Chávez y Müller

El silencio es también una manera de comunicar ideas y opiniones referidas a un evento. La opción de utilizar el silencio como una forma de comunicar, tiene sus riesgos porque la mayoría de las veces, el “receptor” tiene la “libertad” de plantearse sus conclusiones. Por ejemplo, todos los que han dado su “brinquito” de talanquera han recibido por parte del comandante, una reflexión que a veces se torna emotiva y se entiende el calor y pasión con la cual aborda la situación, porque se creyó o deposito confianza en personas que en las primeras de cambió abandonan las ideas, que se suponían ya estaban muy sembradas en sus conciencias. Aunque el comportamiento de los sujetos ya anunciaba las respectivas huidas, aun así, impactaron y recibieron su respectivo tratamiento por parte del comandante.

La retirada del General Müller Rojas continúa dejando un ruido que no es fácil de reducir, porque por más que uno intenta pasar la página hay preguntas pendientes y surgen en cualquier momento. Este fin de semana, el sábado para ser más preciso; el General Alberto Müller Rojas publicó un artículo en Últimas Noticias, con el título: “En lo que disiento de mi comandante” con un tratamiento medio complicado que no facilita una adecuada interpretación de los planteamientos. El ruido está ahí retumbando.

Entiendo que el retiro de Müller, dejó a número importante de socialistas muy felices y contentos, porque se retira una institución de las pocas que tenía el PSUV y ese retiro, saca de circulación a una especie de “pepe grillo”, que ya no tenía nada que ganar alcahueteando antivalores. Otros en cambio, pueden estar lamentando el retiro y supongo que han estado esperando unas palabras del comandante lamentando y saludando revolucionariamente el retiro de una institución con un importante capital político (experiencias, conocimiento y capacidad de asesoría) que no es tan fácil tener en una organización. Expreso que las palabras deberían lamentar y saludar el retiro, porque Alberto Müller ofreció un apoyo importante a la revolución venezolana y su retiro deja un vació. Debería ser también de saludo, porque es su derecho de retirarse por cualquiera razón, pero ese retiro no se ha dado para pasarse a la otra acera. Müller se retira un poco desencantado, pero se mantiene compartiendo el sentir revolucionario.

Esas palabras no las hemos oído, pero como entiendo que muchos queremos oírla, voy imaginarme una conversación telefónica muy rápida entre Hugo y Müller.

Suena el celular y al atender, Müller rápidamente reconoce la voz que le dice: “Entonces viejo, cómo has estado”. Müller:”Bien mi comandante, cómo andan las cosas. Intenté contactarlo para saludarlo antes de venirme a enconchar en este refugio, pero no fue posible”. Se me puso muy difícil últimamente o lo tienen muy aislado”. Chávez: “Viejo, de haber pensado que usted estaba con esa idea de retirarse, de verdad me hubiese tomado un tiempo para conversarlo más calmadamente. Lo necesitamos y aún puede ayudarnos mucho en el desarrollo de objetivos estratégicos. Pienso que usted es clave para descifrar y explicar aspectos de la confrontación”. Müller: “Mi comandante, no fue fácil la decisión, pero tenía temor a una picada de esos bichos. A esta edad, las picadas de esos bichos pueden no soportarse. Uno tiene la experiencia, pero la resistencia del cuerpo para soportar el veneno de un alacrán se deteriora con la edad. La idea que nos planteamos con la conformación del partido de la revolución no “cuajo” de acuerdo a las expectativas y la situación no está fácil. Afortunadamente, usted tiene su liderazgo y funciona como centro de poder, pero las tendencias están muy aferradas a intereses personales y eso es un riesgo que podemos pagarlo caro. Fíjese, que la campaña para las elecciones que se dieron el domingo vimos sólo números: vota 5, vota 39, vota 80. Eso no parece casual que los números hayan puesto a una lado propuesta y el programa” Chávez: “Viejo entiendo lo que me quiere decir, pero es la pelea que hay que dar y para esa tarea tan importante, usted ha debido sentir mi apoyo incondicional”. Müller: “Tuve esa impresión desde aquella reunión en el Zulia cuando me colocó como Vicepresidente, pero me fui sintiendo aislado y percibía que estaba como sobrando en todo ese proceso”. Chávez: “Bueno viejo, no te pierdas, voy estar pendiente y oportunamente te contactare para una conversación de esas que llegan hasta las 6:00 am”. Müller: “Hugo, ya sabes, estoy en el refugio y como te lo dije una ocasión, creo que te hace falta un pequeño reposo. No te caería mal que después del 26 de septiembre vengas por aquí para conversar”. Chávez: “Bueno, viejo cuídese, buscaré tiempo para vernos”

evaristomarcano@cantv.net


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Evaristo Marcano Marín


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