17 de abril de 2013.- Luego de que este lunes Nelson Bocaranda enviara el TW donde decía que “Informan que en el CDI de La Paz en Gallo Verde, Maracaibo, hay urnas electorales escondidas y los cubanos de allí no las dejan sacar”, se desató una espiral de violencia sobre los CDI del país y en especial sobre 11 de los 28 centros que existen en Maracaibo, en especial en el centro mencionado, por ello, decidimos visitarlo y conocer en la voz de de los afectados, lo que allí ocurrió.
Lo primero que resalta, es que las grandes defensoras de estos centros de salud, son las mujeres, quienes como Defensoras de salud, integrantes de los Consejos Comunales, patrulleras, estudiantes universitarios, entre otros, decidieron asumir la protección y resguardo de este centro, que funciona desde hace 7 años en la populosa Urbanización La Paz , situada en el oeste de Maracaibo.
Reseñan las defensoras que desde las 10 de la mañana, comenzaron a recibir mensajitos amenazadores en sus celulares. Sin embargo, sería con el tuiter de Bocaranda que arrancaría el acoso y la provocación. “Al comienzo éramos poquitos- cuenta unan de ellas- y ellos como 100 personas, comandados por Jhony Cabrera, de UNT. Nos gritaban, nos insultaban, nos tomaban fotografías, pero después comenzó a llegar la gente a defendernos y el panorama cambió” y agregan; “ presumimos que la información salió del propio CDI, del teléfono de unas opositoras que trabajan allí”. Esto debe ser investigado.
Luego ocurrió lo increíble, como si de la embajada cubana se tratara en el 2002, ese dirigente parroquial, les pidió, cerca de las 3 de la tarde y haciéndose pasar por representante del CNE, que le permitieran pasar a revisar el CDI para confirmar que no había urnas electorales en ele centro. De inmediato se negaron, unas por conocimientos jurídicos, otras por puro sentido común. Posteriormente, al fallarles esta estrategia, decidieron suplantar identidades haciendose pasar, dos de ellos, por representantes de los Derechos Humanos, pero sin querer dar sus nombre, ni mostrar credenciales, lo cual originó una nueva negativa por parte de las defensoras del CDI. Resulta increíble, pero es rigurosamente cierto. Lo contaron, detalle a detalle, Albany Sánchez, Zaida de Ferrer, Rosa Muñoz, Ma. Elena lozada, Milagros Iriarte, Mayerling Contreras, integrantes de este ejercito de defensoras.
El acoso duró entre 8 y 9 horas: varios carros (uno de ellos con placa PAA346X) y motos, estuvieron apostados y merodeando constantemente alrededor del centro. Durante ese tiempo pidieron refuerzos y los obtuvieron. Durante ese tiempo no pararon el servicio, ni las consultas. Mientras tanto, el país leía con asombro el tuiter de Bocaranda y se aprestaba presenciar, de manera dolorosa, el acoso que estos sufrían nivel nacional, así como otros entes oficiales, junto a la quema de vehículo y lo peor: el asesinato de 7 personas, todas chavistas, muchas de ellas defendiendo los CDI.
Cuando llegó la noche, estas defensoras decidieron no bajar la guardia y establecieron turnos, esta vez sí, los hombres fueron mayoría y sentenciaron “ Nos quedaremos aquí, defendiendo este beneficio, el tiempo que sea preciso y al precio que sea". No queda duda.
De allí, fuimos a visitar a otro CDI agredido; el ubicado en La Chamarreta, ubicado en el sur de Maracaibo. Allí se repitió el mismo esquema: motos y vehículos quisieron entrar el CDI para agredir a los médico cubanos, pero allí tampoco lo lograron, gracias a la decidida defensa de los miembros de la comunidad, del PSUV, de los patrulleros. Nuevamente, las mujeres son mayoría, pero también participaron hombres.
“ Eran como 200 y nosotros como 100. Intentaron entrar, no pudieron. Intentaron tumbar la cerca y no lograron, entonces arremetieron contra una jardinera, nos cacerolearon y finalmente se dedicaron a quemar cauchos a la entrada y a la salida. Casi nos asfixiamos, incluyendo a unos pacientes, quienes tuvieron crisis hipertensivas, generadas por la angustia. No les importó nada “ contaron Nury Mosquera, Mariluz López, José Rincón, Esmeralda González, Jemy Pardo, Betty Sánchez, Ángel López, Desiree Rodríguez y Leonel Mosquera, todos y todas orgullosas de haber defendido esta obra que tantos beneficios les brinda desde hace 7 años.
El grupo agresor estaba comandado por Ciro (el pizzero) A. Rojas, Filito, el Sr. Pitufo y Lucia Paz, todos militantes de UNT. Muchos de ellos estaban armados, también se le notaba que habían bebido”. Por ello, la comunidad pide mayor vigilancia, más presencia de la Policía Bolivariana para mayor seguridad.
Aquí también hicieron vigilia. Aquí el acoso también duro aproximadamente 10 horas y aquí también fracasaron en su intento, como en casi todo el país.