Nuevamente la derecha internacional suma esfuerzos para desestabilizar política y socialmente a la Patria de Bolívar. La campaña mediática dirigida a desinformar y generar una opinión errónea de la situación en Venezuela, contó, otra vez, con la participación del ex presidente de Colombia, Andrés Pastrana, como preámbulo de una nueva tentativa desestabilizadora que se orquestó y dirigió desde la cárcel de Ramo Verde.
Aunque la nueva jornada de violencia convocada por la derecha no tuvo el alcance que ellos esperaban, fracasó su llamado a paro nacional de transporte y el pueblo opositor no les hizo el juego con las tentativas de guarimbas, desde el Movimiento Político y Social Marcha Patriótica -Capítulo Venezuela- queremos pronunciarnos frente a la visita de Andrés Pastrana a Venezuela, pues, resulta que para los colombianos y colombianas que habitamos en la tierra de Bolívar es un hecho condenable, por las razones que la motivan: intervenir en las decisiones soberanas del Gobierno Bolivariano con el falso argumento de defender los Derechos Humanos de los autodenominados presos políticos venezolanos, léase: Leopoldo López y Antonio Ledezma.
En primer lugar, para quienes vivimos en Venezuela y sufrimos las consecuencias de las acciones terroristas encubiertas con el sustantivo "guarimba", ordenadas y dirigidas por López y Ledezma, está claro que los mencionados ciudadanos están detenidos por razones de justicia, tanto legal como social.
En segundo lugar, porque es inaudito que un ex presidente de Colombia se proclame defensor de Derechos Humanos en Venezuela, cuando tiene responsabilidad política con la profundización de la guerra contra sus connacionales: el pueblo colombiano. Al señor ex presidente neogranadino, Andrés Pastrana, tenemos que recordarle lo siguiente: durante su ejercicio presidencial firmó e inició el Plan Colombia, con lo cual aumentó la intervención militar de EE.UU., se intensificó la guerra, con su consecuencia natural de trágicos saldos para el pueblo. Gracias al Plan Colombia el Buró Federal de Prisiones de EE.UU. logró injerencia directa en la administración de los centros carcelarios y penitenciarios del país, y se inauguró en el año 2000, bajo su mandato, la Cárcel de Máxima Seguridad de Valledupar, más conocida como "La Tramacúa"; verdadero monumento a la violación de los Derechos Humanos de la población reclusa, construida y manejada con el claro propósito de castigar allí, mediante un "régimen especial" a los presos políticos y prisioneros de guerra.
Porque en Colombia sí hay presos políticos, señor Pastrana. En Colombia existen más de 20 mil procesados políticos, sumados los intra y extra muros, a quienes Pastrana parece no conocer, y quienes viven en condiciones infrahumanas, hacinados, desatendidos en sus requerimientos básicos, y aislados mediáticamente, nada parecido a la situación de López y Ledezma. Colombia, señor Pastrana, es el país de Latinoamérica que más presos tiene por número de habitantes, y por si fuera poco, es el segundo país del mundo en desplazados a causa de la violencia ejercida por el Estado.
Asimismo, hay que recordar: durante su mandato, los grupos paramilitares conocidos como Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), crecieron y se expandieron por todo el país, dejando un elevado número de masacres, desapariciones, violaciones, torturas y terror, al tiempo que consolidaron pactos de participación electoral entre narcotraficantes y partidos políticos tradicionales, fenómeno conocido como "parapolítica".
En Venezuela, señor Pastrana, vivimos unos seis millones de colombianos víctimas del conflicto que usted fue incapaz de resolver cuando tuvo la oportunidad histórica de firmar la Paz con el movimiento insurgente y eligió la guerra para complacer los intereses de los poderosos y del imperio estadounidense. ¿Con qué moral, entonces, viene usted a la tierra de Bolívar a proclamarse defensor de Derechos Humanos? ¿Por qué no visita las cárceles colombianas? ¿Por qué no condena los bombardeos que asesinaron recientemente a más de 30 colombianos pobres? Señor Pastrana, rechazamos abiertamente su presencia en Venezuela, usted lo único que busca es desestabilizar este país hermano y destruir la obra social que el proceso bolivariano ha construido. Sepa que el pueblo venezolano cuenta con la solidaridad consciente y activa del pueblo colombiano, dentro y fuera de las fronteras.
¡Viva la Patria Grande Socialista!
¡Viva la Revolución Bolivariana!
¡Viva Chávez!