Hay momentos en los escenarios políticos del mundo cuando los múltiples factores que intervienen en su dinámica natural crean coyunturas que inciden en la formación de puntos críticos. Éstos, se constituyen como cruce de caminos que obligan a la escogencia de vías para desenredar el desorden de la realidad originado en la coyuntura. Así interpreto el momento en que se encuentra Venezuela dentro del escenario mundial y su punto crítico cuando aparece la Cumbre de los Países del Movimiento No Alineados (MNOAL).
La 17ma Cumbre del MNOAL se efectuará en la Isla de Margarita, Venezuela entre el martes 13 y domingo 18 de septiembre de 2016. El MNOAL es un foro de concertación de los países del Sur, subdesarrollados y en desarrollo, con una amplitud universal y proyección global sobre temas políticos, económicos y de seguridad internacional. Está constituido por 120 países miembros lo que representa las 2/3 partes de las Naciones Unidas (ONU).
Esta cumbre que toca a Venezuela puede constituirse como encrucijada para nuestro país pues los actos a ejecutar, derivados de sus conclusiones, permitiría superar la coyuntura que enfrenta de (i) Guerra No Convencional (GNC), (ii) amenaza a la seguridad de USA (Decreto Obama vigente) y (iii) estímulos desestabilizadores de la derecha mundial para tumbar al gobierno bolivariano y aniquilar a la Revolución.
Estimo que las conclusiones de la Cumbre arrojará pronunciamientos generales, acuerdos diplomáticos que incluyen lo económico y social, resoluciones que apunten hacia la autodeterminación de los pueblos, la lucha contra la discriminación humana, y, con mucha consistencia, el antiimperialismo. Estas conclusiones provendrán de los gobiernos y serán los encargados de hacerlas cumplir en un período de tres años hasta su próxima cumbre en 2019.
No obstante, en la coyuntura mundial que se presenta, hay un actor global que no está directamente en la cumbre pero sus actos son mucho más significativos que los convenios y alianzas gubernamentales. Ese actor es el pueblo que constituye una masa mundial organizada en movimientos, grupos, comunidades, ligas, asociaciones y entes similares que genera opinión, acciones, teoría y práctica que van mucho más allá de los compromisos de la Cumbre. Los pueblos de los países del MNOAL soportan hechos comunes que lo sufren por igual en Asia, África o América Latina: el sometimiento de los poderosos, la opresión existencial, la manipulación cultural, la limitación o negación de sus elaboraciones intelectuales y la represión a sus libertades.
Estos hechos comunes del mundo de hoy son la síntesis de la esencia del espíritu de Bandung cuando surgió la idea del MNOAL en 1955.
Hoy, Venezuela como país, no solo será sede de la Cumbre del MNOAL, sino también le corresponderá a su Presidente (Nicolás Maduro) encargarse de la presidencia Protempore del Movimiento por tres años (2016-2019). De tal manera que estas dos condiciones concretas que aporta el MNOAL a Venezuela y a la región latinoamericana en esta precisa coyuntura de GNC y disposición del Imperio de acabar con la Revolución Bolivariana contribuirán a hacer de este momento una conveniencia bidireccional: (a) velar por el cumplimientos de los acuerdos de la Cumbre y (b) estimular en sus pueblos la búsqueda del socialismo como una nueva forma de vida que reemplace al capitalismo. He aquí la relación de Bandung de 1955 y Venezuela 2016.
Considero que el estímulo a los pueblos de los países del MNOAL, y en atención los principios base del Movimiento, se define en la búsqueda de la emancipación de sus pobladores, sin ataduras a ningún imperio que los subyugue imponiéndole modelos políticos que los controle, espacios culturales para alienarlos y acentuando las relaciones de dependencia que aceleren el crecimiento del mercado favoreciendo a los Corporaciones Transnacionales.
Ese estímulo lo constituye la promoción del socialismo (modo de vida antiimperalista y soberana de los pueblos) aplicado a cada realidad particular y específica de los distintos países del MNOAL. El tipo de socialismo a promover puede ser el Socialismo Bolivariano (búsqueda inquebrantable en Venezuela) señalándolo como referencia incipiente en el mundo globalizado para ir construyendo su teoría y su práctica en el trabajo solidario en las comunidades organizadas de estos pueblos.
Las referencias iniciales del Socialismo Bolivariano a convertirse en paradigmas por los logros parciales (sociales, políticos, económicos, culturales y militares, recocidos por ONU, FAO, UNESCO y otros entes mundiales) obtenidos en el tránsito de la Venezuela capitalista a la Venezuela socialista (traslación de sistemas a una rata lenta y muy combatida, pero constante y venciendo obstáculos, trabas y dificultades extremas) podemos sintetizarlas por oposición al capitalismo como modo de vida imperialista, en tres rasgos fundamentales (i) modo de producción, (ii) modelo político; y, (iii) sistema cultural.
