (por ejemplo, robos -incluso achacados a trabajadores ausentes en planta- u otras faltas). Los supuestos funcionarios que llaman no se identifican debidamente y además de amenazar, luego le ofrece algún dinero a trabajadores para que renuncien. La empresa se niega a ejecutar reenganches y no hay autoridad que le imponga respeto.
Asamblea de trabajadores
Informan los trabajadores de Masisa, que recientemente realizaron una asamblea democrática, en la que acordaron profundizar la organización y lucha por sus derechos. En ese encuentro tuvo derecho de palabra cada trabajador, se expusieron y escucharon planteamientos, propuestas, dudas por aclarar, sobre los problemas principales que vienen confrontando, sus inquietudes y sus ejes de lucha.
Entre los puntos que fueron tocados en la agenda se examinó la negativa de la empresa Masisa a que se realicen las elecciones de los Delegados de Prevención, pues se ha negado en varias oportunidades a colaborar con la Comisión Electoral en la entrega del listado de trabajadores y apoyar con medios para realizar las elecciones, sabiendo la empresa que es una situación que perjudica tanto a los trabajadores como a la planta, ya que tienes más de ocho años sin Comité de Seguridad, por ende sin programa de seguridad para la empresa y los trabajadores.
En la asamblea se acordó elevar esta problemática al organismo nacional INPSASEL, pues los trabajadores consideran que los representantes de la empresa están obstaculizando el proceso electoral y la regularización de la situación de seguridad y salud laboral en su ámbito.
Aparte del tema mencionado, la asamblea obrera evaluó los avances del movimiento de trabajadores de base, en relación con la Demanda por incumplimiento de los aumentos salariales del Acta 2018 y la importancia de seguir impulsando por todos los medios posibles la exigencia de cumplimiento de los aumentos con indexación o corrección monetaria de los adeudado.
Los trabajadores, solidariamente, rechazaron la violación constante de derechos laborales en Gayana y en el país, la represión hacía los trabajadores por luchar en pro del respeto a su derecho al trabajo, a los reenganches (que en Masisa son ignorados y desacatados por la empresa) y que están siendo llevados por la Fiscalía de Puerto Ordáz, ante la cual han denunciado la "extorsión laboral" a la cual han sido sometidos trabajadores para firmar renuncias.