Hoy culminan los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014. Nuestros valientes deportistas una vez más lucharon más con el corazón que con argumentos deportivos y condiciones físicas para dejar en alto nuestro tricolor. A la luz de los resultados, la Generación de Oro no pudo hacer mucho para escalar posiciones en el medallero oficial, hasta hoy domingo 30 de noviembre de 2014, y a falta de pocas medallas por disputar, este es el resultado:
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Como se puede ver en la tabla, ese "pobre" país llamado Cuba duplica en medallas de oro a Colombia y Venezuela y ocupa el primer lugar superando a México aún cuando éste es país anfitrión. Ahora veremos a nuestros dirigentes deportivos magnificar los logros deportivos de nuestros muchachos y muchachas en la justa deportiva para ocultar lo que a la vista de los resultados resalta odiosamente: un país "bloqueado" desde hace más de50 años y otro con una guerra interna también de más de 50 años nos superan en logros deportivos, ¿Por qué?
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Ni México ni Colombia tienen "convenios deportivos" con Cuba, sin embargo nos superan ampliamente en los resultados finales. Si se revisan los resultados por deportes nos encontramos que el atletismo, la natación, el boxeo, el taekwondo, la lucha, ciclismo y tenis, deportes que reparten la mayor cantidad de medallas, fueron dominados ampliamente por estos países. Con el deporte pasa lo mismo que con la industria, sin infraestructura y desarrollo aguas abajo NUNCA va alcanzar niveles de competitividad con terceros.
Tenemos ingentes recursos naturales y talento humano deportivo de primera para exportar, pero en bruto, para que otros lo disfruten y nos dejen las sobras, lo que no tenemos es infraestructuras deportivas de primer nivel y las que existen en su mayoría son desconocidas o lejanas para el grueso de la población (aquí en Ciudad Guayana hay dos grandes polideportivos: el de Venalum en Unare II, y el de Alcasa en la Av. Libertador de San Félix, uno a 10 Km de donde vivo y el otro a 40 Km) La única pista de atletismo sintética está en el Centro Total de Entre-te-ni-miento Cachamay en Puerto Ordaz y sólo tenemos noticias de ella en el mes de octubre de cada año durante el desarrollo de los Juegos Interempresas, lo demás es monte y culebras. Por cierto, aprovecho este espacio para mostrar esta perla: tenemos el mejor estadio de béisbol de Latinoamérica aquí en San Félix y con la desgracia de no tener un equipo de béisbol profesional que juegue durante la temporada regular de la liga a pesar de que aquí se juega más béisbol que fútbol y todos los equipos de la liga tienen fanáticos a montón (siempre he tenido la ingrata sospecha que eso se debe a la ubicación del estadio: San Félix).
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Si queremos presumir que somos una potencia deportiva, no nos alegremos de los pequeños logros, superemos a Colombia, México y Cuba en el área del Caribe y a Brasil y Argentina en Suramérica y entonces podremos decir orgullosos que hemos alcanzado niveles de desarrollo deportivo dignos de nuestro gentilicio. Empecemos sembrando a lo largo y ancho de la geografía nacional infraestructuras deportivas de primer orden, no canchas de voleibol/básquetbol cercadas de malla ciclón. Construyamos complejos deportivos integrales, que permitan la práctica deportiva masivamente, pistas de atletismo sintéticas, piscinas olímpicas, gimnasios para la práctica de deportes de combate, y sobre todo que los entes deportivos (federaciones y asociaciones) estimulen la captación de talentos deportivos desde temprana edad y se les brinde todas las ventajas posibles en cuanto a educación, asistencia médica, alimentación y seguridad social ¡como en Cuba! para que esos atletas compitan en igualdad de condiciones con cualquier atleta del planeta. Fomentemos la práctica deportiva en todos los barrios y pueblos del país, un deportista más es un delincuente menos. Sin un plan de desarrollo deportivo de mediano y largo plazo que sea inclusivo y no exclusivo que abarque todos los estratos sociales de la población no vamos a tener diez o cien Rubén Limardo, ni cien o mil Albert Subirats, ni doscientos o miles de Andrea Purica o Marvin Blanco, sólo vamos a celebrar los pequeños logros que son nuestras grandes alegrías.
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Vaya a todos los atletas venezolanos que nos representaron en estos juegos mis más sinceras felicitaciones y agradecimiento por permitirme seguir soñando que en unos juegos olímpicos nuestro glorioso himno nacional suene no una vez sino muchas veces y que nuestra bandera ondee trepidante y henchida de orgullo patrio a los cuatro vientos.
Fidel J. Rodríguez
matatigre68@gmail.com
