Durante la mañana estuve esperando la intervención de Chávez en la ONU. Pero debía salir y cuando fuí a apagar la TV, VTV entró en cadena nacional. Era Chávez. Por supuesto decidí quedarme y oír a nuestro Presidente. ¡Santo Dios! ¡Qué discurso!. Los primeros minutos fueron Knock Outs directos a EEUU, y el resto del discurso terminó de enterrar a Bush.
A Israel le dijo lo suyo. Chávez me hizo parar y sentarme del sofá no sé cuántas veces. Le revolíó la vida a más de uno. Se me pararon los vellos. Si Chávez tiene un calificativo es el de cuatriboleado. Dice lo que piensa y lo que siente sin temor a nada ni a nadie. ¡Qué orgullosa estoy de él! ¡Qué bien nos representa! Tuvo el apoyo de los presentes en “casi” su totalidad. Los aplausos no se hacían esperar.
Los rostros en el salón de conferencias hablaban por sí mísmos. ¿EEUU escapó por la puerta de atrás antes de la intervención de Chávez?. Sólo se encontraba un representante de ese país en la sala, quién diligentemente anotaba “TODO” lo que decía nuestro Presidente con una actitud fría e indeferente.
Definitivamente, Chávez le revolvió las vísceras a millones de personas que vieron y oyeron su sincera y contundente intervención en la ONU. Ahora, el Imperio se está revolcando en el piso. La Casablanca y el Pentágono están ardiendo. Luego de este discurso, ¿con qué arremetida (o mentira) a Chávez vendrá el imperio en los próximos días? UUUUHHHHMMMM, ya veremos.