Sobran razones para sentirse optimista en el canje humanitario de 45 secuestrados en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), por unos 500 rebeldes presos en las cárceles de ese país.
Primero, porque como padre, esposo, hermano, el hecho de haber conversaciones para lograr un acuerdo tendente a buscar el bienestar de esas persona privadas de su bienestar y felicidad, ya debe satisfacer a cualquier ser humano que aunque sea le corra una gota de sangre por las venas.
Segundo, porque la seguridad y la firmeza con que habla la senadora Córdoba no deja dudas sobre los avances significativos que experimenta el canje. Además, esta abogada y política no ha obviado posibilidad que apunten hacia el logro de sus objetivos.
Cuando se pronuncia al respecto, irradia esperanza, sentimiento. La vemos en Colombia, Venezuela, EEUU, Francia…Creo que no hay cabo suelto en su empeño de lograr que se produzca un encuentro entre Chávez y las Farc.
No la conozco y sólo escuché de ella a propósito del canje, pero sólo basta con verla en los medios de comunicación para no quitarle ni una coma a su hoja de vida. Una mujer que desborda humildad, sencillez, pero de brega. Definitivamente un ciclón, como la describe por ahí un escrito biográfico.
Sin entrar en muchos detalles, permítanme amigos lectores, comentar antes de puntualizar en el aspecto el cual quiero plantear, que en su haber, esta destacada dirigente tiene encima un secuestro en 1999, por orden de Carlos Castaño, paramilitar líder para ese momento de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Luego de varias semanas fue liberada y decide exiliarse junto con su familia en Canadá. Meses después, retorna al país para continuar su trabajo político, pero resulta víctima de dos atentados, de los que sale ilesa.
Ahí les dejo eso. Continuemos entonces con la tercera razón, la cual baso en el solo hecho de que las Farc estén ganadas a una reunión en Venezuela y que Manuel Marulanda (Tiro Fijo), máximo líder de este grupo guerrillero piense en Jorge Suárez Briceño (Mono Jojoy), uno de sus más duros combatientes, para que participe en la reunión preparatoria. Incluso, ya se manejan fechas tentativas.
Y la cuarta, la que más me llena de optimismo: la mediación del presidente Chávez. Sí, y lo digo con todo y fanfarria. Creo que la gestión del comandante es un tiro fijo en este intercambio.
El líder de la revolución venezolana tiene lo que la senadora Córdoba busca despertar en el mundo: sensibilidad humana. Eso le sobra, no me cabe duda.
Por eso pienso que tal como el mismo ha expresado en público, el canje humanitario se le metió en la mente, pero sobre todo en el pecho, en el corazón y no descansará hasta tener a los prisioneros de vuelta en casa.
Así lo creo, aunque ese no es el punto. Estoy seguro que hay quienes no comparten esta opinión y se le respeta, pero lo que se requiere es que por instante se echen a un lado los odios y rencores y todos apoyemos este acuerdo no importa que el presidente Chávez funja como uno de los principales facilitadores.
Hay que crear conciencia y despertar esa sensibilidad de la que habla la senadora Córdoba, quien, por cierto, pide colaboración a los medios de comunicación, para que ninguna de las partes retroceda en los avances que se han logrado hasta los momentos.
El Mandatario Nacional por su lado, además de los llamados directos que hace a Tiro Fijo y a Uribe en sus discursos y alocuciones, igualmente pide apoyo a los venezolanos, colombianos y a todo aquel que sientan una fibra humana en el corazón.
Ambos intermediarios, piden pues, que por un momento, se coloquen a un lado los intereses políticos, ideológicos y cualquier otro que sea diferente al amor y al respeto por nuestros semejantes. Cierren los ojos y piensen en sus esposas, padres, hijos, hermanos, y lo que se debe sentir si algún día les faltara, no los tuvieran a su lado con el martirio de pensar que están vivos en algún lugar de la montaña esperando de que alguien los rescate…es todo lo que por ahora quiero decirles, mis amigos lectores.