Desde el Movimiento Político y Social Marcha Patriótica Capítulo Venezuela, integrado por hombres y mujeres que poseen tanto nacionalidad colombiana como venezolana, consideramos necesario aportar nuestra opinión en los actuales momentos, frente a las medidas recientemente adoptadas por el presidente Nicolás Maduro, en cuanto al cierre de la frontera Táchira-Norte de Santander, y la declaración de Estado de Excepción en cinco municipios fronterizos.
En primer lugar, entendemos que el Ejecutivo Nacional actúa en el marco de la Constitución y las Leyes de la República Bolivariana de Venezuela, es decir, que está actuando en concordancia con su soberanía.
En segundo lugar, respaldamos la decisión del Gobierno Bolivariano de luchar contra el paramilitarismo, el contrabando y el ataque a la moneda nacional, así como preservar la paz, la vida e integridad de la Patria de Bolívar, atacada ferozmente por el imperialismo, a través de la Guerra Económica, la manipulación informativa y el uso de armas que ya cobró vidas civiles y militares, en varias oportunidades.
Asimismo, estamos conscientes del papel conspirativo que juega el Estado neogranadino contra el proceso bolivariano, desde que el Comandante Hugo Chávez llegó al Palacio de Miraflores. Por eso, y porque conocemos las virtudes de la Revolución Bolivariana, que incluye la reivindicación de la colombianidad como un concepto inherentemente relacionado a la obra de Miranda, Bolívar, Nariño, Manuela, La Pola, Sucre, Girardot y Ricaurte, más allá de un hecho cultural ligado a un pedazo de tierra, respaldamos al Gobierno de Venezuela en su lucha contra el paramilitarismo, el contrabando, el acaparamiento , la especulación y el intercambio distorsionado de la moneda venezolana, promovido, este último, desde páginas web relacionadas con el gran capital trasnacional, y las mafias cambistas de la frontera colombo venezolana.
Del mismo modo, nos rebelamos contra la doble moral del Gobierno de Colombia que, ahora, quiere mostrarse preocupado por los millones de colombianos y colombianas que vivimos en Venezuela, obviando que estamos acá, fundamentalmente , porque allá nos obligaron a salir por la ausencia de garantías para el ejercicio democrático, que mantiene una completa impunidad frente a la violencia de Estado, los ataques de paramilitares, y el empeño del país al gran capital que se roba los recursos del suelo patrio , explota sin límites al pueblo trabajador y expropia al campesinado de sus tierras y sus productos. Al gobierno de Juan Manuel Santos le decimos: responda por los millones de desplazados, refugiados, exiliados y migrantes que la oligarquía neogranadina ha generado en más de medio siglo de guerra; no pretenda descargar en el Gobierno Bolivariano de Venezuela la responsabilidad social que usted, como Jefe de Estado de la República de Colombia, tiene con quienes nacimos allá y fuimos obligados a buscar amparo en un vecino país.
Es evidente que el Estado colombiano no tiene capacidad de atender las necesidades básicas de sus ciudadanos, por eso, los grandes medios de comunicación están empeñados en una campaña mentirosa contra el Gobierno Bolivariano, acusándolo de generar una “crisis humanitaria en la frontera ”, mientras ocultan al verdadero responsable, que no es otro que el mismo Estado colombiano.
Sin embargo, queremos llamar la atención sobre los efectos colaterales que esas medidas pueden generar contra nuestros connacionales, colombianos, colombianas, colombo venezolanos y colombo venezolanas, quienes viven en Venezuela, a lo largo y ancho de la frontera y más allá, porque son víctimas de la situación de guerra que existe en Colombia hace más de medio siglo, quienes han venido a la tierra de Bolívar confiando en las virtudes de este proceso, y alentados por el llamado de hermandad que el Comandante Hugo Chávez hiciera, desde que comenzó su gobierno. No se puede generalizar, no se puede cargar en el gentilicio "colombiano" la culpa del acaparamiento, el contrabando y el paramilitarismo. Hay que distinguir entre el Gobierno de Colombia y el Pueblo de Colombia. No hacerlo, repartir acusaciones a diestra y siniestra, desconfigura y desvirtúa el espíritu de este proceso: el proyecto de Bolívar, la unidad continental. Colombiano no es sinónimo de paramilitar.
Por eso, invocamos, en nombre de Bolívar, en nombre del Comandante Hugo Chávez, a la unidad de Patria Grande, a no permitir que el arma del chovinismo nos hiera el corazón de un solo pueblo que palpita en nuestra vida histórica. Hay que recordar siempre que somos colombianos y venezolanos, ambos hijos de Bolívar porque luchamos juntos contra el imperio español, y triunfamos; porque ahora seguimos luchando contra el imperio del gran capital transnacional, y también venceremos juntos. Hay que pensar que del otro lado de la frontera existe un pueblo en pie de lucha contra el imperio estadounidense, un pueblo solidario con la Revolución Bolivariana, dispuesto a sumar en su causa la defensa de este proceso, cuando el clarín de la Patria Grande llame.
Asimismo, que la política bolivariana del Gobierno de Venezuela siempre ha incluido el respeto a los Derechos Humanos, a los Convenios Internacionales, y que ha reconocido la existencia de un conflicto interno en Colombia, por lo que detener personas por el solo hecho de ser nacionales colombianos sin documentos venezolanos y entregarlos al Gobierno de Colombia, sin una previa investigación, puede poner en riesgo a quienes huyendo de la represión estatal, creyeron estar a salvo en Venezuela.
No se puede olvidar que el Gobierno de la República de Colombia siempre ha desplazado al pueblo e ignorado sus sufrimientos. No es el Gobierno de Colombia legítimo para ponerle en sus manos a la colombianidad que vive en zona de frontera. El Gobierno de Colombia no es el gobierno de todos los colombianos, es el gobierno de la oligarquía neogranadina.
Entendemos que la actual situación, altamente peligrosa para la estabilidad de Venezuela, es la que ha propiciado las últimas medidas, pero para que la frontera recupere su seguridad y vuelva a ser un espacio del pueblo binacional con todas sus garantías, como ha sido siempre la intención política del Gobierno Bolivariano, se requiere, también, y sobre manera, depurar los cuerpos del Estado responsables del control al contrabando y la acción paramilitar, fenómeno que hace años dejó de ser exclusivo de algunos colombianos para convertirse en una peligrosa fuerza fascista supranacional en Venezuela. Asimismo, se requiere un ejercicio de conciencia popular binacional. No defendemos nacionalidades, quien esté conspirando contra esta Patria debe ser juzgado y condenado, de acuerdo a las leyes. Pero, quien sea parte del pueblo oprimido, trabajador, debe seguir siendo respetado y atendido por este proceso.
Finalmente, hacemos un patriótico llamado a todos nuestros hermanos bolivarianos, a todos los que luchamos por la construcción de La Patria Grande a que sumemos esfuerzos en esta nueva batalla y asumamos la convocatoria hecha por el presidente Nicolás Maduro de conformar un Movimiento Bolivariano de Colombianos en Venezuela. Es desde las bases del poder popular que podemos aportar nuestro esfuerzo para preservar la Paz en Venezuela y alcanzarla en Colombia. Son miles las batallas que hemos librado juntos en esta tierra venezolana por construir el sueño bolivariano. No es momento de recular, ni de vivir de leyenda, como dijo el cantautor Alí Primera. Es tiempo de unidad binacional popular, es tiempo de Patria Grande Socialista.