Uno entre más vive más ve, decía mi abuela y el refrán me vino a la cabeza leyendo sobre la reunión entre el consejero del departamento de estado de los Estados Unidos, Thomas Shannon, con el “temible” diputado Diosdado Cabello, acusado por el imperio gringo, aunque sin mostrar una prueba, como el hombre más fuerte del denominado cartel de Los Soles; encuentro logrado a través de la mediación del presidente de Haití, Michell Martellyen, y en el que además participaron la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, y la embajadora norteamericana en el país antillano, Pamela White.
En una escueta nota de prensa el presidente de la Asamblea Nacional explica que el acercamiento se dio con miras a normalizar las relaciones diplomáticas dentro del respeto a la legislación internacional, la soberanía y autodeterminación de los pueblos… que esa cita representa un paso importante para el restablecimiento pleno de las relaciones entre ambos países. Y no lo pongo en duda.
Lo que si me llama la atención es que el vocero gringo se reúna con un hombre “peligroso” a quien ellos mismos señalan de narcotraficante. Por eso, jamás pensé en una entrevista entre Shannon y Diosdado en el mismo sitio, en el mismo lugar, a la misma hora y con la misma alegría.
Más bien me perturbaba el hecho de que Cabello podía correr peligro en algún viaje al exterior, pero me conformaba pensando que el parlamentario revolucionario tenía que estar al tanto de esa situación. Una vez un escuálido antes de sacarme la madre en un correo por el artículo que escribí titulado: “Lo que falta es que digan que Diosdado es de la FIFA”, me dijo: “ocurre que el diputado no sale del país, por eso no lo hacen preso, y eso me llevó a meditar sobre el problema, porque a los directivos de la FIFA apenas los encontraron desprevenidos les clavaron los ganchos y se los llevaron detenidos.
Sin embargo, se efectuó una reunión donde se vieron frente a frente Diosdado y Shannon y ocurrió todo lo contrario, en las fotos publicadas por la prensa parecía que les hacían cosquillas, que se introducían de cabeza en el mar de la felicidad, todos reían llenos de alegría incluyendo al resto de los asistentes.
Tampoco he visto hacer críticas a los opositores que apuestan al golpe de estado, aunque eso sí se justifica, porque estamos hablando de Shannon, y Shannon es uno de los jefes que los lacayos venezolanos tienen en el imperio yanqui.
Pero bueno, sorpresas te da la vida, dice la canción, esperamos que todo eso sea por el legado de Chávez y el pueblo valeroso que actualmente libra una de las más duras batallas por la revolución, que paga con la vida, el bolsillo, el estómago, y el sacrificio de las humillantes y vergonzosas colas que proliferan en el país.