(i) Primer rasgo del Socialismo Bolivariano: El modo de producción se basa en el Bien Común del colectivo nacional para alcanzar altos niveles en la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales del ser y así lograr una calidad de vida superior;
(ii) el modelo político es la democracia directa (sinónimo de protagónica, participativa, autogestionaria), cuya racionalidad es la transferencia de la toma de decisiones a la comunidad organizada sin intermediación de ningún ente complementario a fin de materializar el poder popular por la vía de la traslación revolucionaria; y,
(iii) como consecuencia de las dos características anteriores, surge el sistema cultural sustentado en la emancipación del pueblo (ruptura de los paradigmas que inducen dependencia, sometimiento y alienación), cuya meta es la de construir una sociedad donde se practique de manera consciente y solidaria la libertad, la autonomía, la independencia y la autosuficiencia. La alienación induce a la pérdida de la conciencia crítica y hace del individuo un autómata. Provoca respuestas masivas sin racionalidad ni lógica. Es la alienación cultural una fortaleza del capitalismo para mantener su estructura intacta. No obstante, en la medida que el individuo forma su conciencia y más si lo hace basado en el pensamiento emancipador de carácter universal la crítica se convierte en el primer factor que adversa y rompe esos mecanismos alienantes que produce el mercado capitalista.
Considero que el Socialismo Bolivariano generador en este nuevo modo de vida, como consecuencia del cambio de estructura, conduce al establecimiento de relaciones de producción diferentes a las capitalistas y crea la producción socialista fundamentada en el Bien Común. Esto me lleva a desarrollar tres líneas maestras para explicarlo:
(i) Para el Bien Común hay que determinar las necesidades reales del colectivo nacional a fin de redireccionar la producción. Su concreción se alcanza al eliminar los productos inventados por el mercado y se neutralicen los efectos alienantes de la creación de necesidades ficticias que obligan a la sociedad a consumir de manera compulsiva, inducida y etérea;
(ii) reemplazar la categoría beneficio por la nueva condición de la producción socialista como lo sería la de remuneración compensable. Lo explico así, el beneficio como la más significativa de las leyes del mercado capitalista que justifica su verdadera racionalidad, estimula la neutralización de quienes traten de compartir espacios afines (competencia) puesto que su racionalidad la encontramos especificada en maximizarlo (el beneficio) de manera constante y exponencial. Por el contrario y en contraposición a la esencia del socialismo y atendiendo la etapa de traslación revolucionaria para transferir la toma de decisiones al colectivo, la remuneración compensable sería entendida como la retribución por los servicios prestados o productos elaborados, correspondiente al estipendio que resulta de la suma de los costos y la gratificación (estímulo material siempre y cuando se refleje lo más exactamente posible el pago por la calidad y cantidad de trabajo aportado) no especulativa ni usurera (contrario a la acumulación del capital sin límites) para satisfacer esfuerzos (energía y talento) y expectativas de objetivos individuales o grupales justos y razonables. La gratificación se fracciona en dos partes porcentuales. Una, la mayor, va al individuo o grupo correspondiente a sus esfuerzos (energía física, espiritual y necesidades biológicas propias de la condición humana) y la otra, menor, a la comunidad o entidad a la cual pertenece y que le ha facilitado incorporase al circuito productivo. La remuneración compensable debe incidir en la eliminación de la competencia despiadada del sistema capitalista vigente. El trabajo no está en relación directamente proporcional al lucro, sino al crecimiento acelerado de la productividad hasta lograr que sea superior a la del capitalismo y, como objeto fusionado a éste, el desarrollo del ser humano en todos sus aspectos materiales y muy especialmente el espiritual.
(iii) Finalmente, la tercera línea maestra de la producción para el Bien Común es la nueva forma de la distribución del producto que se haría con base en la creación de las redes alternativas socialistas. Como sabemos la distribución en el mercado capitalista se organiza en componentes unitarios, individuos o asociaciones, cuya parcela de acción constituye en sí una propiedad y en consecuencia permite la discrecionalidad de su juicio para determinar los precios. El beneficio es prácticamente una decisión individual basada en la dimensión de su ambición. Esto, por supuesto, que genera una espiral ascendente y constante en la medida que el producto pasa de parcela en parcela. Al llegar al comprador su precio se ha multiplicado tantas veces como parcelas beneficiadas existan (la esencia de la plusvalía). En contraposición, el mercado socialista debe estimular las redes alternativas de manera que el producto llegue directamente al genuino comprador. De allí la necesidad de entender que el socialismo es un sistema de fundamentación humanista y no pragmático materialista como el capitalismo y, por lo tanto, prevalece el Bien Común que es la solidaridad, confraternidad y amor hacia el prójimo.
La coyuntura en que se encuentra Venezuela al realizarse la Cumbre de los Países del MNOAL es una oportunidad, para el país que sigue de manera inexpugnable alcanzar la viabilidad de construir el Socialismo Bolivariano, de: (i) alertar al mundo sobre los factores que emplea el mundo capitalista, liderizado por el Imperio hegemónico de USA, para aniquilar el Proceso de emancipación que se libra en Venezuela; (ii) convocar a los pueblos del MNOAL a aliarse a Venezuela para sumar esfuerzos mundiales por crear la condiciones favorables para hacer posible otro mundo que se base en el socialismo; (iii) expresar la solidaridad al MNOAL de los iguales que no pertenecen a la hegemonía del Imperio, a fin de estimular el espíritu de cuerpo del ser humano como condición necesaria para que aparezcan los lazos fraternos de hermandad que una a los que luchan inquebrantablemente por la emancipación de sus vidas, territorios, pensamientos e ideas.