“Los libertadores no existen”, afirmó el Che Guevara. No solamente es que no existen, sino que la sola aceptación de un libertador anula un principio de libertad comunitaria de la masa, que no puede ser auténtica sino no nace de ella misma como parto cultural. Lo demás sería la arrogancia de una dispensación individualizada de un concepto vago de libertad que termina siendo la más deprimente de las esclavitudes. Estimamos que ya lo hemos discutido bastante. Bolívar siempre reclamó por encima de cualquier otro título, el título de ciudadano, decía que esta condición emanaba de las leyes, pero hoy podríamos agregar que es el resultante de un estado de superación humana a través del ejercicio pleno de la libertad popular, es decir de la libertad socialista. Bolívar despojado de ese título arrogante de libertador, se agiganta, muchísimo más de lo que ya es, y su causa, que es un aliento huracanado contagia a los gentíos para que se liberen así mismos, esa causa adquiere una dimensión planetaria que no puede dejar de ser seguida por todos los pueblos de la Tierra, incluido el propio Pueblo de los EEUU.
Esa causa, cada cincuenta, cada cien años, como dice el poema de Neruda, es retomada y continuada por hombres o mujeres pueblos, que no son otros que el mismo Bolívar luchando otra vez por hacer triunfar su causa indeclinada. Y es en este contexto, que nos sentamos como Pueblo movilizado que ama como nunca a Bolívar a escuchar el segundo discurso de Chávez en la sede de la ONU. Bolívar había dicho en aquel entonces que “los EEUU estaban destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la Libertad”; y Bolívar decía ahora en el 2006 por la boca de Hugo Chávez y de Evo Morales en el aforo más “representativo” de los Pueblos del Mundo, que “si no se frena la voracidad imperialista del gobierno de los EEUU, esta va a acabar con la vida en el Planeta”. Aclaramos que Chávez no es Bolívar, pero que Bolívar, y toda la heroica lucha de los revolucionarios de la Tierra, está en el pensamiento y en la voz de Chávez, de Evo Morales, de Fidel, y de una legión de bolivarianos que se están levantando en todo el Mundo. Bolívar no es un hombre, es un Pueblo que se manifiesta en todo aquel que vuelve a recoger la causa y la bandera de la libertad popular. Y Chávez y Evo dijeron en la ONU el reclamo de los siglos, el discurso de la causa de Bolívar, que no es otro que el discurso de la salvación de la especie humana a través de la liberación de la conciencia socialista que los Pueblos puedan darse a si mismos.
Y nos levantamos de nuestros asientos emocionados y orgullosos por que los causados de Bolívar estaban diciendo lo que queríamos escuchar, lo que hubiésemos dicho nosotros como masa innúmera, pero plena de conciencia de la libertad verdadera, es decir de la libertad popular y socialista.